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“Salvini y Orbán son los políticos más importantes hoy en Europa”

Steve Bannon, exasesor de Donald Trump y uno de los padres de la actual oleada populista, explica su relación con Vox y el asalto a Europa del grupo de partidos a los que aconseja

Steve Bannon, el domingo en el apartamento de su hotel en Roma. En vídeo, Bannon explica su visión sobre las elecciones europeas en un acto celebrado en Roma el pasado 21 de marzo.Vídeo: ANTONELLO NUSCA / EPV-AP
Daniel Verdú

A Steve Bannon (Norfolk, 1953), exasesor estratégico del presidente de EE UU, Donald Trump, y uno de los padres del nuevo populismo político, le preguntaron el jueves en la Biblioteca Angelica de Roma si era el diablo. “Dejo a la gente que decida por ella misma”, respondió devolviendo el poder al pueblo, como manda su canon político. Muchos en la capital de Italia, donde se ha convertido en un sospechoso habitual de los salones conservadores, aseguran que perciben el olor a azufre cuando abandona la estancia. Sucede en los círculos de la izquierda, pero también en el Vaticano, donde ha alentado la corriente de oposición a Francisco liderada por algunos cardenales como el estadounidense Raymond Burke.

Italia es la plataforma desde la que Bannon, asesor también del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y del vicepresidente de Italia, Matteo Salvini, está diseñando el esquema político para las próximas elecciones europeas. Un plan en el que Vox, con cuyos dirigentes comenzó a reunirse en 2017 en Washington y a quienes verá en España en la próximas semanas, explicaba él mismo este sábado en su apartamento de un hotel de Roma, tiene reservado un papel fundamental.

Pregunta. ¿Por qué le interesa tanto Roma?

Respuesta. Vine para las elecciones generales a seguir a Salvini y a la Liga y me quedé impresionado. Había un entusiasmo tremendo de gente joven usando Facebook Live y realizando campañas muy sofisticadas. Los partidos tradicionales perdieron la tracción. Rompieron el viejo paradigma de izquierda-derecha y tras las elecciones, vi a Salvini y le hice una propuesta. Sabía que quería llevar a la coalición de centroderecha al Gobierno con Silvio Berlusconi. Estuvimos cinco horas hablando y le dije que, en lugar de eso, podía dejar aparte las diferencias y trabajar con el M5S. Imagínese, es como si Trump y Bernie Sanders hubieran hecho un acuerdo así. Es revolucionario.

P. ¿Ha aconsejado ya a Salvini abandonar a M5S y volar por su cuenta?

R. Eso lo tiene que decidir la gente. Pero el acuerdo con China, por ejemplo, ya le ha distanciado. Es un error fundamental de Luigi Di Maio [vicepresidente de Italia y líder del M5S]. Es un terreno resbaladizo. China practica el capitalismo depredador. Puedo imaginar por dónde irán los tiros con este trato. Prestan dinero que no puedes devolver y se quedan con los bienes.

P. ¿Cuánto habla con Salvini?

R. No le diré cada cuánto, pero hablo múltiples veces cada semana con miembros senior de la Liga. He recibido a algunos de ellos en Estados Unidos en los últimos meses. Con Salvini tengo una relación excepcional, creo que él y Viktor Orbán son los dos políticos más importantes hoy en Europa.

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P. Muchas ideas las ha copiado de Trump.

R. Salvini es más populista que Trump… pero todo va sobre soberanía, sobre manejar tu propio destino. Es común a Orbán, Bolsonaro, Salvini o Trump. También a Le Pen, aunque no haya logrado gobernar.

P. ¿El M5S ha dejado de interesarle?

R. Bueno, son más de izquierdas… Yo soy un tío de derechas, más conservador. Así que tengo más afinidad con la Liga. Pero apoyé mucho que hicieran un acuerdo que será paradigma político en el futuro.

P. ¿Cobra por sus consejos?

R. No recibo ni un dólar de ningún Gobierno o partidos. No soy un consultor político.

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P. ¿Sus ingresos no dependen de la política?

R. No, nunca he tomado un céntimo.

P. Entonces, ¿por qué lo hace?

R. Porque he ganado suficiente dinero en mi vida para poder centrarme en lo que quiero en los últimos diez años. Y es este movimiento populista, por eso lancé Breitbart Roma y Breitbart Londres. La idea era tener infraestructura que apoyase el Brexit, a Nigel Farage, al M5S, la Liga… También ayudé a Bolsonaro y le recibí cuando vino a Washington.

