Un ex primer ministro belga pide a un eurodiputado catalán que no use un selfie con fines políticos

Un exagerado diría que cruzarse con un político independentista catalán en Bélgica está cerca de ser tan habitual como hacerlo con un turista en París o un ingeniero en Múnich. Con Carles Puigdemont y sus exconsejeros huidos en Bruselas, la improvisada meca nacionalista en que se ha convertido la capital belga ha visto pasar a 200 alcaldes separatistas, a líderes como Artur Mas o Anna Gabriel. Incluso este sábado, Junts per Catalunya, la candidatura que lidera Puigdemont, ha elegido la ciudad para presentar sus listas formalmente. El ex primer ministro belga, el socialista Elio di Rupo, tropezó sin embargo con uno de sus representantes más veteranos: el eurodiputado Ramon Tremosa, que ejerce su actividad parlamentaria en Bruselas desde 2009. Y el encuentro derivó en desencuentro.

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El líder soberanista, independentista desde los tiempos en que CiU aún no se declaraba abiertamente partidaria de la ruptura, se topó en un restaurante con el político belga y no dudó en pedirle una fotografía. Di Rupo, presidente del Partido Socialista valón y principal líder de la oposición, no ha sido complaciente con Puigdemont desde su llegada, pero su crítica más feroz la dirigió al Gobierno español a comienzos de mes: poco después de que la justicia decidiera el ingreso en prisión de algunos exmiembros del Govern, acusó al presidente Mariano Rajoy de comportarse como un franquista autoritario. Viendo en él un aliado, Tremosa se presentó a Di Rupo como eurodiputado y le pidió la citada fotografía, un selfie al que este accedió sonriente. Después, el político catalán, usuario hiperactivo de Twitter, colgaba la imagen con el siguiente texto: "Hoy he agradecido al ex primer ministro belga su crítica el pasado 5/11 a la deriva autoritaria de Rajoy por los encarcelamientos de una parte del gobierno catalán".

Varias horas después, enterado el ex primer ministro belga del uso de la fotografía, en la que el propio Tremosa le mencionaba, Di Rupo reaccionaba para evitar que aprovechara su imagen para sacar réditos políticos o insinuar cualquier apoyo internacional al procés. "Un eurodiputado español se me acercó ayer noche. Quiso hacerse una foto conmigo. Ahora la utiliza con fines políticos españoles. Por si es necesario, reafirmo mi total oposición a la actitud de Puigdemont", escribió en la misma red social sin mencionar su nombre.

La crisis catalana se ha convertido en un asunto candente en Bélgica. La diputada de origen asturiano Julie Fernández, socialista como Di Rupo, ha sido una de las voces más críticas con la ambigüedad del Gobierno belga frente a la ruptura de la legalidad en España por parte de los antiguos miembros del Govern. Pero la división que suscita el tema merced a la presencia de nacionalistas flamencos en el Ejecutivo belga ha llevado al actual primer ministro, Charles Michel, a suplicar que se evite convertir el asunto en un debate público.