Mohamed VI y Macron inauguran en Marruecos un tren de alta velocidad
El trayecto entre los dos polos económicos del país, Tánger y Casablanca, se efectuará en dos horas en lugar de cinco
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, viajó este jueves a Marruecos para inaugurar junto a Mohamed VI el primer tren de alta velocidad que entrará en funcionamiento en el norte de África. La línea ferroviaria, construida por el grupo francés Alstom, se extiende a lo largo de 350 kilómetros y permitirá viajar entre las dos metrópolis económicas del país (Tánger y Casablanca) en dos horas, en lugar de las cuatro con 45 minutos actuales. El tren circulará a 350 kilómetros por hora en el trayecto Tánger-Kenitra, al norte de Rabat, y después a 160 kilómetros por hora sobre la red convencional adaptada hasta Rabat.
El trayecto Tánger-Kenitra pasa de tres horas y 15 minutos a 50 minutos. Y el de Tánger-Rabat se reduce de tres horas y 45 minutos a una hora y 20 minutos. El nombre del tren será Al Borak, en honor al caballo alado en el que según la tradición islámica el profeta Mahoma viajó de la tierra al cielo.
A pesar de que hay cientos de obreros trabajando día y noche desde hace varios meses en varios lugares estratégicos de la nueva línea, como la estación de Rabat, el tren de alta velocidad llega con tres años de retraso respecto a lo anunciado. La obra ha sido financiada por Francia en un 51% a través de préstamos, por varios países árabes en un 21% y por Marruecos en un 28%.
Macron y Mohamed VI se dirigieron sobre las tres de la tarde del jueves a las taquillas de la nueva estación de Tánger y recogieron dos billetes de tren, de forma simbólica. El precio de los viajes aún se desconocía en el momento de ser inaugurada la línea. Y también se desconoce la fecha en que los trenes estarán accesibles para los clientes. El medio digital Le360 informó de que los primeros trenes circularán antes de fin de mes, con una frecuencia de entre 12 y 15 viajes al día.
Mohamed VI firmó en 2007 un protocolo de acuerdo con el entonces presidente, Nicolas Sarkozy. Y en 2011 comenzaron las obras. En seguida se suscitaron los debates que aún hoy persisten: ¿Necesita Marruecos invertir en un tren de alta velocidad o más bien en colegios, hospitales o en extender la red ferroviaria actual a ciudades que no disponen de tren, como Uarzazate o Midelt? La inauguración se produce un mes después del descarrilamiento de un tren en Buknadel, a 30 kilómetros de Rabat, y en el que murieron siete personas y resultaron heridas 86. Tras ese accidente, las críticas en las redes sociales contra esta línea volvieron a arreciar en las redes sociales.
El objetivo estratégico trazado por el Estado marroquí es unir con estos trenes en 12 años los 800 kilómetros que separan Tánger y Agadir, de norte a sur, y los 600 kilómetros entre Casablanca y Uchda, de este a oeste. La empresa pública que gestiona la red ferroviaria marroquí, la ONCF, espera pasar duplicar en tres años los tres millones de pasajeros que en utilizan hoy en día la línea Tánger-Casablanca.
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