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“El esquema de países y familias políticas está superado en la UE”

La alta funcionaria afirma que Sánchez y Macron "comparten prioridades"

Cristina Galindo
La ministra francesa para Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin, sale del Elíseo el pasado 12 de junio.
La ministra francesa para Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin, sale del Elíseo el pasado 12 de junio. LUDOVIC MARIN (AFP)

Amélie de Montchalin, secretaria de Estado para Asuntos Europeos de Francia, lleva días viajando por Europa para negociar con los otros socios de la UE quién estará al frente de la Comisión Europea, el Parlamento, el Consejo Europeo y el Banco Central Europeo en los próximos años, los llamados en Bruselas top jobs. En una entrevista el jueves pasado en la sede del Ministerio de Exteriores en París, en un viaje organizado por el Gobierno para prensa española, la alta funcionaria, de 33 años, miembro del partido del presidente Emmanuel Macron, asegura que Francia aceptará a candidatos de otras nacionalidades si éstos son competentes y ambiciosos.

Pregunta. ¿Cuál es la apuesta de Francia para la nueva legislatura que empieza?

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Respuesta. La ambición de Francia es construir Europa avanzando proyecto a proyecto. Pensamos que la mejor manera de luchar contra el euroescepticimo y el populismo es demostrar que Europa sirve para mejorar la vida cotidiana. Por eso, los primero que tenemos que hacer es que el presidente de la Comisión Europea sea alguien que tenga el margen de maniobra para hacer cosas ambiciosas, concretas y nuevas en la Comisión y que puedan ser apoyadas por el Parlamento. Es muy importante que ese o esa presidente de la Comisión tenga una mayoría o en que tenga a una mayoría de diputados detrás de él. Y que el Consejo Europeo también lo respalde.

P. París no ha ocultado su poco entusiasmo por el candidato del Partido Popular Europeo, Manfred Weber. ¿Sería Michel Barnier un buen candidato?

R. Francia no busca llevar la bandera. Lo que nos importa son las ideas, hacer cosas concretas y ambiciosas. Queremos que los que tengan la responsabilidad tengan el apoyo del Parlamento y de los Estados. No es un tema de países ni banderas, sino de ideas y la visión que tenemos de Europa. Si nos limitamos a una batalla de personas y de banderas, Europa seguirá como hasta ahora. Las elecciones europeas han mostrado que el paisaje político ha cambiado mucho. Centristas, verdes, socialistas, el Partido Popular Europeo… son cuatro partidos europeístas que quieren construir cosas y quieren avanzar. Los que tengan los altos puestos en la UE deben ser de estos partidos.

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P. ¿Cómo está siendo la relación con España?

R. Pedro Sánchez ayudó mucho a Macron en el último Consejo Europeo y, sin embargo, no son de la misma familia política. No tienen la misma línea política, pero pueden trabajar juntos porque Pedro Sánchez defiende fuertemente prioridades que coinciden con las de Macron.

El esquema de países y familias políticas está superado.

P. Pero París tendrá favoritos para los altos cargos.

R. Sinceramente, no tengo en la cabeza un nombre para los grandes puestos europeos. Lo que sí sé es que hay que intentar ser lo más ambiciosos para apoyar a gente competente que, tal vez, no esté en los círculos más conocidos de la política europea.

P. Una de sus prioridades son las fronteras.

R. Lo primero es que nuestras fronteras exteriores sean fronteras. No podemos tener una política migratoria si no sabemos quién entra en nuestro país. España está plenamente implicada en la reforma de Frontex y el refuerzo de la frontera exterior. La segunda cosa esencial es que nos hace falta es un derecho de asilo común. Hoy en día alguien puede llegar a España y pedir asilo, y luego hacerlo en Francia y luego en Alemania. Con ese sistema puede quedarse en Europa 4-5 años de media. Nuestro sistema actual no es aceptable porque no está bien organizado, no tiene los medios para cumplir bien su función y sobre todo tenemos un sistema que empuja a la gente a presentar demandas de asilo en varios países. Lo que dice Macron es que hace falta que los países de llegada hagan un cierto número de cosas para saber quién llega y hace falta que los países de destino asuman una parte de los que quieren venir a Europa. Por último, los países que no quieren participar en el reparto tienen que compensar al resto. Habrá que reflexionar de qué manera.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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