El viudo de Jo Cox dimite de varias ONG por verse envuelto en casos de acoso sexual

El viudo de Jo Cox, la diputada británica asesinada hace dos años por un ultraderechista, ha abandonado las dos ONG creadas en memoria de su esposa tras verse involucrado en sendas denuncias por acoso sexual. Brendan Cox ha negado que intentara forzar a una mujer en la Universidad de Harvard, hace dos años, aunque sí ha admitido su “conducta inapropiada” con una antigua colega de la organización Save the Children. En un comunicado emitido este domingo, califica de “exgeradas” estas acusaciones, pero al tiempo reconoce que pudo haber “traspasado la línea”.

El rostro de Brendan Cox es bien conocido por el público británico desde que el asesinato de su mujer, el 16 de junio de 2016 y en plena campaña del referéndum sobre el Brexit, conmocionara al país. Un individuo ligado a grupos de extrema derecha apuñaló y disparó a la diputada en plena calle.

El viudo, y padre de dos niños pequeños, fundaba poco después las organizaciones benéficas More in Common y Jo Cox Foundation, de cuyas funciones acaba de dimitir. “Si bien no acepto las alegaciones presentadas [por una mujer cuya identidad no ha sido desvelada] ante la policía de Cambridge, Massachusetts, reconozco que durante el tiempo en que trabajé para Save The Children cometí errores”, reza su declaración difundida esta mañana.

El texto alude a la información publicada hace justo una semana por el Mail on Sunday sobre dos supuestos casos de abuso sexual que le involucran. Cox niega categóricamente que incurriera en “toqueteos inapropiados” a una mujer durante una visita a la Universidad estadounidense de Harvard que realizó en 2015. En cuanto a su comportamiento durante su etapa de gestión en Save the Children, la propia organización ha confirmado que fue suspendido tras las acusaciones de acoso formuladas por una colega, pero que decidió dimitir de su puesto de jefe de estrategia antes de que concluyera la investigación del suceso. El director ejecutivo de la ONG, Kevin Watkins, ha ordenado una revisión del sistema que tramita las quejas sobre el comportamiento del personal en el lugar de trabajo.

En su comunicado de este domingo, Brendan Cox explica que en el pasado se había centrado en rebatir lo que considera que son acusaciones falsas, "pero ahora me he dado cuenta de que es más importante asumir la responsabilidad de lo que he hecho", se lee. En esa decisión cuenta con el respaldo de la familia de su mujer, tal y como ha subrayado Kim Leadbeater, hermana de la difunta Jo Cox, quién también trabajó en Oxfam antes de saltar a la política y convertirse en diputada.

Hace ya dos años, el mismo Mail on Sunday ya informó sobre las acusaciones de “conducta inapropiada” vertidas contra Cox —entonces un desconocido para el público— por una trabajadora de Save the Children. El tabloide procuró nuevos detalles sobre aquel y un segundo caso (el de Harvard) en su edición del pasado domingo, coincidiendo con la difusión del escándalo sexual que ha implicado a directivos y cooperantes de Oxfam Gran Bretaña (la filial más potente de la  coonfederación Oxfam) en Haití.

El director ejecutivo de Oxfam Gran Bretaña, Mark Goldring, reiteraba sus disculpas en una entrevista con el diario The Guardian publicada el sábado, pero también consideraba “desproporcionadas” las críticas vertidas a la ONG. El escándalo sobre la explotación sexual de las víctimas del terremoto que asoló Haití en 2010, y que se ha traducido en la merma de donaciones “vitales”, ha sido a su entender manipulado por quienes buscan acabar con los programas de ayuda internacional. “¿Hemos asesinado a bebés en sus cunas? La escala y la intensidad de los ataques es desproporcionada en relación con el nivel de culpabilidad”, sostiene Goldring en una polémica aseveración.