Irán anuncia la detención de 17 supuestos “espías” de la CIA
Trump desmiente tajantemente la operación, mientras algunos analistas la interpretan como una respuesta a la guerra sucia de EE UU contra Teherán
Irán ha anunciado este lunes la detención de 17 ciudadanos iraníes y la condena a muerte de varios de ellos, fruto del desmantelamiento de una red de espionaje al servicio de la CIA de la que ya informó el pasado junio. No es la primera vez que Teherán asegura haber desarticulado células similares, a menudo para consumo interno, pero la coincidencia con las actuales tensiones con Estados Unidos hace temer que esté endureciendo su actitud. En esta ocasión, el Ministerio de Inteligencia incluso ha distribuido fotografías de los agentes norteamericanos que habrían estado en contacto con los supuestos espías iraníes que, de ser reales, supondrían un revés para Washington.
"Los espías identificados trabajaban en centros clave del sector privado vinculados con la economía, la [investigación] nuclear, las infraestructuras, el campo militar o la cibernética… donde recogían información reservada", afirma el comunicado del Ministerio de Inteligencia citado por PressTV, pero del que también se han hecho eco otros medios iraníes (todos bajo control estatal).
El director general del contraespionaje iraní, cuyo nombre no se ha facilitado, ha explicado en una conferencia de prensa que las 17 detenciones se llevaron a cabo a lo largo del año pasado (del calendario iraní, que concluyó el 21 de marzo) y que varios de ellos han sido condenados a muerte. Quienes cooperaron con los servicios secretos iraníes para conseguir información sobre EE. UU. han recibido largas penas de cárcel. Aunque ha asegurado que entre los detenidos no había ningún funcionario y que no lograron llevar a cabo ningún sabotaje, la investigación sigue abierta.
Según el responsable, las operaciones de espionaje de EE. UU. dentro de Irán se han incrementado bajo la presidencia de Donald Trump. Poco después de su intervención, los medios iraníes han empezado a publicar imágenes de supuestos “espías de la CIA” que habrían estado en contacto con los 17 detenidos. De ser genuinas, estarían revelando la identidad de agentes encubiertos, algo que no sólo sería un golpe para Estados Unidos, sino que podría poner en peligro sus vidas.
Trump ha calificado de “totalmente falsa” la información proporcionada por Teherán. “Solo son más mentiras y propaganda (como el derribo de un dron) difundidas por un régimen religioso que está fracasando gravemente y no tiene ni idea de qué hacer”, espetó el presidente norteamericano en su cuenta de Twitter este lunes por la mañana, informa Amanda Mars. “Su economía está muerta y empeorará mucho. ¡Irán es un desastre total!”, añadió. Pocos después, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, se mostró más combativo. "Mienten mucho, agarramos unos de sus drones y dicen que no pasó", señaló. "Cada vez se me hace más difícil llegar a un acuerdo con ellos, puede pasar cualquier cosa", recalcó. También aseguró que Estados Unidos está "preparado para lo peor".
El anuncio se produce en medio de las crecientes tensiones con Teherán por su programa atómico y su decisión de capturar un petrolero británico en el estrecho de Ormuz. Desde que el año pasado EE. UU. abandonó de forma unilateral el acuerdo nuclear firmado en 2015 y reimpuso sus sanciones a Irán, ha estado aumentando su presión sobre este para obligarle a renegociarlo. Asfixiado económicamente al no poder vender su petróleo, el régimen islámico ha empezado a transgredir aquel pacto y a amagar con gestos que amenazan la navegación en unas aguas por las que circula una quinta parte del petróleo que se consume en el mundo.
“Hay que verlo en el contexto más amplio de la guerra sucia que está llevando a cabo Estados Unidos bajo su política de máxima presión”, explica a EL PAÍS Narges Bajoghli, especialista en Irán y profesora de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins en Washington. “Estados Unidos ha aumentado sus acciones encubiertas, el dinero que destina a las cadenas por satélite de la oposición iraní, hay en marcha una gigantesca campaña también en las redes sociales… Así que Irán ha juntado todo y trata de darle respuesta con la denuncia de la red de espionaje", interpreta.
De hecho, la Guardia Revolucionaria ha difundido un docudrama de 19 minutos en el que las confesiones de los supuestos espías, a los que no se identifica y cuyos rostros aparecen difuminados, se intercalan con escenas de la película Misión Imposible y una supuesta reconstrucción de cómo la CIA captó a los iraníes.
El responsable del contraespionaje ha revelado que varios de los implicados fueron reclutados cuando acudieron a solicitar visados o a renovarlos. Dado que EE. UU. no cuenta con representación diplomática en Irán desde hace cuatro décadas, la supuesta trampa debió tenderse en países vecinos. Algunos fueron captados a través de falsas compañías que les ofrecían trabajo o material y otros recibieron propuestas de diplomáticos que se les acercaban durante conferencias científicas en Europa, Asia o África. Todos ellos, ha dicho, fueron entrenados por agentes estadounidenses.
“Resulta difícil saber qué hay de cierto en la información porque no se ha dado a conocer el nombre de los detenidos, pero el mensaje que [la Guardia Revolucionaria] transmite es que sabe lo que está sucediendo, lo tiene bajo control y es capaz de hacerle frente”, analiza Bajoghli, que ha estudiado sobre el terreno el aparato de propaganda de ese ejército durante una década. Recuerda además que los activistas sociales han denunciado repetidamente que las sanciones se han traducido en un deterioro de las libertades públicas.
Se trata por tanto de un mensaje a la opinión pública iraní, pero también a la internacional en tanto que avisa de que una eventual confrontación con Irán afectará más allá de sus fronteras y, como han advertido responsables de la Guardia Nacional, se convertirá en un conflicto regional. “Teherán no esperaba que el embargo al petróleo iba a hacerle tanto daño, pero en esta ocasión, a diferencia de las sanciones anteriores, está pesando la decisión de Trump de levantar las regulaciones interiores que han permitido poner el crudo estadounidense en el mercado”, apunta Bajoghli.
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