Miles de personas salen a la calle en Siberia para exigir dimisiones por el incendio del centro comercial
Putin, de visita en la zona, habla de "negligencia criminal" y ha prometido castigar a los culpables
Miles de personas han salido a la calle en la ciudad siberiana de Kémerovo para exigir respuestas por el incendio en el centro comercial en el que el domingo murieron 64 personas, 41 de ellas niños. Indignados por las condiciones que impidieron evacuar el complejo, que tenía las salidas de emergencia bloqueadas y la alarma de incendio desactivada, y por la mala gestión de las autoridades, los manifestantes exigen dimisiones. Además, no confían en las cifras oficiales de muertos y fallecidos que han hecho públicas las autoridades; creen que en el incendio murió más gente. Según el Comité de Invesgigaciones, 67 personas siguen desaparecidas de acuerdo con denuncias oficiales hechas por familiares, y otras fuentes sostienen que los desaparecidos podrían ser hasta 85. Congregados frente a las oficinas centrales del Gobierno local, los manifestantes han coreado: "¡Queremos saber la verdad!", "¡Murió más gente!", "¡Dimisión!".
La catástrofe del centro comercial Zímnaya Vyshnia (Cereza de Invierno), la más grave ocurrida en el país desde 2009, cuando 153 personas murieron en el incendio de un club nocturno en la ciudad de Perm, ha sacudido a Rusia en plena resaca poselectoral. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha llegado a Kémerovo (alrededor de medio milón de habitantes, a unos 3.600 kilómetros al este de Moscú) este martes y ha afirmado que en el caso se han producido conductas de "negligencia criminal" y ha prometido que se castigará a todos y cada uno de los culpables.
"¿Qué está pasando aquí? Esto no es guerra, no es una inesperada explosión de metano en una mina de carbón. La gente vino a relajarse con sus hijos. Estamos hablando de demografía y perdemos a tanta gente. ¿Por qué? Debido a alguna negligencia criminal, debido al descuido", clamó el presidente recién reelegido en una reunión con autoridades locales y federales en la ciudad.
"No tengáis la menor duda: todos los culpables serán castigados", prometió Putin durante un encuentro con el alcalde de la ciudad, Iliá Serediuk, y un grupo de 15 ciudadanos en el depósito de cadáveres al que habían sido trasladados los restos de las víctimas adultas del incendio. Aunque no estaba previsto, el mandatario accedió a reunirse con el grupo de ciudadanos que actuaba en representación de las personas que se manifestaban en la plaza de los Soviets. En esa reunión, Putin trató de calmar los ánimos y aseguró que no tiene sentido cuestionar la veracidad de las cifras oficiales de fallecidos y aconsejó no dar crédito a las informaciones que se difunden en las redes sociales.
La indignación popular va en aumento a medida que se van conociendo detalles de la tragedia, cuya causa más probable, según la investigación, fue un cortocircuito. Los investigadores establecieron que el sistema de alarma antiincendio del centro comercial llevaba varios días desconectado y que las puertas de los dos cines situados en su cuarta planta se hallaban bloqueadas en el momento del siniestro.
El jefe del Comité de Investigaciones de Rusia, Alexandr Bastrikin, informó a Putin de que nada más declararse el incendio "la mayor parte del personal del centro comercial huyó, abandonando a su suerte a niños y adultos". Según Bastrikin, los primeros en salir corriendo fueron los responsables de la seguridad del edificio y de evacuar al público en caso de incendio. El fuego se declaró a media tarde del domingo, cuando el centro comercial se encontraba lleno de familias, en la cuarta planta del edificio, donde además de los dos cines había un centro de juegos infantiles.
Este martes, las concentraciones en memoria de los fallecidos y en repulsa por lo ocurrido se han repetido en varias ciudades de todo el país, como en Moscú y en San Petersburgo, en las que cientos de personas han salido a la calle con flores y velas.
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