Melania regresa al primer plano tras el escándalo de la actriz porno Stormy Daniels
La primera dama reaparece con el presidente tras cancelar su viaje a Davos y pasar unos días sola en Florida
Melania Trump reapareció este martes. Tras semanas fuera de los focos por el escándalo de Stormy Daniels, la actriz porno que tuvo una aventura con Donald Trump, la primera dama acompañó al presidente en su discurso del estado de la Unión. El gesto, en una de las citas más solemnes e importantes del calendario, simbolizó una reunificación pública de la pareja presidencial después de que Melania cancelase sus planes de viajar la semana pasada con Trump a Davos. Pese a la aparición, la primera dama guardó sus distancias y rompió con el protocolo: la pareja presidencial viajó al Capitolio en coches separados y su única interacción fue un ligero saludo con la mano que hizo el presidente hacia el palco de Melania antes de comenzar su intervención.
La primera dama, una de las más discretas y menos activas de las últimas décadas, pasa por uno de sus momentos más bajos. Quizás por eso el hemiciclo la recibió en pie con una calurosa ovación. El drama comenzó a mediados de enero, cuando el Wall Street Journal destapó que los abogados de Trump habían pagado 130.000 dólares a la actriz porno para prohibirle hablar públicamente sobre su relación con el ahora presidente. La aventura extramarital del magnate ocurrió en 2006, cuando Melania estaba embarazada del hijo de la pareja, Barron.
En el ala este de la Casa Blanca, donde Melania tiene su despacho, la información desató la furia de una mujer hasta ahora discreta y comedida, en contraste con la impulsiva personalidad de su marido. Fuentes citadas por The New York Times afirmaron que la primera dama, indignada por el escándalo, rompió con el protocolo y la agenda del presidente. Además de cancelar su viaje a Davos con Trump, Melania viajó al club Trump de Mar-a-Lago, en Florida, para pasar unos días de spa y relajación. En las redes, el día que cumplió un año en la Casa Blanca, la primera dama colgó una foto de ella con un soldado de la escolta presidencial, un gesto interpretado como otro revés público a su marido.
Desde la Casa Blanca, la portavoz de Melania, Stephanie Grisham, ha defendido que las actividades solitarias y privadas de la primera dama durante la última semana no son reflejo de nada. “Está centrada en su familia y su papel político —y no los escenarios falsos que trata de impulsar la prensa mentirosa”, escribió Grisham al Times, haciendo eco de la ofensiva contra los medios que la Administración Trump ha propagado desde su llegada a Washington.
La relación entre los Trump nunca fue perfecta. Ocupando ya la Casa Blanca, se ha visto a Melania retirar la mano a su marido en viaje oficial o hacer muecas desagradables tras el discurso de inauguración, en 2017. Durante la campaña electoral, la polémica por la cinta de audio en la que Trump alardeaba de acosar sexualmente a mujeres con un tono peyorativo también incomodó a Melania, la tercera esposa del republicano. Sin embargo, ante todas esas circunstancias, la primera dama se mantuvo fiel en su apoyo a Trump. “Yo creo a mi marido”, defendió en campaña ante las acusaciones de abuso sexual contra el ahora presidente.
Este martes, sin embargo, Melania volvió al primer plano con Trump. Durante la cita, a la que acudió vestida con un impecable traje blanco, acudió, de acuerdo a la tradición, con invitados de honor: veteranos de las fuerzas armadas, víctimas del terrorismo o ejemplos de gente que ha realizado el “sueño americano”. Con la disciplina propia de una exmodelo, la primera dama dejó a un lado sus diferencias con Trump para encajar en su papel político, aquel que nunca quiso ocupar y llegó por sorpresa, como a la mitad de América, en noviembre de 2016.
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