Steve Bannon, ayer en su apartamento de un hotel en Roma.
Steve Bannon, ayer en su apartamento de un hotel en Roma.Antonello Nusca

P. ¿Trabajó con él desde el principio?

R. Sí. Mire, él y Salvini están muy cerca. Hablan de ley y orden en su país. Él está algo más centrado en la economía. Son gente dinámica. Más que Trump, él y Salvini defienden la idea de un occidente judeocristiano. Y es algo que también es cercano a Vox: familia tradicional, estructura de sociedad, guerra contra el marxismo cultural… Recuerde que este movimiento es populista, nacionalista y tradicionalista. Y Bolsonaro y Salvini son sus mejores representantes.

P. ¿Cómo les ayuda? ¿Les presta tecnología, sondeos…?

R. No soy un consultor político. Nunca he pisado una oficina de campaña. Cuando Trump estaba en el 12% le dije: ‘Si vuelves a las ideas básicas nacionalpopulistas con las que empezaste y a las que has renunciado, ganarás seguro. En 88 días lo tendrás’. Fue lo mismo que le dije a Bolsonaro en julio de 2018, cuando estaba en el 15%. Tenía un mensaje tan poderoso que si seguía confiando en él, aunque los medios dijeran que era el diablo, ganaría.

P. ¿Solo eso?

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R. Mire, dos de las operaciones más sofisticadas en la política de hoy son la suya y la de Salvini. Bolsonaro ganó la campaña con 750.000 dólares. Y Salvini con cuatro o cinco millones de euros y mucho Facebook Live. Esos tíos tienen la habilidad de convertir la política en un estilo de vida aspiracional.

P. La gente a la que usted asesora aspira a dar el golpe en unas elecciones europeas cruciales.

R. Son las elecciones más importantes en la historia de la UE. Marcarán el camino en una dirección u otra. Cuanta más participación haya, mayor será la victoria del movimiento populista. Hace tiempo nos daban el 20%, pero ha ido subiendo.

P. ¿Cuál cree que será el esquema tras las elecciones?

R. El plan francoalemán es crear los Estados Unidos de Europa. España será Carolina del Sur, Italia, Carolina del Norte. Quieren convertir naciones en unidades administrativas despojándolas de su esencia. Macron quiere más integración comercial, de mercados, de inmigración, un ejército… Su narrativa es “nosotros o el caos”. Pero la alternativa es una Europa de naciones, donde cada país gestionará sus problemas y les dará las soluciones adecuadas. Las decisiones las tomará la gente en España y no una panda de tecnócratas en Bruselas.

P. Un esquema perfecto para la hegemonía de EE UU.

R. Por favor… Vivís en La la land. EE UU quiere una Europa fuerte. No somos un poder imperial, sino revolucionario. No queremos protectorados, sino aliados.

P. ¿En el caso de Rusia también?

R. Rusia es una cleptocracia gestionada por el KGB y los oligarcas. Tienen un montón de armas, sí. Pero su economía tiene el tamaño del Estado de Nueva York. El enemigo está en otro lugar.

P. ¿Qué es The Movement, la plataforma registrada en Bruselas con Mischaël Modrikamen, abogado y miembro del minoritario Partido Popular belga?

R. Solo un motor evangelizador. Hacemos conferencias, cenas. Esta semana hay 8 partidos diferentes de Europa volando hacia Roma para tener reuniones conmigo. Habrá encuentros, hablaremos de estrategia y les daré todos los consejos que pueda. Luego empezaré mi viaje a España, pasaré una semana en EE UU y volveré aquí cuatro semanas para viajar a distintos países. Tenemos la idea de hacer más reuniones y sondeos, pero en algunos países no se puede hacer, a menos que te paguen.

P. ¿Cree que Salvini debería ser el líder del movimiento nacionalpopulista en Europa?

R. Quién sabe, hace dos años era desconocido. Pero sí, él y Orbán son los dos líderes lógicos.

¿Ocasio-Cortez? Me encanta. Tiene lo que hay que tener para ganar”

P. ¿Cuál es el objetivo?

R. Un tercio del Parlamento ya sería asombroso. 60 días son una eternidad en política, todo puede pasar. Y ahora las encuestas dicen que la Liga será el partido con más apoyo. ¿Entiende cómo le cambiará la vida con un Parlamento Europeo con Orban, Salvini y Le Pen liderando los mayores partidos?

