Mike Pence contrata un abogado privado ante la investigación de la trama rusa
El fiscal especial se fija en los negocios de Jared Kushner, según 'The Washington Post'
La investigación sobre las relaciones de la campaña de Donald Trump con Rusia avanza lentamente, dejando tras de sí un reguero de desconfianza que se va extendiendo a todo el Gobierno de Estados Unidos. Este miércoles, la palabra Rusia aparecía en los titulares de Washington junto a los nombres del vicepresidente, Mike Pence, y el yerno del presidente, Jared Kushner. Y Trump tuiteó de nuevo para decir que todo es "una caza de brujas".
La oficina del vicepresidente comunicó este miércoles que Pence ha contratado un abogado privado para defenderse en la investigación que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller, nombrado por el Departamento de Justicia. La investigación de Mueller, que tiene autoridad policial para presentar cargos y realizar registros, se suma a sendas investigaciones parlamentarias en el Senado y en la Cámara de Representantes sobre el mismo tema.
El abogado que asesorará a Pence es Richard Cullen, un antiguo fiscal federal que ha trabajado con el exdirector del FBI James Comey, la persona que inició la investigación de la policía federal sobre este asunto y personaje clave en este drama desde que fue fulminado por Trump para quitarse presión, según dijo él mismo. El escándalo aún le persigue, porque puede ser base jurídica suficiente para acusar a Trump de obstrucción a la justicia.
“El vicepresidente está centrado por completo en sus obligaciones y en promover la agenda del presidente y espera que este asunto concluya rápidamente”, dijo en un comunicado el portavoz de Pence, Jarrod Agen. Cullen apoyó durante la campaña de primarias republicanas al exgobernador de Florida Jeb Bush, según Reuters.
El mismo día que se conocían los movimientos de Pence para defenderse, el diario The Washington Post publicaba que la investigación de Mueller se ha ampliado a los negocios de Jared Kushner, marido de la hija del presidente y una de las personas de mayor confianza. La revelación, la semana pasada, de que la investigación consideraba a Kushner una persona relevante supuso un golpe al corazón del círculo íntimo del presidente, hasta entonces sin relación con la trama rusa.
Según el Post, que cita “funcionarios familiarizados con el tema”, no se sabe si hay indicios de criminalidad en los negocios de Kushner o simplemente es parte de un procedimiento normal escrutar las finanzas de las personas involucradas en una investigación. Mueller, que solo reporta al número dos del Departamento de Justicia, lleva la investigación con la máxima discreción y nadie sabe oficialmente a dónde ha llegado, cuáles son los hechos que le interesan o a qué personas investiga.
You are witnessing the single greatest WITCH HUNT in American political history - led by some very bad and conflicted people! #MAGA
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 15, 2017
Why is that Hillary Clintons family and Dems dealings with Russia are not looked at, but my non-dealings are?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 15, 2017
El presidente Donald Trump contrató su propio abogado el mes pasado. Se trata de Marc Kasowitz, un tiburón de Wall Street que últimamente es quien toma la voz en nombre de Trump. La semana pasada, cuando Comey testificó públicamente en el Senado que Trump le había presionado para cerrar la investigación sobre los lazos de su campaña con Rusia, Kasowitz desmintió de plano las palabras de Comey, convirtiendo el caso en un debate de credibilidad de una palabra contra otra.
Trump contribuyó a mantener el asunto en primera plana este miércoles con nuevos tuits en los que cargó contra lo que considera “la mayor caza de brujas de la historia política de Estados Unidos, liderada por gente mala y con conflictos”. Trump además se quejó de que se investiguen sus “no relaciones” con Rusia en vez de las que, según él, tienen Hillary Clinton y los demócratas.
Todas las agencias de espionaje de Estados Unidos coinciden desde el pasado otoño en que el Gobierno ruso, a través de hackers, ejecutó una estrategia para introducir confusión en las elecciones presidenciales de 2016 y favorecer a Donald Trump frente a Hillary Clinton. Trump ganó contra todo pronóstico por unas decenas de miles de votos en tres estados clave, pese a perder por más de tres millones de votos totales en el país. Lo que se investiga es si las acciones de los hackers rusos, que no están en discusión, eran conocidas por la campaña de Trump y si hubo coordinación de algún tipo. Aún no se han encontrado pruebas al respecto.
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