EE UU captura en Libia a un sospechoso del ataque a su consulado en Bengasi
Mustafa al-Imam será trasladado a suelo estadounidense para hacer frente a la justicia
Estados Unidos capturó este lunes en Libia a uno de los sospechosos del ataque a su consulado en Bengasi (Libia) en 2012. Mustafa al-Imam será transportado por un buque naval a EE UU donde será juzgado por su participación en el atentado, que resultó en la muerte del embajador Christopher Stevens y otros tres diplomáticos.
“No cesaremos en nuestros esfuerzos por encontrar y traer ante la justicia a todos los perpetradores de los crueles ataques de Bengasi. A la familias de nuestros héroes caídos: quiero que sepan que sus seres queridos nunca serán olvidados”, afirmó el presidente Donald Trump este martes en un comunicado. Más de doce personas han sido imputadas por EE UU y una de ellas está siendo ya procesada por la justicia. El ataque abrió una brecha política entre republicanos y demócratas en Washington y provocó un debate sobre la supuesta irresponsabilidad de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, a quien los conservadores acusaron de no haber protegido adecuadamente a los diplomáticos. Finalmente un informe del Congreso concluyó que la actuación del Gobierno fue lenta pero exculpó a Clinton.
Al-Imam fue sorprendido por un comando de soldados de élite en Misrata, una ciudad costera entre Bengasi y Trípoli, pese a que su residencia permanente estaba en la capital del país. Tras ser reducido por miembros del FBI y del Equipo 6 de los Navy Seals —el mismo que fulminó a Osama Bin Laden en 2011—, el sospechoso fue trasladado a un navío estadounidense que le trasladará a Washington. Los detalles sobre la operación son limitados, pero según medios estadounidenses la inteligencia ya le tenía en el punto de mira y solo estaba esperando autorización de la Casa Blanca para ejecutar la operación.
En 2014, el Gobierno capturó al cabecilla de la célula que atacó el consulado, Ahmed Abu Khattala, cuyo juicio comenzó en la capital estadounidense a principios de este mes. Khattala también fue trasladado a EE UU a bordo de un barco militar, un viaje que duró 13 días y sirvió al del FBI para interrogarle a fondo. Sin concederle derecho a un abogado, los agentes pudieron presionarle y utilizar toda la información que confesó en su contra durante el proceso judicial. Según la defensa del terrorista, la maniobra del FBI fue manipuladora y violó derechos básicos para cualquier detenido.
Al-Imam, al igual que Khattala, será procesado bajo el sistema judicial civil y no militar. Esta decisión supone la relajación de la mano dura contra terroristas que prometió Trump durante la campaña, llegando a afirmar que metería a todos los “hombres malos” en la polémica prisión de Guantánamo.
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