P. ¿Cuándo entabló contacto con Vox?

R. Vinieron a verme hace dos años, en el verano de 2017, yo todavía estaba en la Casa Blanca. Vino una persona que trabajaba para ellos, no puedo darle el nombre, acompañado de dos miembros de su equipo. Les invité a cenar en mi casa, en la embajada Breitbart en el Capitol Hill. En aquella época eran menos que cero. Pero entendieron la lógica.

P. ¿Cómo piensa ayudarles?

R. Hablaré con sus líderes, trataré de motivarles, que piensen que lo que hacen es lo más importante ahí fuera. Las elecciones están en sus manos. Es lo que hacía con Trump cada día. Vox puede conseguir un resultado asombroso en España.

P. ¿Tiene algún dato?

R. No. Nada interno, lo que leo. Pero veo que pueden llegar al 15% y eso generaría una onda expansiva en Europa. ¡Un partido que sale de la nada!

P. Vox no es la Liga. Es un partido sin experiencia más basado en la oportunidad. No tienen una clase dirigente.

R. Como el M5S. Mire, la alcaldesa de Roma ni siquiera es abogada. Lo que me gusta de ellos es que son políticos ciudadanos, como Vox. Yo no estoy de acuerdo con Alexandria Ocasio-Cortez, pero hoy es la rockstar número uno de la política estadounidense. Ahora es tan fuerte como Nancy Pelosi, pero hace justo un año era camarera y cerraba el turno de noche. Hoy come en la misma mesa que Trump y Pelosi. Y estamos hablando de la nación más poderosa del mundo. De modo que todas las apuestas están abiertas y con Vox puede pasar igual. La política moderna mezclada con las redes sociales y con un mensaje adecuado te lo proporciona.

P. Entonces, ¿le gusta Ocasio-Cortez?

R. ¡Me encanta! Tiene lo que hay que tener para ganar. Determinación, coraje, tenacidad… Es verdad que no sabe mucho y lo que sabe es completamente equivocado, especialmente en economía. Pero tiene algo que no se entrena. Y si Vox consigue algo así, créame, el establishment se quedará en shock. No creo que haga falta ir a las universidades adecuadas. Eso ya lo hemos probado. El mundo cambia, piense en Trump, ¡es un tipo de reality show! [Hillary] Clinton quería ser presidenta desde que tenía 6 años. Fue a todos los colegios buenos, obtuvo su licenciatura en leyes… y la gente la rechazó. Por eso colapsa la vieja izquierda. Ojalá Cortez estuviera de nuestro lado. Lo dije en una reunión el otro día de los republicanos: necesitamos más camareros y menos abogados.

Trump se liberará de las cadenas y convertirá el ‘Informe Mueller’ en un arma”

P. ¿Cree que Trump acabará su mandato?

R. Sí. Por lo que he oído, y yo fui llamado durante 13 horas a declarar, se le dieron los documentos al fiscal Robert S. Mueller. Como no tengan detalles sobre la obstrucción a la justicia, Trump le dará la vuelta y utilizará el Informe Mueller para atacarles. Se liberará de las cadenas, convertirá ese informe en un arma. Ahora le veremos ir a la guerra. [la entrevista se realizó pocas horas antes de conocerse la decisión del fiscal].

P. ¿Cuál cree que será el ticket más peligroso para él?

R. Nadie estará cerca de ganarle. Pero podrían probar una combinación de Kamalla Harris y Beto O’Rourke como vicepresidente. Una mezcla de California y Texas. Su estrategia será centrarse en Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Florida. Trump ha bloqueado ya el medio oeste. Pero insisto, si no encuentran nada en las investigaciones en los próximos seis meses, ganará por más de lo que lo hizo en 2016. Les volverá locos. Han apostado tanto en el Informe Mueller… y Trump ofendido es peligroso. Se va a poner feo.

