Ernest Urtasun: “Gibraltar debería ser considerado un paraíso fiscal”
El eurodiputado ecologista cree que la lista europea de paraísos fiscales se queda corta
Los Verdes europeos se han convertido en los últimos años en la formación más activa en la denuncia de los beneficios fiscales otorgados a multinacionales en la UE. Esa labor no solo ha llegado en forma de los habituales comunicados a través de los cuales los partidos fijan su posición: han publicado diversos informes sobre las ventajas de que disfrutan las grandes compañías en países como Malta, Holanda o Luxemburgo. El eurodiputado catalán Ernest Urtasun ha participado en la concepción de algunos de ellos, y advierte contra la tentación europea de apartar la vista de las prácticas tributarias cuestionables de algunos Estados miembros.
Pregunta. La lista de paraísos fiscales de la UE solo incluye terceros Estados. ¿Cuál es su opinión sobre ella?
Respuesta. Mi valoración actual de la lista es negativa. Empezó como un muy buen ejercicio de monitoreo de países fuera de la UE, con mucho rigor y un análisis en profundidad de los sistemas tributarios de una lista de alrededor de 90 jurisdicciones. De ese proceso de monitoreo surgió la primera “lista negra” donde 17 países fueron señalados como jurisdicciones no cooperativas y una lista gris de 47, con países que a pesar de incumplir algunos de los criterios se comprometían a resolverlo. Pero tan solo unos meses más tarde, algunos de los nombres más relevantes desaparecieron de la lista negra y pasaron a la gris. Fue el caso entre otros de Panamá, Corea, Macao, o los Emiratos Árabes Unidos. Ahí la lista perdió credibilidad, y ha sufrido un proceso de degradación que ha continuado hasta hoy, con retiradas de nombres injustificadas, mucha opacidad y sin medidas correctivas de ningún tipo.
El proceso de selección debería considerar a todos los países y ser aplicado rigurosamente a todos por igual, incluidos los Estados miembros de la UE. Pero actualmente la confección de la lista no se basa en criterios técnicos, la discusión en el Consejo sobre los países que han entrado y salido ha sido solamente política, retirando nombres de la lista en función de los intereses de cada país. Los Estados miembros solo pudieron llegar a un acuerdo sobre una lista negra descafeinada de paraísos fiscales, excluyendo muchas jurisdicciones opacas. Por ejemplo, EE.UU quedó fuera de la lista a pesar de incumplir el criterio de intercambio de información de forma flagrante. Todo ello fueron decisiones políticas del Consejo. Así que actualmente ha quedado una lista con solo 5 paraísos fiscales, todos ellos pequeñas jurisdicciones que no son ni mucho menos los grandes centros de actividad financiera offshore.
Además, la retirada de los nombres de los países se hizo con una total falta de transparencia. Ni siquiera los miembros de la comisión de investigación de los papeles de Panamá tenemos acceso a los compromisos de los terceros países. Eso es más restrictivo, por ejemplo, que los documentos de las negociaciones secretas del TTIP.
Para colmo, no disponemos de las medidas correctivas que hagan de esta lista sea una herramienta efectiva, especialmente en lo referente a sanciones. A escala europea se establecen medidas no fiscales, básicamente limitar el acceso al Fondo de Desarrollo Sostenible, la financiación del BEI y el Plan Juncker. Sin embargo, todas las medidas de carácter fiscal son meras recomendaciones para los Estados Miembros de la UE. No serán obligatorias medidas de mínimos como el incremento de la vigilancia de las empresas que operan en dichas jurisdicciones, ni modificar las retenciones a cuenta y las exenciones aplicables.
P. ¿Existen paraísos fiscales en la UE? ¿Cuáles?
R. Oxfam demostró en un estudio que Irlanda, Luxemburgo, Malta y los Países Bajos reúnen las condiciones establecidas por la propia UE para ser considerados paraísos fiscales. Lo mismo sucede en el caso del Reino Unido y sus dependencias de la Corona. Gibraltar debería ser considerado un paraíso fiscal y ha sorteado su incorporación a la lista gris, donde si están Jersey y Guernesey, por su estatus especial.
Pero es que incluso recientemente la Comisión Europea señaló en las recomendaciones del semestre europeo del año pasado a Bélgica, Chipre, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos por promover esquemas de planificación fiscal agresiva. Estos países fomentan la competencia fiscal desleal y tienen un impacto extraordinario en la pérdida de recaudación del resto de países europeos. Tan solo las grandes empresas salen beneficiadas. Hasta ahora ha habido sanciones importantes como los 13.000 millones a Apple por usar Irlanda para desviar impuestos y también a FIAT y Starbucks en Países Bajos y Amazon en Luxemburgo. McDonald’s se libró por poco. Todo ese dinero es una pequeña parte de lo que dejan de recaudar otros países, especialmente España, que sería con diferencia el país más beneficiado de una mayor armonización fiscal corporativa a nivel UE.
P. Estados como Luxemburgo defienden como legítima la competencia fiscal entre Estados. ¿No se corre el riesgo de que esas empresas salgan de la UE hacia destinos fiscales más ventajosos si aquí se suben impuestos como el de Sociedades?
R. Es especialmente dañino que existan jurisdicciones fiscales que permiten estos esquemas fiscales dentro de la UE, porqué es mucho más difícil de controlar determinados flujos al tratarse de un mercado único y existir normas específicas intracomunitarias en el Impuesto de Sociedades. No se puede defender mercado único, unión bancaria, unión de mercados de capitales y, en paralelo, ignorar la necesidad de integración de las normas tributarias.
P. ¿Hay riesgo de que Reino Unido decida competir fiscalmente con la UE tras el Brexit?
Ese riesgo existe y hemos visto movimientos en este sentido como el hecho de que McDonald’s trasladara su sede de Luxemburgo a Reino Unido. Por eso nuestro grupo situó las cuestiones fiscales como una prioridad a situar en el centro de las negociaciones del Brexit. Si el Brexit finalmente se hace efectivo, instaremos al Consejo a que actualice la lista negra, y Gibraltar debería entrar de inmediato en ella.
Pero además, será el momento ideal para que el Consejo desbloquee medidas correctivas relevantes en cuanto a competencia fiscal desleal con terceros países. Esperemos que por entonces la Comisión se atreva realmente a superar la regla de unanimidad y superar el bloqueo de estos pequeños países de la UE que están evitando los principales avances en justicia fiscal.