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Putin esgrime Cataluña para acusar a la UE y Occidente de doble rasero

El presidente ruso compara en el foro Valdai el caso español, los de Kosovo, Crimea y el Kurdistán iraquí

Pilar Bonet
El presidente ruso en el foro Valdai este jueves en Sochi.
El presidente ruso en el foro Valdai este jueves en Sochi.ALEXANDER ZEMLIANICHENKO / POOL (EFE)

El presidente ruso, Vladímir Putin, puso este jueves la situación en Cataluña como ejemplo de la “frágil estabilidad” en “países prósperos y formados” como España y la esgrimió para acusar a Europa y Occidente de mantener un doble rasero en los casos de Kosovo, Crimea,Cataluña, en Europa, y también, de Kurdistán, en Asia.

En el foro Valdái, una cita anual de politólogos y políticos que se celebra en Sochi, a las orillas del mar Negro, el líder del Kremlin comparó a su albedrío estos cuatro conflictos, haciendo abstracción de su historia, su situación jurídica y las realidades diversas de cada uno de ellos.

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Como en años anteriores, Putin, en su alocución, reprochó a EEUU y Occidente de haber desperdiciado las oportunidades de colaborar con Rusia surgidas tras la desintegración de la URSS. También acusó a Washington de haber intentado aprovecharse de los acuerdos de desarme y control y destrucción de material militar radioactivo. Preguntado por una asistente occidental si reconocía algún error cometido por Rusia, Putin dijo: “Nuestro principal error fue que confiamos demasiado en ustedes”. “Y su error”, continuó, “es que tomaron esta confianza por debilidad y que abusaron de ella”. El líder ruso dijo “respetar” al presidente Donald Trump por haber sido elegido por sus conciudadanos en unos comicios ganados “honradamente” y “con talento”. Afirmó que el carácter “imprevisible” atribuido a la política de Trump no depende solo de él, sino de las “contradicciones” en el interior del país y de “todo el sistema norteamericano”. Rusia trabajará con EEUU, “pese a todas las dificultades”, señaló.

Por su propia iniciativa Putin sacó a colación el tema de Cataluña y, remontándose en el tiempo (hasta los años noventa) y en el espacio (hasta los Balcanes), reprochó a la UE el haber apoyado “de forma irreflexiva” y “sin reservas” la secesión de Kosovo, provocando semejantes procesos en otras regiones de Europa y del mundo. Kósovo fue la “caja de Pandora” de problemas posteriores, según el líder ruso, quien recriminó a los países europeos el haber actuado en Kosovo “partiendo de la coyuntura política y del deseo de complacer” al “hermano mayor” de Washington”.

El presidente pasó después a Crimea, la peninsula ucraniana del mar Negro que fue anexionada por Rusia en 2014 tras un referéndum que se celebró violando la legislación ucraniana y bajo control de soldados rusos enmascarados que ocuparon todos los puntos estratégicos de aquella región. Crimea había sido reconocida por Rusia como parte de Ucrania en múltiples acuerdos bilaterales (en 1990) e internacionales (a partir de 1991 tras la desintegración de la URSS). Según Putin, a Europa “por alguna razón no le había gustado” cuando Crimea “anunció su independencia y después como resultado del referéndum de incorporación a Rusia”. Y añadió: "ahora aquí tienen Cataluña. Y en otra región, el Kurdistán. Puede ser que esta lista esté lejos de ser exhaustiva. Y surge la pregunta de qué vamos a hacer y cuál debe ser nuestra actitud ante esto”, agregó.

“En la situación en Cataluña vimos la condena unánime a los partidarios de la independencia por parte de la Unión Europea y otros muchos Estados”, continuó Putin. “Había que haber pensado antes sobre esto. ¿Acaso nadie conocía la existencia de contradicciones semejantes que se han prolongado durante siglos en el interior de la misma Europa? ¿Lo sabían, verdad? Lo sabían. Pero en otra época de hecho aplaudieron la desintegración de varios Estados, sin ocultar su alegría por ello”, sentenció. Putin prescindió del hecho de que, como Rusia, ni España ni Ucrania han reconocido a Kosovo como Estado. Por otra parte, ni la Constitución ucrania, ni la española ni la rusa contemplan la posibilidad de secesión por medio de un referéndum regional.

“Resulta que a los ojos de algunos de nuestros colegas, hay luchadores “correctos” por la independencia y la libertad y hay “separatistas” que no pueden defender sus derechos, ni siquiera con ayuda de los mecanismos democráticos”. Se trata, dijo, de “un clarísimo ejemplo de doble rasero” que conlleva “un serio peligro para la estabilidad del desarrollo de Europa y de otros continentes, para promover los procesos de integración en todo el mundo”.

Putin reiteró la posición de Rusia. “Todo lo que sucede [en Cataluña] es un asunto interno de España” y “debe ser regulado en el marco de la legislación española y de acuerdo con las tradiciones democráticas”. “Sabemos que la dirección del país emprende pasos en este sentido”, agregó el presidente. “Con estas cosas hay que ser muy cuidadoso”. “Esperamos que se resolverá en el marco de la legislación y que no habrá nuevos presos políticos”, dijo Putin posteriormente, respondiendo a una pregunta.

Putin eludió responder a un asistente que inquiría sobre cómo podría ayudar Rusia a resolver conflictos sejemantes a los de Cataluña. En Rusia, las manifestaciones públicas en contra de la unidad del Estado pueden ser castigadas con hasta cinco años de cárcel, según una enmienda del código penal que entró en vigor en 2014 tras la anexión de Crimea. Entre los reproches que hizo a EEUU por su política hacia Rusia tras la desintegración de la URSS, Putin mencionó el “total apoyo al radicalismo y separatismo en el Caucaso del Norte”.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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