Nuevas protestas enfrentan a policías y manifestantes en Hong Kong
Los convocantes de la marcha mantienen sus quejas sobre el polémico proyecto de ley de extradición
Nuevas protestas se han saldado este domingo con enfrentamientos entre policías y manifestantes en Hong Kong. Los convocantes de la marcha mantienen sus quejas por el polémico proyecto de ley de extradición, que por primera vez hubiera permitido entregar sospechosos a China, a pesar de que la jefa de Gobierno del territorio autónomo afirmó el pasado martes que la norma "está muerta". La ministra principal, sin embargo, aún no ha confirmado la retirada definitiva de la medida. El sábado también se registraron choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes que protestaban contra los comerciantes procedentes de la China continental que se abastecen de productos en Hong Kong para después venderlos del otro lado de la frontera.
Este domingo, decenas de miles de personas han bloqueado una carretera en Sha Tin, un distrito al noreste de la ciudad y próximo al límite con China, en la quinta semana consecutiva de protestas. Después de que la policía intentara dispersarles con gas pimienta y a golpe de porras, los manifestantes, mayoritariamente enmascarados, han respondido construyendo barricadas con vallas de metal. "Hemos marchado tantas veces, pero el Gobierno aún no nos ha escuchado, forzándonos a todos a salir a la calle", ha afirmado Tony Wong, de 24 años, durante la marcha.
El día anterior, la policía utilizó también gas pimienta y porras contra otras decenas de miles de personas que se manifestaron en Sheung Shui, una localidad situada también cerca del límite con China, en contra de los comerciantes provenientes del continente. Estos viajan hasta Sheung Shui para abastecerse de productos, principalmente farmacéuticos y cosméticos, que no están sujetos a impuestos o cuya imposición es menor, y después venderlos del otro lado de la frontera. Uno de los manifestantes resultó herido.
"El precio de la vivienda ha subido. Las pequeñas tiendas o restaurantes no pueden sobrevivir. Toda la región se ha convertido en un sitio para suministrar a los comerciantes paralelos [nombre con el que se les conocer popularmente] en detrimento de los habitantes locales", explicó uno de los presentes en la protesta del sábado, Siu Hok-yan, de 74 años.
La excolonia británica lleva semanas sumida en su peor crisis de la historia reciente, con masivas marchas que en algunos casos han derivado en violentos enfrentamientos entre policías y una minoría de manifestantes más radical. El 1 de julio, muchos de ellos irrumpieron en el Parlamento y causaron serios destrozos. Además del fin de la ley de extradición, el movimiento exige reformas democráticas, acabar con la erosión de las libertades en este territorio, así como una investigación independiente sobre el uso de gas lacrimógeno y balas de goma por parte de las fuerzas policiales, una amnistía para los detenidos y la renuncia de la jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam.
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