Hungría pide cadena perpetua para cuatro acusados por la muerte de 71 refugiados en un camión
La supuesta red de traficantes estaba compuesta por 10 búlgaros y un cabecilla afgano
El juicio contra los 11 acusados de ser los supuestos responsables de la muerte por asfixia de 71 refugiados en agosto de 2015, cuando viajaban hacia Europa central a bordo de un camión frigorífico, comenzó este miércoles en un tribunal de la localidad de Kecskemét, al sur de Budapest. El fiscal del caso, Gabor Schmidt, pedirá para cuatro de los acusados cadena perpetua sin posibilidad de reducción y para los otros siete miembros de la red solicitará hasta 20 años de cárcel. Uno de ellos acusados sigue en busca y captura.
En el camión frigorífico perdieron la vida 71 refugiados de Irak, Siria y Afganistán, de los cuales 59 eran hombres, ocho eran mujeres y cuatro eran niños. Hacinados en 14 metros cuadrados, con menos de 30 metros cúbicos de aire para respirar, los migrantes, embarcados la víspera cerca de la frontera serbia, murieron cuando el vehículo se encontraba aún en territorio húngaro, según los forenses.
Escuchas telefónicas establecieron que los traficantes sabían, por sus gritos, que se estaban asfixiando. "Que los dejen morir. Es una orden", había dicho el cabecilla afgano, de 30 años, identificado como Samsoor L., prohibiendo que se entreabriera el compartimento para dejar entrar aire. "Si mueren, que los descarguen en un bosque en Alemania", había ordenado a su adjunto, según un sumario publicado por medios alemanes citado por France Press.
El camión fue encontrado abandonado en una autopista en el Estado austríaco de Burgenland, en el extremo este del país, a pocos kilómetros de la frontera con Hungría, desde donde había salido un día antes.
Este miércoles comparecieron cuatro de los 11 acusados: el cabecilla y tres búlgaros. Llegaron acompañados por agentes de Policía con la cara cubierta, ante la expectación de periodistas y ciudadanos que han acudido a presenciar el proceso en un tribunal de Kecskemet.
"Las 71 víctimas murieron debido a la escasez de espacio, la incapacidad para moverse, la falta de aire y el sobrecalentamiento... Murieron poco después de que comenzara su viaje. Antes de su muerte estuvieron golpeando en las paredes del camión y gritaron", según ha explicado el tribunal.
Todos los supuestos criminales son acusados de "tortura" y algunos de homicidio. La Fiscalía ya anunció que pedirá para cuatro de ellos cadena perpetua sin posibilidad de reducción de pena por "homicidio con agravantes de especial crueldad". Entre ellos figura el supuesto cabecilla de los traficantes. Para los otros siete miembros de la red solicitará hasta 20 años de cárcel. Uno de los acusados, de nacionalidad búlgara, es juzgado en rebeldía; sigue en busca y captura.
Según la Fiscalía húngara, entre febrero y agosto de 2015, el grupo habría llevado a más de 1.200 personas de forma ilegal desde Hungría hasta Europa occidental. Por ello, solo el jefe de la banda habría cobrado unos 300.000 euros, informa la prensa local húngara.
El juicio se apoya en un sumario de 59.000 páginas y se prevee que dure varios meses. El tribunal espera dictar su veredicto "este año".
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