Las pruebas que implican al aliado ruso de Trump con el crimen organizado
Decenas de llamadas del expolítico vinculado al presidente de EE UU revelan su nexo con un clan mafioso en España
La Unidad Central Especial 2 del Grupo de Riesgos Emergentes de la Guardia Civil grabó durante al menos dos años decenas de conversaciones telefónicas entre Alexander Porfirievich Torshin, exsenador ruso cercano a Vladimir Putin y a Donald Trump, y su hombre de confianza en España Alexander Romanov. Un informe de la Jefatura de Información del citado servicio, fechado el 14 de junio de 2016, recoge 33 llamadas diferentes, realizadas entre el 7 de agosto de 2012 y el 13 de mayo de 2013, en las que Torshin aparece “implicado” en los turbios negocios hoteleros de Romanov por los que este último acaba de ser condenado por blanqueo de capitales a cuatro años de prisión y a la devolución al Estado del hotel Mar i Pins en Mallorca en el que invirtió más de 15 millones de euros con dinero procedente de la organización criminal rusa Taganskaya, un grupo que desde los noventa protagoniza chantajes, extorsiones y asesinatos por encargo.
La investigación de la Guardia Civil destaca que la relación entre Torshin y Romanov se remonta a los años 1995 y 1998 en el Banco Central de Rusia, denominado Tsentrobank, cuando Romanov ocupaba el puesto de director de Representación de esta entidad estatal y Torshin era su jefe inmediato. Su amistad se afianzó tanto que el expolítico ruso es el padrino del hijo de Romanov, de 53 años, y de su esposa Natalia Vinogradova, de la misma edad. Esta última, también había conocido a Torshin durante su etapa en el Senado ruso.
"El padrino no puede comprar aquí porque es funcionario público y lo tiene prohibido", decía Romanov sobre Torshin
Las conversaciones entre Torshin y Romanov y la subordinación de este último hacia el político ruso no dejaron lugar a dudas al capitán de la Guardia Civil que investigó el caso y elaboró un informe confidencial al que ha tenido acceso EL PAÍS. Este documento, titulado Alexander Porfirievich Torshin en la Operación Dirieba, no está en la causa judicial y se entregó a la Fiscalía Anticorrupción. En el mismo, se señala a Torshin como el dueño del dinero que se blanqueó en España y que procedía de la Taganskaya. Torshin tomaba muchas medidas de seguridad y a veces llamaba desde el teléfono de su esposa. En el flujo de llamadas aparecen, también, algunas desde su teléfono fijo 74956925921 correspondiente a su despacho oficial como primer vicepresidente del Consejo de Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia. Cuando fue detenido Romanov y se registró su casa se encontró en su agenda de correo electrónico la cuenta senator@umail.ru que empleaba Torshin. También, documentos oficiales de la Fiscalía rusa.
En el documento sobre la relación de llamadas entre Torshin y Romanov elaborado por el Grupo de Riesgos Emergentes se reproducen frases que reflejan la convicción de los investigadores de la Guardia Civil de que el dinero blanqueado en España era realmente de Torshin. “El Padrino [como llama Romanov a Torshin] no puede comprar aquí [España] porque es funcionario público y lo tiene prohibido”, “ si el jefe lo compra [el hotel Mar y Pins] me gustaría dirigirlo”…, “ El jefe le dio instrucciones para comprar un hotel porque tiene dos hijas y quiere que una de ellas lo herede, además de los paquetes de acciones”.. “¿Crees que el jefe quiere comprar uno o varios? De momento me dio instrucciones para la compra de uno, porque es una persona precavida y si somos copropietarios…”, afirma Romanov en alguna de sus conversaciones intervenidas con orden judicial. En otras, reitera que Torshin es el dueño del 80% del hotel Mar y Pins.
“Analizando el total de las conversaciones observadas desde el comienzo de la investigación, se evidencia que Alexander Porfirievich Torshin es la persona que dirige desde Rusia las actividades de blanqueo de capitales que Alexander Romanov desarrolla en España pudiendo actuar así como testaferro del político ruso en sus inversiones tanto en Rusia como en nuestro país”, dice un informe redactado en julio de 2013 por el oficial encargado de la investigación, semanas antes de que Torshin anunciara por teléfono su intención de acudir a Palma de Mallorca para asistir el 21 de agosto al cumpleaños de Romanov. Un viaje que canceló a última hora evitando su detención.
