Diez detenidos en Francia por preparar atentados contra musulmanes
Las autoridades temen el regreso de un terrorismo ultra después de años de dar prioridad al yihadismo
Cuando se habla de “operación antiterrorista” en Francia, en seguida se piensa en yihadistas. Esta vez fue distinto. La policía francesa detuvo en la noche del sábado en varias regiones del país a 10 hombres sospechosos de pertenecer a un grupúsculo de extrema derecha que preparaba atentados contra musulmanes. Uno de los detenidos es un policía jubilado. Aunque poseían armas o preveían adquirirlas, los planes no parecían inminentes. La existencia del grupo, que llevaba tiempo vigilado, refuerza el temor de los servicios secretos a un regreso del terrorismo ultra.
Los presuntos terroristas querían atacar a imanes radicales, a yihadistas recién salidos de prisión y a musulmanas con velo en la calle, según fuentes de la investigación citadas por los medios franceses. Los agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI, los servicios de inteligencia en territorio francés, responsables entre otros del contraespionaje y de la lucha antiterrorista) detuvieron a dos personas en la isla de Córcega y a otras en la región de París y en los departamentos occidentales de Vienne y Charente Maritime. El 13 de abril, la Fiscalía de París había abierto una investigación preliminar por "asociación de malhechores en vista a la preparación de uno o varios crímenes", según un comunicado del Ministerio del Interior.
Liderados por un expolicía identificado como Guy S., los sospechosos pertenecían a un grupo desconocido que recibe el nombre de Acción de Fuerzas Operativas (AFO). Preparaban, según fuentes de la investigación citadas por la agencia France Presse, “un proyecto de paso al acto violento de contornos mal definidos en este estadio, que tenían por objetivo personas de confesión musulmana”. En un mensaje en la red social Twitter, el ministro del Interior, Gérard Collomb, confirmó las detenciones y elogió “el compromiso constante de la DGSI que vela cada día por la protección de los franceses ante toda acción violenta, venga de donde venga”.
Desde los atentados de 2015 en Francia, la prioridad de las autoridades francesas ha sido el yihadismo. Pero las detenciones de este fin de semana no son las primeras en la órbita ultra. El pasado octubre, la policía detuvo a 10 personas de entre 17 y 25 años que planeaban atentar contra políticos y contra mezquitas. Mantenían vínculos con Logan Alexandre Nisin, un militante de extrema derecha que había sido detenido unos meses antes. Este grupo se hacía llamar OAS, el mismo nombre de la organización terrorista que a principios de los años sesenta se opuso a la independencia de Argelia y atentó sin éxito contra el entonces presidente, el general De Gaulle.
En 2016, ante la comisión de defensa de la Asamblea Nacional, el entonces jefe de la DGSI, Patrick Calvar, se declaró inquieto por el regreso de la amenaza ultra y por un futuro enfrentamiento violento entre comunidades. “Europa se encuentra en gran peligro: los extremismos avanzan y nosotros, los servicios interiores, estamos desplazando recursos para interesarnos por la extrema derecha que está a la espera del enfrentamiento”, dijo Calvar a los diputados. “Dos o tres atentados más y ocurrirá. Nos corresponde, pues, anticipar y bloquear a estos grupos que querrían, en un momento y otro, desencadenar enfrentamientos intercomunitarios”.
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