Trump encomienda el departamento de Salud a un ejecutivo de la industria farmacéutica
Alex Azar, directivo del gigante Eli Lilly hasta enero, releva a Tom Price, que dimitió por el escándalo de los jets privados
Donald Trump ha nominado al exejecutivo de un gigante farmacéutico, Alex Azar, como nuevo secretario de Salud. La elección de Azar, de 50 años, responsable de la multinacional Eli Lilly para Estados Unidos hasta enero, supone un cambio de postura del presidente de Estados Unidos hacia la industria, con la que había muy crítico en el pasado reciente. Si el Senado confirma la decisión, el elegido por Trump sustituirá al cirujano Tom Price, que tuvo que dimitir el pasado septiembre por el escándalo de los numerosos vuelos privados que había cargado al erario público.
El departamento de Salud llevaba en situación de interinidad desde la caída de Price. El mandatario anunció que ya se había decidido por el relevo a través de su cuenta de Twitter, mientras culmina si viaje por Asia. "Me alegra anuncia que nomino a Álex Azar como nuevo secretario de Salud. ¡Será una estrella por una sanidad mejor y unos precios de los medicamentos más bajos!", escribió.
El precio de los fármacos fue precisamente el motivo por el que durante la campaña electoral Trump arremetió contra las grandes empresas. Los ataques no se moderaron una vez elegido ya presidente. El pasado enero, en la Torre Trump de Nueva York, en su primera rueda de prensa tras ganar las elecciones, acusó al sector de "salirse con la suya". "Las farmacéuticas tienen muchos lobbies, muchos lobistas y mucho poder. Y hay muy poca negociación con los medicamentos", dijo, para lamentar: "Somos los principales compradores de medicamentos del mundo y no pujamos adecuadamente".
Alex Azar, de formación jurídica, pasó 10 años en Eli Lilly y es un experto en regulación con experiencia también en el lado de la gestión pública. Entre 2001 y 2005 fue el 'número dos' en el departamento de Salud, durante la Administración de George W. Bush. Durante este año, tras dejar la multinacional en enero, abrió si propia consultora para el sector farmacéutico.
A partir de ahora, si obtiene la bendición del Senado, se encargará de un departamento con un presupuesto de un billón de dólares y un sistema sanitario y de seguros complejo y que deja a millones de ciudadanos sin cobertura, que los republicanos quieren reformar sin éxito por la falta de consenso interno. También afronta una grave crisis de adicción heroína en Estados Unidos, declarada emergencia sanitaria nacional hace escasas semanas.
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