El viaje de Torshin a España provocó expectación entre los investigadores y fiscales porque el entonces senador había adelantado que acudiría acompañado de varias de las personas investigadas. “ Se montó un operativo para la detención y hasta un fiscal se quedó de guardia porque los demás estaban de vacaciones”, recuerda una fuente judicial. Cuando los vuelos procedentes de Rusia llegaron sin Torshin la frustración fue total. “ Desde entonces el tono y los mensajes telefónicos de Torshin cambiaron radicalmente. Sabía que íbamos a por él”, afirma una fuente de la investigación. Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción aseguran que la Fiscalía General del Estado había dado su consentimiento para el arresto, pero sospechan que se produjo una filtración y el entonces político ruso decidió que era muy arriesgado viajar a España.
La imposibilidad de detener al político ruso y la nula opción de que las autoridades de su país lo entregaran si se le procesaba enfrió el interés de continuar tras él, según argumentan varias fuentes judiciales. “El objetivo principal era recuperar el hotel. Ir a por Torshin habría retrasado la causa mucho tiempo y las posibilidades de éxito eran nulas porque Rusia no colabora. Al no estar Torshin aquí no había garantías de que fuera a ser oído”, afirma una fuente de la investigación.
La aparición de Alexander Torshin en este caso generó tensión y malestar entre el responsable de la investigación de la Guardia Civil y alguno de sus mandos en Madrid que pusieron pegas para detener a Torshin si pisaba territorio español.
La defensa de Romanov comunicó verbalmente a la fiscalía que Torshin acudiría como testigo al juicio celebrado en Palma de Mallorca, según afirman fuentes de la Fiscalía Anticorrupción, pero finalmente no fue propuesto. “Pensamos que si venía a lo mejor se quedaba definitivamente aquí. Sí propusieron como testigos a Rabinovich y a otros dos mafiosos rusos que aparecen en la causa, pero que obviamente no acudieron a testificar”, afirma una fuente judicial.
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Romanov fue condenado el pasado mes de mayo a dos años de prisión y a una multa de 4,2 millones por blanqueo de capitales, a un año y nueve meses por delito de falsedad documental continuada y a una multa de 12 meses con una cuota diaria de 100 euros por el delito de revelación de secretos. Su esposa, Natalia Vinogradova, y otros siete colaboradores fueron condenados a penas menores. Gracias a un acuerdo de conformidad por el que Romanov devolvió el hotel al Estado español, los fiscales anticorrupción José Grinda y Juan Carrau retiraron contra él la acusación de integración en banda criminal. El hotel Mar y Pins se subastó hace varias semanas por 12,6 millones que irán al Estado.
Investigacion@elpais.es
La 'Taganskaya', terror y asesinatos por encargo
Alexander Romanov, el presunto testaferro de Alexander Torshin en España, protagonizó en Rusia alguna de las operaciones más sonadas de la organización criminal Taganskaya, un grupo mafioso especializado en hacerse por la fuerza con empresas (Raids) mediante chantajes, extorsiones y hasta asesinatos por encargo. Romanov entró como director de la empresa de destilados de alcohol Kristall tras un enfrentamiento armado con los anteriores miembros del Consejo de Administración. En ese enfrentamiento, Romanov contó con la ayuda de la empresa de seguridad Monolit, fundada por dos miembros de la Taganskaya. Utilizando sus poderes de director general desvió fondos de la compañía por lo que finalmente fue condenado a tres años y seis meses de prisión, según la información que las propias autoridades rusas proporcionaron a la Justicia española.
La Taganskaya opera en la región de Moscú desde los años noventa, sus hombres eligen empresas de las que se quieren apropiar y lo consiguen mediante "una combinación de diversas tácticas, por lo que se requiere de la colaboración de abogados, funcionarios y policías corruptos, economistas y otros profesionales", según la describe el escrito de acusación de los fiscales españoles. Se estima que la integran unos 50 miembros y han protagonizado el asesinato por encargo de, al menos, seis personas, entre ellas de Aslan Usoyan, alias Abuelo Khasan, un capo de la mafia georgiana que recibió el tiro de gracia de un francotirador en la puerta de un restaurante. Algunos de los directivos de las empresas de las que se han apoderado fueron asesinados o recibieron amenazas de muerte y tuvieron que abandonar Rusia.
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