P. ¿No cree que esta visión de la política empobrece y simplifica demasiado el sistema?

R. Todo lo contrario. Tenemos una visión muy hipócrita sobre el tema, es una gilipollez. Yo he servido en la Marina, he estado en el Pentágono, fui a Harvard, trabajé en Goldman Sachs, tuve mi propia firma con socios en Japón… He estado en todos los consejos de administración y en la sala de guerra del Pentágono. Y créame, si me deja elegir entre que me gobierne alguna de las primeras 100 personas que aparezcan en un mitin de Vox en España o uno de los 100 políticos de mayor nivel, me quedo con los primeros. Tendrá un país gestionado de forma más correcta, eficiente y por gente que entiende la naturaleza humana. Esos son los famosos deplorables de Trump.

P. Por lo que dice, ¿qué tipo de partido cree que es Vox?

R. Un partido nacionalpopulista. No son profesionales, pero están orgullosos de ello. Están cerca de Bolsonaro y Salvini. Los detalles cambian en cada país, pero la filosofía es la misma: llevar la toma de decisiones cerca de la gente, soberanismo, seguridad y economía. La victoria de Vox es que ya ha trasladado su conversación al resto de la derecha: partidos como Ciudadanos y PP ya hablan como ellos. A eso lo llamo colocar el producto. Ahora los otros tendrán que convencer a la gente de que no son solo una copia. La clave es creer en ello para poder cumplir lo que se dice.

P. Muchos de los postulados de esta nueva política tienen aires totalitarios.

R. ¡Por favor! La gente dice “el final de la democracia”. Lo es porque los partidos aburridos de centro ya no pueden ganar. La crisis democrática es que han dejado de vencer los de siempre. ¡En EE UU votaron 130 millones de personas para las elecciones de medio mandato! Estamos divididos, pues fantástico. Eso es la democracia.

P. ¿Usted cómo combatiría el populismo?

R. La única manera es teniendo un plan de seguridad y economía que puedas implementar y cumplir. Pero los partidos de centro solo dicen “somos los expertos, vosotros los idiotas”. Nada cambia, pero piden que sigas votándoles. Asistimos a una revolución global de la gente corriente. En Polonia, Brasil, España, Italia… y también en Japón.

P. Todas estas recetas no funcionarían en un escenario sin crisis económica, sin problemas migratorios…

R. La crisis trae al populismo, definitivamente, porque las élites no tienen soluciones. Pero luego tienes que cumplir, como Trump. Lo hablé con él en campaña, si no, no sirve de nada. Él lo está haciendo. Yo soy un hombre de mercado, y cuando llegas al poder tienes que cumplir. Mire Guedes, ministro de Finanzas de Brasil. No estoy de acuerdo con él en muchas cosas, es un neoliberal de la escuela de Chicago. Yo soy un nacionalista… Pero tiene un plan y lo martillea cada día. Sube la Bolsa, hay entusiasmo.

P. Su interés por Roma también abarca al Vaticano. Déjeme que le pregunte sobre la crisis...

R. Le seré brutalmente franco: la cumbre sobre la pederastia fue un fracaso. La Iglesia católica tiene una crisis existencial. Pero los EE UU representan el 70% de su cash flow. Aquí no entienden que la Iglesia estadounidense estará liquidada financieramente en diez años. Esta crisis es masiva y tendrá muchas implicaciones. Desde que se celebró la cumbre, el Estado de Virginia Oeste ha sido acusado de encubrir pedófilos y ponerlos en las escuelas. En el Estado de Nueva York están abriendo casos. También pasó en Pensilvania con el gran jurado. Empezarán a confiscar hospitales y escuelas para pagar indemnizaciones y obligaciones. Fue asqueroso ver que en la cumbre no se habló de tolerancia cero. ¿Transparencia? Esto es una crisis y debe tratarse como tal. Si no, perderemos la Iglesia.

P. ¿Qué opina del acuerdo con China?

R. Es atroz. Han firmado un acuerdo con el Estado más totalitario del mundo y completamente ateo. Hay 20 millones de fieles santos a los que han dejado tirados. ¿Un acuerdo secreto? Lo único que te dicen es que elegirán ellos a los obispos. Todo esto terminará con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Eso es de lo que va todo esto. Y venderán a Taiwán y a todos sus cristianos.

P. Usted es cercano al cardenal Raymond Burke, un opositor declarado al papa Francisco.

R. Conozco a esos chicos, y sé que están decepcionados con el papa Francisco, que continúa diciendo que el mayor problema del mundo es el nacionalismo y el populismo. No los pedófilos homosexuales o el partido comunista. En política internacional no es infalible, y lo que está haciendo es horrible.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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