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La reapertura de fronteras refuerza al régimen de Siria

El estratégico paso comercial con Jordania y el de los Altos del Golán abren tras años de cierre

Juan Carlos Sanz

Vehículos y peatones han vuelto a atravesar en la mañana de este lunes el paso fronterizo de Nassib, un puesto estratégico para el comercio entre Europa y Oriente Próximo en la carretera que lleva de Damasco a Amán y un eje clave para la futura reconstrucción de Siria tras la guerra. Cerrada desde 2015, la aduana de Jaber, como es denominada en el lado jordano de la frontera, ha reabierto sus puertas después de que las fuerzas leales al presidente Bachar el Asad la reconquistaran el pasado mes de julio al expulsar a las milicias rebeldes del sur del país con apoyo de la aviación rusa. La simultánea reapertura del paso de Quneitra, en los Altos del Golán sirios –ocupados por Israel desde 1967 y anexionados en 1981—, marca un implícito reconocimiento de la victoria del régimen por dos de sus principales vecinos tras más de siete años de conflicto.

Cola de vehículos para atravesar el sector jordano de la frontera hacia Siria.
Cola de vehículos para atravesar el sector jordano de la frontera hacia Siria. Omar Akour (AP)

A pesar de que ya ha recuperado más de las tres cuartas partes del territorio, el Gobierno de Damasco solo controla la mitad de los 19 puestos fronterizos terrestres del país. Hasta ahora había dependido casi en exclusiva del paso libanés de Masnaa, en la ruta que enlaza la capital con Beirut. Todas las aduanas de la frontera turca, la principal entrada de suministros para la economía siria, se hallan en manos de fuerzas rebeldes kurdas o islamistas. El ministro de Exteriores, Walid al Mualen, anunció este lunes la próxima reapertura del paso de Abu Kamal con Irak, según informa Reuters. Esa zona del valle del Éufrates sigue estando amenazada, sin embargo, por milicianos del Estado Islámico que controlan el último reducto yihadista en el desértico noreste de Siria.

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La agencia estatal de noticias jordana Petra confirmó la plena apertura la frontera de Jaber-Nassib para todo tipo de vehículos, a pesar de que las autoridades de Amán habían indicado el domingo que solo iba a estar disponible para peatones mientras se reparaban las instalaciones y la carretera. Los ciudadanos sirios tendrán que someterse a un estricto control de seguridad por las patrullas de fronteras jordanas antes de recibir autorización para entrar en el país.

Este paso internacional y su zona franca resultan esenciales para los intercambios comerciales regionales, que por ahora tendrán que limitarse a los tránsitos entre los puertos de Líbano y el golfo Pérsico. Centenares de camiones lo atravesaban cada día antes del inicio de la guerra, con un flujo de bienes que alcanzó un monto de 530 millones de euros en 2010. Mercancías procedentes de Turquía —país que mantiene un acuerdo de unión aduanera con la UE— circulaban en casi todas las direcciones a través de Jordania, cuya economía se ha visto gravemente afectada por el conflicto en el país vecino. “El paso de Jaber es una arteria vital hacia Europa. Cerca del 70% de nuestras importaciones y exportaciones atravesaban antes Siria”, declaró a France Presse Nabil Romman presidente de la Comisión para las Inversiones de Jordania.

A primera hora de este lunes reabrió también sus puertas el paso de Quneitra, en los Altos del Golán. Este puesto fronterizo solo será utilizado por ahora por los cascos azules de Naciones Unidas que patrullan por la zona desmilitarizada establecida tras la llamada guerra de Yom Kipur, que libraron Siria e Israel en 1973. Los drusos, minoría asentada a ambos lados de la línea divisoria, no podrán por el momento atravesarlo para visitar a sus familiares, como ocurría antes de que estallara la guerra.

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La ONU y Estados Unidos han mediado para que se reanuden las tareas de vigilancia en el área del Golán, después de que las fuerzas internacionales tuvieran que replegarse al sector israelí en 2014 ante el recrudecimiento de los combates en esa zona. El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, reconoció en septiembre que el Ejército sirio había desplazado de la frontera a grupos rebeldes entre los que figuraban milicias afiliadas a Al Qaeda y al Estado islámico. Pese a los armisticios, Israel y Siria siguen técnicamente en guerra desde 1948.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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