Mugabe reaparece en vísperas de las primeras elecciones de Zimbabue tras su salida del poder
El expresidente niega el voto a su sucesor en el Gobierno
El expresidente de Zimbabue, Robert Mugabe, de 94 años, no ha podido evitar la tentación de volver a ser el protagonista y, en vísperas de las históricas elecciones de este lunes en Zimbabue, el anciano Mugabe ha reaparecido, por sorpresa, en plena jornada de reflexión. Tras un enjambre de micrófonos, en una butaca demasiado baja colocada en la pagoda de su lujosa residencia de la capital, la llamada Casa azul, el hombre que ha gobernado el país durante 37 años ha roto el largo silencio. Un mutismo impuesto desde que, en noviembre pasado, su propio partido le retiró el cetro con un peculiar golpe de Estado, sin violencia y con concesiones.
Lo ha hecho con un discurso largo, disperso y lento. Dos horas para lamentarse de cómo se le barrió del poder el año pasado, para criticar el actual Gobierno de Emmerson Manangagwa, y para dejar claro que no le va a votar. “No puedo votar a aquellos que me han atormentado”, ha dicho Mugabe, “mi elección saldrá de los otros 22 candidatos”. Mnangagwa, alias el Cocodrilo, fue uno de los grandes aliados de Mugabe durante casi toda su presidencia, una mano derecha encargada de accionar la violencia cuando el régimen la reclamaba. Pero Mnangagwa ha acabo siendo también el hombre que le reemplazó, el único que ha conseguido jubilar a la fuerza a un Mugabe que muchos zimbabuenses creían que gobernaría hasta el día de su muerte.
Robert Mugabe no votará, por tanto, por el partido que él fundó y lideró durante casi cuatro décadas, el ZANU-PF. En cambio, ha apuntado que su papeleta podría ir a favor de su histórico rival, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés), en un giro de guion tan cerrado como el malestar que le ha quedado al incombustible Mugabe.
“¿Qué queda? Creo que solo queda Chamisa”, ha dicho Mugabe, insinuando que mañana su voto irá para Nelson Chamisa, el joven líder de la oposición que disputará la hegemonía del ZANU y la presidencia a Mnangagwa. Los sondeos la ventaja a Mnangagwa, pero con una ligera distancia. Chamisa, abogado de 40 años, tiene las cartas del cambio y de la nueva generación. Con un 44 % de los votantes menores de 35 años, la juventud es clave en estos comicios en los que se ansía el cambio pero que pueden representar también una consolidación del régimen más allá de Mugabe.
Chamisa tomó el relevo del partido el pasado mes de febrero, cuando murió de cáncer su carismático líder Morgan Tsvangirai. Como tantos otros miembros de la opción y activistas, cató la represión del gobierno de Mugabe. En 2007, los agentes de seguridad le fracturaron el cráneo en el aeropuerto, cuando iba a viajar.
Con más de cinco millones y medio de votantes registrados, Zimbabue vota este lunes el rumbo de su futuro, con Robert Mugabe, esta vez, sólo de testigo.
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