Al campo de concentración por negacionista
Un tribunal belga permite a un ex diputado condenado por minimizar el holocausto purgar su pena visitando campos nazis
La visión de los horrores del holocausto judío como terapia contra el extremismo. El exdiputado belga del derechista Partido Popular Laurent Louis se ahorrará 18.000 euros de multa, una condena de seis meses de prisión y seis años de inhabilitación para ser elegido en cargos públicos a cambio de visitar un campo de concentración cada año durante cinco años consecutivos para escribir después un texto sobre las emociones que le causó el recorrido. Así lo ha decidido este miércoles la justicia belga, que vigilará las visitas de Louis a las instalaciones de Auschwitz, Birkenau, Majdanek y Treblinka, en Polonia, y Dachau, en Alemania.
Una frase escrita en su blog le costó en 2015 la condena de los tribunales: "Es verdad que Jean-Marie Le Pen ha dicho que las cámaras de gas no eran más que un detalle de la historia de la Segunda Guerra Mundial y eso puede impactar, pero meditándolo un poco, ¿es eso mentira?", escribió Louis. El autor de la sentencia, el antaño líder del Frente Nacional francés, también fue condenado por la justicia francesa en 2014 a pagar 30.000 euros por su exabrupto filonazi.
"No me queda más que ir a hacer reportajes a los campos de la muerte. Sin duda la Corte ha premiado mi talento como escritor"
Un mes después de cada uno de estos viajes, Louis, de 37 años y con un vasto currículum de provocaciones públicas durante su breve trayectoria política, deberá publicar en su página de Facebook un relato de al menos 50 líneas sobre su experiencia. La decisión de los tribunales no ha incomodado al acusado. Muy al contrario, sus abogados han recibido el dictamen como una victoria, y aseguran que la idea de enjugar la pena de prisión y la sanción económica con las peregrinaciones a campos nazis partió precisamente del político, arrepentido de su comentario.
Louis ha mostrado su euforia por el fallo de los jueces en dicha red social, donde también ha cargado contra el tratamiento periodístico de su caso: "Tras haber sufrido las ofensas de los medios, tras haber sido linchado por la prensa, tras haber sido condenado al ostracismo en mi propio país, por fin he sido escuchado por la Corte. La justicia aún existe", celebró.
El antaño parlamentario ha pedido perdón a todos aquellos que se sintieran heridos por su comentario, y haciendo buena su fama de irreverente, ha bromeado con la decisión de enviarle a los campos de concentración: "No me queda más que ir a hacer reportajes a los campos de la muerte. Sin duda la Corte ha premiado mi talento como escritor". A la espera de ver el contenido de los textos, Louis ya ha adelantado que utilizará la experiencia para denunciar en sus escritos los genocidios actuales, sin concretar a cuáles se refiere.
El político ha revelado que pese al levantamiento de la inhabilitación, no planea volver a presentarse a unas elecciones. Su paso por la primera línea política belga ha estado plagado de incidentes. Fue denunciado por organizaciones antirracistas por insultos al estado de Israel y por su propuesta de que los empresarios pudieran negar a sus empleados musulmanes seguir el Ramadán. Después de ser expulsado del Partido Popular en 2011, fundó sin éxito su propio partido, el Movimiento por la Libertad y la Democracia.
Louis se dio a conocer erigiéndose como un duro activista contra la pedofilia, pero sus salidas de tono fueron habituales. Difundió una lista de personalidades públicas presuntamente vinculadas a delitos de este tipo. Y en 2014 acusó sin ninguna prueba al entonces primer ministro, Elio di Rupo, declarado homosexual, de haber abusado de menores. Di Rupo había sido exculpado de acusaciones similares por la justicia belga en 1996: "Gracias señor pederasta... señor primer ministro", espetó desde la tribuna de oradores de la Cámara fingiendo un lapsus. La mayoría de diputados abandonó el hemiciclo como protesta y la sesión fue interrumpida por su presidente.
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