Hincha de Racing, tanguera y, ahora, campeona del Pasapalabra argentino

Más información

El arte de repartir dinero, un clásico de la televisión

Una medalla policial al valor por ganar el rosco de ‘Pasapalabra’

“Propenso a concebir sospechas o a tener desconfianza”. Esa fue la última consigna que Iván de Pineda, el conductor en Argentina del popular programa Pasapalabra, le leyó a Martina Barraza. Fue justamente la confianza de la joven de 22 años la que le hizo interrumpir al anfitrión para susurrar “suspicaz” con el último hilo de voz que negoció con la emoción de saberse ganadora antes de tiempo, y que estalló en lágrimas cuando el círculo se completó de letras verdes. “Todavía no entiendo nada. El teléfono no para de sonar y recibí mucha buena onda en las redes sociales”, cuenta, todavía exultante, la joven ganadora que en medio del programa no pudo ocultar su amor futbolero: “¡Aguante Racing, es todo lo que puedo decir!”, gritó al aire a modo de festejo, sin olvidar de su pasión futbolera.

“Barrio, goloso, indumentario, maratón, ovulación, romance, tomar, extractor, pasapalabra”. Sin dejar hablar al conductor, y de un solo saque, Martina dijo ocho palabras correctas y así quedó a las puertas de la victoria, con una sola palabra por adivinar y diez segundos de gracia. En diálogo con EL PAÍS revela que en ese momento “no tenía la palabra, pero un segundo después se me apareció y por eso me puse a llorar”. La emoción era compartida tanto por de Pineda, como por su contrincante y todo el equipo de producción que, según la joven que además baila tango desde los cinco años, “se mordían las uñas detrás de cámara de los nervios”.

Fue la décima participación de Martina en Pasapalabra y la segunda persona que logra completar El Rosco. El anterior fue Horacio Moavro que, al igual que Julio Escartín en España, completó la rueda en su primera participación. A medida que Martina avanzaba en la rueda, las redes sociales sólo hablaron de ella en Argentina y fueron muchos los que compartieron historias de Instagram apuntando a los televisores.

“Desde el primer día que estuve me mandaron un montón de mensajes por las redes y la primera vez que me reconocieron en la calle me quedé dura”, recuerda Martina, “Fue en el colectivo, con gente que te toca el hombro y te reconoce, otros te miran pero les da vergüenza acercarse. Pero ayer explotó el móvil. Sin dudas, esa buena energía me ayudó para terminar bien el programa”.

“El primer día completé 23 palabras, sólo me quedaron ‘conciencia’ y ‘tentativa’. En el segundo tuve 24 y me quedó ‘atalaya’, que no la saqué, y después siempre me faltaron cinco para el peso”, recuerda la joven que en 2016 se recibió de licenciada en Edición en la Universidad de Buenos Aires y un año más tarde ya trabajaba para una prestigiosa editorial. “Todos me ayudaron. Mis jefes me dejaban salir más temprano por los horarios de grabación y en el canal se vivió un ambiente muy bueno donde me tiraron mucha energía. Me fui haciendo amigos de todos, la producción, los técnicos, el control y el director. Estaban todos muy felices porque gané”.

La joven nació en Villa Celina, un barrio de casas bajas y habitado por trabajadores y fue su hermano Julián, de 18 años, quien le convenció a participar. “Yo creo que la profesión me ayudó a ganar, porque estoy todo el día rodeada de textos. Mi preparación fue ver programas anteriores, porque no podes aprender vocabulario en diez días”, afirmó. Con el dinero ayudará a pagar algunas deudas familiares, tal como pasó hace más de una década, cuando también ganó en un programa de entretenimientos llamado Mini Pulsaciones, aunque en ese momento el botín fueron un puñado de electrodomésticos, porque era menor de edad. Esta vez embolsa 1.340.000 pesos (67.000 dólares) aunque parte de ese dinero se irá en un sinfín de asados de celebración que familia y amigos se apuran en organizar.