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El periodismo libre y la lucha contra la posverdad centran el Congreso de editores Celac-UE

La tercera edición de la cita, celebrada en Bogotá, homenajea a los reporteros asesinados y condena las coacciones a la profesión en Cuba y Venezuela

F. MANETTO
La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, en la inauguración del III Congreso de editores de medios Celac-UE.
La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, en la inauguración del III Congreso de editores de medios Celac-UE.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Dos días de debate y análisis en torno a los desafíos del periodismo en un momento decisivo para su futuro. La posverdad, la innovación, la lucha contra la violencia, la libertad de prensa, los modelos de negocio, el uso de las redes sociales, el fortalecimiento de las relaciones entre Europa y América Latina, la sostenibilidad o el acuerdo de París han sido algunos de los temas que han centrado esta semana en Bogotá las reflexiones del III Congreso de editores de medios Celac-UE. El encuentro, organizado por Prestomedia Grupo en colaboración con el diario colombiano El Tiempo y el impulso de la Embajada de Colombia en España, ha culminado con la aprobación de una declaración que resalta el homenaje a los periodistas fallecidos cumpliendo con la misión de informar, la condena a las coacciones de los poderes públicos en Cuba y en Venezuela y la denuncia de las informaciones sin contrastar que proliferan en las redes sociales. 

El texto, suscrito por los participantes en el congreso -profesionales de más de 15 países en representación de medios como EL PAÍS, la agencia Efe, Abc, France Presse, Il Corriere della Sera, Die Welt, El Tiempo, Semana, El Universal o La Estrella de Panamá-, recuerda "a todos los compañeros que han muerto en el ejercicio de la profesión periodística, singularmente a aquellos que informaban en zonas de conflictos armados o sociales".  "Queremos rendir un especial homenaje a Daphne Caruana Galizia, periodista y bloguera asesinada en Malta el pasado 16 de octubre, y a Javier Arturo Valdez Cárdenas, periodista mexicano asesinado el pasado 15 de mayo en el que personalizamos a todos nuestros compañeros asesinados este año en México", señala la declaración. 

La condena unánime y explícita a "la coacción a la libertad de expresión por parte de los poderes púbicos de Cuba y Venezuela" y el respaldo "a los periodistas independientes de ambos países" son otras premisas cruciales del documento final, que será trasladado a los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión Europea (UE), cuya cumbre fue cancelada por la gravísima crisis institucional que golpe a Venezuela.

El cónclave, patrocinado por Iberia y NH y en el que participaron Indra y Repsol, concluyó que "los medios de Europa-América Latina y Caribe gozan de un mercado genuino en el que seguir desarrollándose y de una inequívoca vocación de competir en el ámbito mundial" y, además, "lo hacen desde una perspectiva de colaboración desde la que contribuir a la defensa del patrimonio cultural individual y colectivo, rico y diverso, local y universal, cuyo eje esencial es el idioma común y la defensa de las lenguas autóctonas".

El decálogo del congreso defiende de forma rotunda la defensa del derecho a la información y el compromiso con la democracia; la libertad de expresión como condición "imprescindible para el desarrollo político y social"; la verdad y el "compromiso de no fomentar rumores, delaciones o adulaciones"; el convencimiento del rechazo a las presiones políticas y económicas; líneas editoriales claras; la protección de las fuentes; y la transparencia económica de los medios.

La declaración pide, además, "apoyos para que la industria de la comunicación pueda seguir una política de alianzas en la consolidación de un auténtico espacio de la comunicación en el área Europa-América Latina Caribe" y " el impulso de la formación y el intercambio de conocimientos entre profesionales de los diferentes países". Y denuncia con contundencia "la proliferación en las redes sociales de informaciones sin origen conocido, malintencionadas, interesadas y que en muchos casos suponen daños irreparables para las personas, los colectivos sociales, incluso para los países". En definitiva, "hay que recuperar la calidad de la información y denunciar la desinformación".

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Sobre la firma

F. MANETTO
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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