La polarización toma Washington para el relevo presidencial
Numerosas protestas rodearán la jura del magnate como nuevo mandatario
Washington se prepara, como cada cuatro años, para la llegada de decenas de miles de personas que colapsarán las calles del centro de una ciudad de poco más de medio millón de habitantes. La inauguration, la ceremonia de investidura presidencial, es siempre un acto especial para la capital estadounidense. Pero la llegada de Trump a la Casa Blanca, el próximo viernes, está siendo todo menos tradicional, y tampoco su jura del cargo cumple los parámetros habituales. La división que provoca el republicano se verá reflejada en las ceremonias oficiales, que serán boicoteadas tanto por legisladores demócratas —ya van más de 40— como por artistas que rehúsan participar, y en las calles de una ciudad que votó abrumadoramente al Partido Demócrata y donde hay convocados más actos de protesta que de apoyo al nuevo presidente.
“La gente está confluyendo en Washington en números récord. Va a ser un fantástico jueves, viernes y sábado”, vaticinó Trump en Twitter. Lo que omitió fue que muchos de los que llegarán a la capital no lo harán para festejarlo.
Se estima que la investidura de Trump atraerá a unas 800.000 personas, más o menos las mismas que viajaron hasta la capital estadounidense cuando Obama juró su segundo mandato, en enero de 2013. La cifra queda lejos del récord de 1,8 millones de personas que asistieron hace ocho años a la llegada al poder de Obama.
Las autoridades han concedido 22 permisos para organizar concentraciones desde este jueves hasta el sábado. Algunas, como las de los Moteros por Trump, se movilizarán en apoyo del nuevo presidente. “Si fuera necesario, formaremos un muro de carne”, prometió su presidente, Chris Cox, en referencia a que la mayor parte de las movilizaciones son para protestar contra el republicano. Grupos de protesta como la ANSWER Coalition (un movimiento contra la guerra y el racismo) incluso han logrado permiso para situarse en algunos puntos por donde pasarán el ya nuevo presidente y su esposa, Melania, cuando desfilen tras la toma de posesión.
Manifestación de mujeres
Pero la manifestación contra Trump que más expectación y participantes está atrayendo es la llamada Marcha de las Mujeres convocada para el sábado. Según las autoridades, mientras que solo unos 400 autobuses han pedido permiso para aparcar en la ciudad el día de la investidura, las solicitudes para el día 21 superan los 1.800. Tampoco quedan billetes de tren con destino a Washington ese día.
“Este tipo de datos me dejan ver que tenemos una masa de gente bastante grande a punto de llegar”, dijo a la agencia AP el director de seguridad interior de la capital, Christopher Geldart, quien está convencido de que la protesta del sábado superará las 200.000 personas.
En 2009, fueron más de 3.000 los autobuses fletados para recibir a Obama, un presidente que siempre contó con numerosas estrellas para sus actos. El equipo de Trump lo ha tenido difícil para confirmar una mínima lista de artistas para la toma de posesión. Y eso que famosas como Katy Perry, Scarlett Johansson o Julianne Moore estarán en la capital: las tres han anunciado su participación en la Marcha de las Mujeres.
El presidente electo más impopular en décadas
Si algo ha demostrado Donald Trump en estas semanas como presidente electo es que las críticas le siguen molestando sobremanera. No sorprende, por tanto, que haya reaccionado iracundo a las encuestas que indican que el republicano es el mandatario que llegará con el nivel más bajo de popularidad a la Casa Blanca en décadas. Tanto el sondeo de la CNN como el realizado por The Washington Post y ABC cifran en un 40% la aprobación de Trump a pocos días de asumir la presidencia. En las mismas fechas, en 2009 Barack Obama gozaba del 84% de aprobación. George W. Bush contaba con la opinión favorable del 61% de los estadounidenses en 2001 y, ocho años antes, Bill Clinton llegaba al 67%, según CNN.
En Twitter, su plataforma preferida, Trump afirmó que las encuestas están “tan amañadas” como los “falseados sondeos” que tanto “equivocaron” el resultado de las elecciones del 8 de noviembre que él ganó, aunque su rival, Hillary Clinton, sacó casi tres millones más de votos populares que él.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.