El Gobierno de Milei asegura que el salario mínimo es un error: “Si hay personas dispuestas a trabajar por menos, no las podés contratar”
La remuneración mínima ha aumentado un 80% desde que asumió el presidente ultra, frente a una inflación interanual cercana al 120%
El salario mínimo en Argentina es de 279.000 pesos, equivalentes a 230 dólares. Se trata de un ingreso insuficiente para cubrir la canasta básica o, lo que es lo mismo, quien recibe ese pago por el trabajo de todo un mes es pobre, según las estadísticas oficiales. Aun así, el Gobierno de Javier Milei, partidario de la desregulación total de la economía, considera que fijar una remuneración mínima por ley es un error porque entorpece el libre funcionamiento del mercado laboral y confía en que en el futuro desaparezca.
“Conceptualmente tener un salario mínimo es un error. Si hay personas dispuestas a trabajar por menos de ese salario, el esquema no te permite contratarlas”, dijo en rueda de prensa este jueves el portavoz presidencial, Manuel Adorni. La remuneración mínima rige para los trabajadores con un contrato formal, pero sirve también para definir las jubilaciones y se usa como referencia para el casi 40% de asalariados empleados en el mercado informal. “Esperemos que cuando Argentina sea completamente normal, conceptualmente el salario mínimo deje de existir”, agregó el portavoz.
Desde que Javier Milei asumió la Presidencia, hace un año, la remuneración mínima aumentó un 80% frente a una inflación interanual cercana al 120%, lo que deja a los trabajadores con ingresos más bajos entre los principales perdedores de su primer año de gestión. Una familia tipo de cuatro integrantes (dos adultos y dos niños) necesita un millón de pesos al mes para cubrir las necesidades básicas, una cifra que no se alcanza si los dos progenitores cobran el mínimo establecido por ley.
Los sindicatos criticaron este jueves que el Gobierno se escude en la falta de acuerdo entre las partes para haber aumentado por decreto el salario mínimo un 3%, cuando ellos solicitaban una mejora cercana al 70%. La mayor central obrera del país, la Confederación General del Trabajo, acusó al Gobierno de arbitrar siempre “a favor de los intereses empresarios y en contra de las y los trabajadores”.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, defendió este jueves la decisión oficial y aseguró que la remuneración mínima medida en dólares está en su valor máximo en cinco años. Según los datos aportados en rueda de prensa, que se basan en la cotización de mercado y no en la oficial, este era de 210 dólares en 2019, cayó por debajo de los 200 dólares en los años siguientes y ha ascendido a 231 dólares a finales de este 2024.
El aumento en dólares se debe a la apreciación del peso respecto a la divisa estadounidense y no a la recuperación de poder adquisitivo por parte de los empleados con menores ingresos. Los extranjeros que han llegado en estas fiestas navideñas a Argentina han encontrado un país mucho más caro en dólares que 12 meses atrás y lo mismo puede observarse con un vistazo a los precios online de cadenas de supermercados internacionales. Alimentos básicos como la leche, el arroz y el aceite son ligeramente más caros que en España, aunque en ese país europeo el salario mínimo es de 1.134 euros (1.181 dólares), cinco veces superior al de Argentina.
Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina, el retroceso histórico del salario mínimo, vital y móvil de Argentina ha provocado que su valor real sea ya “inferior al vigente durante la mayor parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de convertibilidad” de 2001-2002, conocida como crisis del corralito.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.