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La UE apremia a May a que mejore su oferta para rematar el Brexit

Tusk advierte de que se mantienen las líneas rojas sobre la frontera entre las dos Irlandas y el mercado interior europeo

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (izquierda), recibe al primer ministro irlandés, Leo Varadkar. En vídeo, Tusk critica la comparación entre la UE y la URSS.Vídeo: STEPHANIE LECOCQ (EFE) / REUTERS-QUALITY

Ha sonado a ultimátum. Y, por desgracia para la primera ministra británica, ha evocado el portazo que recibió su propuesta de Brexit en la cumbre europea de Salzburgo del mes pasado. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha urgido este jueves a Theresa May a que mejore cuanto antes su oferta de salida de la Unión Europea ahora que ha logrado sobrevivir a los ataques euroescépticos dentro de su propio partido.

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"Decir la verdad, incluso si es difícil y desagradable, es la mejor manera de mostrar respeto a los socios. Así fue en Salzburgo y así será como trabajaremos en los próximos días", ha avisado Tusk a la líder británica a solo dos semanas de la próxima cumbre europea (17 y 18 de octubre). Y el presidente del Consejo le ha advertido de que la UE sigue unida, sin fisuras, y sin intención de moverse un milímetro en sus dos líneas rojas: preservar los acuerdos de paz en Irlanda y garantizar la integridad del mercado interior europeo, dos logros amenazados, según Bruselas, por el plan de May de salida conocido como Chequers.

Tras el varapalo de Salzburgo al plan Chequers, May acusó a los socios europeos de "falta de respeto" y se presentó ante la conferencia de su partido como la defensora de la dignidad británica. Y durante la conferencia tory, el secretario de Estado británico para Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, llegaba a comparar la UE con la Unión Soviética por no dejar salir a uno de sus socios.

"Las declaraciones inaceptables para subir la temperatura no lograrán nada salvo desperdiciar más tiempo", ha avisado Tusk. "Una vez concluida la conferencia del Partido Conservador [el miércoles], debemos volver al trabajo", ha urgido el presidente del Consejo tras un almuerzo de trabajo en Bruselas con el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.

La cita en Bruselas con el primer ministro irlandés, según fuentes comunitarias, es el pistoletazo de salida de la que puede ser la última y definitiva ronda de negociaciones. La próxima cumbre europea puede suponer el impulso definitivo a las negociaciones del Brexit (en cuyo caso se concluirían en noviembre o diciembre) o el descarrilamiento definitivo y la catastrófica salida sin acuerdo en marzo de 2019.

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Tusk se reunirá o hablará por teléfono con el resto de los primeros ministros, incluido el español, Pedro Sánchez, para cerrar la posición negociadora de la UE. Pero el polaco ya ha señalado tras reunirse con el irlandés que "nadie puede esperar que, como consecuencia del Brexit, la UE renuncie a sus valores fundamentales y a sus intereses vitales".

Las mismas fuentes esperan que en los próximos días May refine su propuesta de salida para cumplir las dos exigencias de la Unión Europea: que no se establezca una frontera física entre las dos partes de Irlanda y que no se viole la integridad del mercado europeo.

May esperaba cumplir ambos criterios con su plan Chequers, que sugería la libre circulación de bienes entre la parte británica de la isla y la República de Irlanda. Pero los 27 líderes de la Unión ya le dejaron claro en Salzburgo que no aceptan esa salida porque abriría un boquete en el mercado interior por el que podrían colarse productos en la UE a través de un país tercero como será Reino Unido a partir del 30 de mazo de 2019.

La prensa británica ha señalado que la nueva propuesta de May podría pasar por aceptar que Reino Unido continúe perteneciendo temporalmente a la unión aduanera. Una tremenda concesión que podría resultar inaceptable para buena parte del Parlamento británico, sobre todo, en la bancada más euroescéptica de los conservadores.

“Canadá plus, plus, plus”

La cumbre de octubre también aspira a esbozar la futura relación con Reino Unido. Fuentes europeas adelantan que el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, presentará en la cita "las grandes líneas" de lo que podría ser la declaración sobre esa futura relación, pieza clave para ayudar a May a convencer al Parlamento británico de la bondad de un acuerdo de salida en el que tendrá que ceder.

Bruselas mantiene su oferta de cerrar con Londres un acuerdo de liberalización comercial y de colaboración política sin precedentes en la historia de la UE por su alcance y profundidad. "La oferta de la UE no es un acuerdo como el de Canadá, sino un Canadá plus, plus, plus", ha señalado Tusk, en alusión al acuerdo comercial (CETA) cerrado con el país norteamericano, al que se añadiría un mayor acceso a los mercados europeos, cooperación en seguridad interna y colaboración en política exterior.

“La URSS tenía gulags; la UE, libertad y derechos humanos”

"Comparar la Unión Europea con la Unión Soviética es tan insensato como insultante", ha arremetido este jueves el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, contra el secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt. El número dos de Exteriores acusó el domingo a la UE de convertirse en una cárcel que impide la salida de los miembros que lo desean, como Reino Unido. "La UE fue creada para defender la libertad. Era la URSS la que impedía salir a la gente", señaló Hunt durante una intervención en la convención del Partido Conservador británico.

Tusk, conocido por su lenguaje directo, ha recordado a Hunt que "la Unión Soviética consistía en cárceles y gulags, fronteras y muros, violencia contra sus propios ciudadanos y contra los vecinos. La Unión Europea es libertad y derechos humanos, prosperidad y paz, una vida sin temor, con democracia y pluralismo y un continente sin fronteras internas ni muros".

Como polaco y antiguo militante del sindicato Solidaridad, Tusk ha apelado a su propia experiencia para rebatir a Hunt: "He pasado la mitad de mi vida en el bloque soviético y sé de lo que hablo".

Además, el presidente del Consejo ha advertido al secretario de Estado británico que "el espíritu soviético sigue vivo, como prueba el ataque en Salisbury", en alusión al reciente ataque químico en suelo británico atribuido a los servicios secretos del Kremlin.

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