Trump usa el asesinato de una joven a manos de un mexicano sin papeles para atizar contra la inmigración
La víctima de 20 años estuvo desaparecida un mes en Iowa. El mandatario responsabilizó a las “desgracias” leyes y defendió que esto “nunca debiera haber sucedido”
Estados Unidos estuvo un mes buscando algún rastro de Mollie Tibbetts. La joven de 20 años salió a correr en Brooklyn, Iowa, el 18 de julio y nunca regresó. Los agentes entrevistaron a más de 500 personas y la recompensa para quien diera con ella creció acorde a la desesperación de los padres. Finalmente, una cámara de seguridad mostró un coche merodeando cerca de la estudiante mientras trotaba. El Chevy Malibu negro pertenecía a Cristhian Bahena Rivera, un inmigrante mexicano sin papeles de 24 años que este martes confesó haber matado a Tibbetts. El presidente Donald Trump aprovechó lo sucedido para vincular el crimen con la inmigración ilegal e hizo un llamamiento a votar a los republicanos para cambiar las leyes durante un mitin: "Esto nunca debiera haber sucedido”.
En su estilo, el mandatario estadounidense se refirió al asesinato de Tibbetts durante un mitin el martes por la noche en West Virginia: "Escucharon hoy de la llegada de un inmigrante ilegal, muy tristemente de México, y lo que le sucedió a esa increíble y hermosa joven", introdujo el mandatario. "Nunca debería haber sucedido… estaba ilegalmente en nuestro país. Las leyes de inmigración son una desgracia, tenemos que cambiarlas, pero tenemos que tener más republicanos para eso", dijo el presidente a cuatro meses de las elecciones legislativas.
Las autoridades estatales y federales arrestaron a Rivera este lunes. El joven de 24 años oriundo de Guayabillo, una comunidad de menos de 500 habitantes en el estado mexicano de Guerrero, vive de forma irregular desde hace cuatro a siete años en Estados Unidos. En el vídeo de seguridad obtenido durante un escrutinio vecinal se ve a Tibbetts corriendo en la zona este de Brooklyn mientras Rivera conduce de ida y vuelta en numerosas ocasiones, según una declaración jurada de causa probable presentada este martes. “No puedo hablar de los motivos que lo llevaron a cometer el asesinato, solo puedo decir que parece que la siguió, pareció sentirse atraído hacia ella, y por la razón que fuera decidió secuestrarla”, explicó en una rueda de prensa el agente especial Rick Rhan.
Rivera le dijo a las autoridades que vio a Tibbetts corriendo y "la persiguió en su vehículo". Más tarde, estacionó el coche y comenzó a correr cerca de ella. "En un momento dado, nos dijo que Mollie agarró su teléfono y le advirtió: 'Debes dejarme en paz. Voy a llamar a la policía'. Luego, ella salió corriendo y él, a su vez, la persiguió". El asesino confeso dice que ante la amenaza de llamar a la policía lo hizo entrar en pánico y no recuerda qué pasó después, según la declaración jurada. Cuando fue a sacarla del maletero, "notó sangre en el costado de la cabeza". La dejó bocarriba en un maizal cubierta de hojas a 20 kilómetros de donde se encontraron. Él mismo llevó a las autoridades a donde había dejado el cuerpo.
Al conocerse el origen del asesino, el suceso se trasladó al terreno político. Los senadores republicanos Chuck Grassley y Joni Ernst defendieron que esta muerte “se podría haber evitado”. Por su parte, Trump está empecinado en relacionar a los sin papeles con la delincuencia. Ha sostenido en numerosas ocasiones que México envía hacia el norte a “violadores” y “criminales” y que las organizaciones criminales están “explotando” las vulnerabilidades en la frontera sur para meter a su gente en el país. La construcción de un muro fronterizo es uno de los pilares de su política migratoria, pero a casi dos años de haber llegado a la Casa Blanca todavía no consigue los apoyos presupuestarios para llevarlo a cabo.
La gobernadora republicana de Iowa, Kim Reynolds, declaró que “la búsqueda de Molly ha terminado, pero la demanda de justicia acaba de comenzar”. "Estamos enojados porque un sistema de inmigración roto permitió que un depredador como este viviera en nuestra comunidad, y haremos todo lo que podamos para hacer justicia al asesino de Mollie". Por la información que se conoce hasta ahora, Rivera no tenía antecedentes penales y no está claro si alguna vez estuvo sujeto a procedimientos de deportación anteriores. El mexicano era un empleado de Yarrabee Farms en una granja desde hace cuatro años.
Rivera está cooperando con los investigadores ayudado de un traductor, según detalló el agente Rahn. Una condena por asesinato en primer grado conlleva una sentencia obligatoria de cadena perpetua sin libertad condicional en Iowa, que no tiene la pena de muerte.
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