El líder kurdo de Irak mantiene el referéndum de independencia pese a las presiones
La diáspora kurda ha empezado a votar este sábado mientras la diplomacia sigue intentando parar el voto
Ni las presiones internacionales, ni las amenazas de sus vecinos, parecen haber hecho mella en el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, que mantiene el referéndum de autonomía del lunes próximo. De hecho, la consulta ha comenzado este sábado con el voto electrónico de los kurdos en el exterior. Hasta la madrugada, caravanas de coches ondeando la bandera kurda, con carteles a favor del sí y haciendo sonar sus cláxones han vuelto a recordar el entusiasmo con el que muchos kurdos abordan esa cita.
“Claro que voy a votar sí, llevamos generaciones esperando la independencia, creo que nos la merecemos”, afirma Karokh, un joven de 23 años que acaba de terminar sus estudios universitarios y que jalea a los vehículos que pasan engalanados. Reconoce no obstante su preocupación por la falta de respaldo internacional. “Hubiera sido mejor garantizarse algún apoyo antes”, admite. Más allá de cuestiones identitarias, su aspiración es disponer de un pasaporte que, a diferencia del iraquí, le permita viajar por el mundo.
Horas antes, Barzani había asegurado en el mitin con el que cerró la campaña que el referéndum se llevará a cabo tal como está planeado, a pesar de las advertencias sobre su potencial desestabilizador. “Ya no está en mis manos, ni en las de los partidos, sino en las vuestras”, les dijo a varios miles de fogosos independentistas reunidos en un estadio de Erbil, la capital regional. Pero en una muestra de las presiones que está recibiendo, el líder kurdo ha retrasado hasta el domingo su anunciada comparecencia ante los medios.
“No podemos depender de la situación regional para obtener la independencia o tendremos que posponerla indefinidamente. Deberíamos haberla proclamado en 2003”, declara por su parte Shahrwan. Este asistente de laboratorio dice no temer las consecuencias del desafío al Gobierno central, quien considera inconstitucional el referéndum y ha pedido dictamen al Tribunal Supremo; los magistrados han ordenado que se cancele el plebiscito.
Ya es tarde. Los primeros votos electrónicos han empezado a llegar este sábado. Aunque se desconoce cuántos se han registrado, se estiman en cerca de dos millones los kurdos en la diáspora, concentrados en Alemania, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia. En total, según la Comisión Electoral, son algo más de cinco millones de potenciales votantes (la región autónoma tiene 8,5 millones de residentes, pero sólo votan los mayores de 18 años, y a ellos hay que sumar un número no precisado de habitantes en las zonas controladas por las fuerzas kurdas).
Aun con la consulta en marcha, siguen las negociaciones entre bambalinas para tratar de que Barzani retrase su plan, dando lugar a declaraciones contradictorias de distintos dirigentes kurdos. Mientras, una delegación del Gobierno regional ha llegado este sábado a Bagdad en lo que más parece un trámite para satisfacer los llamamientos a negociar, que un intento de salvar la situación. No obstante, los portavoces kurdos insisten en que la esperada victoria del sí no significa una declaración inmediata de independencia, sino un medio de presión para obligar al Gobierno central a resolver las diferencias sobre el petróleo y las finanzas.
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