Salvini lanza su proyecto europeo con el objetivo de ser el partido más votado
El vicepresidente italiano solo estuvo acompañado de sus socios alemanes, daneses y finlandeses, pero está convencido de formar una “familia” con el resto
La puesta en escena, largamente anunciada, no fue exactamente la que habían imaginado. Nadie se fía de nadie todavía, y eso lo complica todo. Pero, al menos, funcionó para golpear primero y poner en órbita la idea de una Europa ultra que el vicepresidente de Italia y líder de la Liga lleva meses diseñando. Matteo Salvini ha presentado por la mañana su proyecto político europeo escoltado tímidamente por algunos de sus nuevos socios, aquellos con menor peso político y mediático. Originalmente debían acompañarle pesos pesados del nacional populismo en Europa, como Marine Le Pen o Geert Wilders. Pero, de momento, ha tenido que conformarse con el apoyo de los líderes de los recién incorporados a la alianza: Alternativa para Alemania, Jörg Meuthen, Anders Vistisen, del Partido Popular Danés, y Olli Kotro, de Verdaderos Finlandeses.
Los éxitos electorales en las regionales italianas y la optimista previsión de todos los sondeos han aportado una elevada dosis de confianza a Salvini. Suficiente para autoerigirse en catalizador de la nueva ultraderecha europea, de un oxímoron político bautizado como "internacional soberanista" que aspira a lograr un tercio de los asientos del Parlamento. "El objetivo es llegar a ser el primer grupo europeo, el más numeroso. Tenemos el objetivo de ganar y cambiar Europa", lanzó en una conferencia que tituló "Hacia la Europa del sentido común, el pueblo levanta la cabeza".
El problema es que a menos de 50 días de las elecciones, todavía tendrá que convencer a más de un partido para poder a formar un grupo con siete partidos, el mínimo imprescindible. Y el plan es hacerlo también a Vox, que tampoco han asistido a la convocatoria, pese a que, según la prensa local, habían sido invitados. Fuentes de la Liga, sin embargo, niegan a EL PAÍS este extremo y aseguran que la puesta de escena de hoy solo pretendía presentar a los nuevos socios y que el día clave será el próximo 18 de mayo en Milán, donde se celebrará una gran manifestación en la que sí participarán el resto de posibles socios. Incluido algún representante de Vox, confían en la Liga, y el propio Viktor Orbán si finalmente se sumase al proyecto y abandonase el Partido Popular Europeo (PPE).
Las diferencias son elevadas y la propia naturaleza de los partidos que conforman este espectro europeo, su celo por la proximidad en la toma de decisiones, complica a menudo encontrar un proyecto común liderado por un solo nombre. Salvini no lo ocultó. "Formamos parte de familias políticas distintas (...) Pero lo importante es que estamos alargando las alianzas, estamos trabajando para hacer realidad un nuevo sueño europeo, aunque para algunos en Bruselas sea una pesadilla".
El discurso, ahí sí están de acuerdo, es el mismo que él y sus socios -actualmente forman parte de la Europa de las Naciones Libres (ENF) Le Pen y Salvini- han utilizado en los últimos meses para calentar la campaña. El enemigo es el establishment europeo, “los burócratas” y “banqueros" que "están hundiendo el sueño europeo". El ataque a Euroopa es el pegamento. Pero, de momento, constan pocos datos y ninguna respuesta a los problemas que atraviesa actualmente la Unión. En parte, debidos al riesgo económico y financiero que supone Italia con su nuevo Ejecutivo (el país se encuentra ya en recesión técnica).
La presentación, de hecho, se produjo en el momento más tenso del gobierno desde que la Liga y el Movimiento 5 Estrellas firmaron el pasado junio su acuerdo de Gobierno. De hecho, el último rifirrafe se produjo a cuenta de la elección de Salvini de contar con Alternativas para Alemania en su coalición europea. Luigi Di Maio, líder de los grillinos, lamentó que la Liga se uniese a “negacionistas del Holocausto” y desató las protestas airadas de los alemanes.
La tensión vivida en los últimos tiempos ha tenido como origen cuestiones tan dispares como la inmigración, la bajada de impuestos que pretende llevar a cabo la Liga con la conocida como "flat tax" o la necesidad de llevar a cabo las obras para implantar el tren de alta velocidad entre Turín y Lyon. Sin embargo, parte de las broncas repsonden a una calculada escenificación que conviene a ambos partidoso antes de las elecciones europeas. Liga y M5S quieren aparecer como partidos distintos y recuperar el relieve perdido en los últimos meses, especialmente por parte de los grillinos, que ni siquiera tienen claro todavía en qué grupo en Bruselas podrán acomodarse tras los comicios de mayo.
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