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Detenido un enfermero por la agresión sexual a una paciente incapacitada en Arizona

La policía asegura que el ADN del sospechoso coincide con el del bebé que nació de una paciente que llevaba una década sin poder comunicarse ni levantarse de la cama

Foto policial de Nathan Sutherland. En vídeo, declaraciones de una testigo sobre el caso.
Pablo Ximénez de Sandoval

Lo que había pasado estaba bastante claro. En un hospital de Phoenix, Arizona, una mujer de 29 años incapacitada para comunicarse o levantarse de la cama dio a luz un niño a finales de diciembre. La policía buscaba desde entonces a un sospechoso de violación. Pidió muestras de ADN a todos los trabajadores del centro. Este martes detuvo a un enfermero de 36 años llamado Nathan Sutherland. Su muestra genética coincide con la del bebé.

Nadie en el centro Hacienda Healthcare se había dado cuenta de que la paciente estaba embarazada prácticamente hasta el momento en que se puso de parto. La mujer empezó a gemir y el personal se dio cuenta de la situación allí mismo y le ayudó a dar a luz. El bebé es un niño, se encuentra sano y la familia de la mujer se ha hecho cargo de él. El suceso provocó una investigación criminal inmediata de la policía.

“Hemos trabajado sin parar en este caso desde el minuto uno”, dijo el miércoles Jeri Williams, la jefa de policía de Phoenix. “Se lo debíamos a la víctima. Le debíamos esta detención al nuevo miembro de nuestra comunidad, ese niño inocente”.

Dentro de la investigación, la policía obligó a todos los trabajadores del centro Hacienda a entregar muestras de ADN. La detención de Sutherland se produce porque su muestra coincide con el bebé. Sutherland se ha negado a hablar con la policía y se ha acogido a su derecho a no declarar. El miércoles, en su primera aparición ante un juez, le fue impuesta una fianza de medio millón de dólares.

El abogado de Sutherland pidió al juez una fianza más baja porque su cliente no tiene antecedentes. Dijo también que “no hay pruebas directas” de que cometiera el delito, según lo citó la agencia Associated Press. Reconoció que existe una prueba genética pero matizó que el detenido tiene derecho a encargar su propia prueba de ADN.

Sutherland era un enfermero del hospital que estaba a cargo del cuidado de la víctima en la época en la que debió producirse la agresión sexual. Llevaba viviendo en Arizona desde 1993 y trabajando en el hospital desde 2011. Según su abogado y el hospital, no tenía ningún antecedente. La prensa local indica que estaba casado, pero su esposa había pedido el divorcio a principios de diciembre. Tiene dos hijos de un matrimonio anterior.

La paciente es de la tribu San Carlos Apache, según informa France Presse. El abogado de la familia informó de que no estaba en estado vegetativo, como decían las primeras informaciones sobre el suceso. “No puede hablar pero tiene capacidad para mover sus extremidades, cabeza y cuello”, dijo la familia en un comunicado citado por la agencia. “Responde a sonidos y es capaz de hacer gestos faciales”. La mujer tiene “una discapacidad intelectual significativa” debido a "convulsiones que sufrió cuando era muy pequeña".

El hospital volvió a disculparse este miércoles con la familia y comunicó que Sutherland había sido despedido inmediatamente. El espantoso suceso ha provocado una investigación interna en el hospital, la revisión de sus contratos con el Estado y la dimisión del director ejecutivo de Hacienda Healthcare.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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