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Un muerto y seis heridos en una protesta en una ciudad del sur de Irán

Las quejas contra una reorganización administrativa sacan a la luz un nuevo foco de malestar lejos de la capital

Ángeles Espinosa
Hasan Rohani el 8 de mayo de 2018, en Teherán.
Hasan Rohani el 8 de mayo de 2018, en Teherán.EFE

Al menos una persona ha resultado muerta, seis heridas y un centenar detenidas durante una protesta en una ciudad del sur de Irán, según han reconocido este jueves fuentes oficiales. Al parecer, la convocatoria contra un proyecto de reorganización administrativa en Kazerun (provincia de Fars) se volvió violenta después de que la policía disparara contra los manifestantes que exigían la liberación de los detenidos. A tenor de los eslóganes, la cita ha podido servir de excusa para airear el malestar con la realidad económica.

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“La situación está bajo control aunque hay incidentes dispersos”, ha declarado el gobernador de la provincia de Fars, Esmaeil Tabadar, en una entrevista con la agencia ISNA. Este responsable ha insistido en que “sólo hubo un muerto” y pedido a la gente que desconfíe de las redes sociales. Algunas noticias difundidas por esa vía elevaban los muertos a tres.

Con anterioridad, la agencia Fars, el primer medio autorizado en hacerse eco de los disturbios, contó que “un pequeño número” de manifestantes se concentró la víspera en Kazerun, a 900 kilómetros al sur de Teherán, e “incendió una comisaría de policía”. Esa fuente atribuyó la convocatoria a Telegram, una aplicación de mensajería recientemente prohibida en Irán.

De acuerdo con un testimonio recogido por BBC Persa, “varias personas” fueron detenidas durante la manifestación de la tarde y eso motivó que a última hora la gente se concentrara ante la comisaría para pedir su liberación. “Los disparos de la policía elevaron la tensión. Los manifestantes entraron en el cuartelillo y lo incendiario”, declaró el testigo.

Desde hace algunos meses, esa ciudad de 150.000 habitantes viene siendo escenario de protestas pacíficas contra un proyecto oficial de segregar varios barrios de la comarca del mismo nombre para convertirlos en una localidad independiente. Las quejas motivaron que el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, llamara a consultas a su representante en Kazerun, el hoyatoleslam Jorsand. A su regreso de Teherán, tres semanas atrás, dio a entender que el plan había sido suspendido y que debían terminarse las movilizaciones.

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Sin embargo, los eslóganes que se oyen en las grabaciones de las redes sociales se parecen mucho a los que se corearon durante la ola de manifestaciones antigubernamentales que sacudió el país entre el 28 de diciembre y el 3 de enero pasados. Entonces las motivaciones fueron sobre todo económicas y la represión se saldó con 21 muertos, según cifras oficiales.

“Apoyan a Gaza, pero traicionan a Kazerun” o “Radio, televisión, vergüenza, vergüenza”, han vuelto a repetir los manifestantes. E incluso “Nuestro enemigo está aquí, mienten quienes dicen que es América”, un lema con un mensaje muy político que contradice la línea oficial y resulta especialmente delicado en un momento en que el régimen tantea cómo responder a la salida de EE UU del acuerdo nuclear. Los medios ultras enseguida han apuntado hacia una mano enemiga; el Gobierno, la de sus rivales políticos.

Incluso el vicepresidente Eshaq Jahangiri ha advertido del riesgo de que algunos sectores exploten la situación. “Hay que solucionar el problema de Kazerun. No se puede permitir que todos los días salgan a las calles y haya quien aproveche para difundir sus eslóganes”, ha declarado. Según él, “el Gobierno no ha tomado ninguna decisión sobre la división”.

“La situación en las provincias es tan crítica que no hace falta la intervención de nadie”, señala un analista iraní.

De momento, esta mañana los colegios de Kazerun han permanecido cerrados, según el Ministerio de Educación, debido “a la contaminación por polvo”. Y diversos testimonios en las redes sociales aseguran que las fuerzas antidisturbios han cerrado los accesos a la ciudad para impedir la llegada de gente de las localidades vecinas.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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