El acercamiento a Moscú gana terreno en el este de Europa
El socialista Igor Dodón, elegido presidente de Moldavia
El socialista Igor Dodón, partidario de un acercamiento a Moscú, fue el vencedor en las elecciones presidenciales de Moldavia, en las que los intereses geoestratégicos de Rusia se impusieron a los de la Unión Europea y EE UU.
Dodón obtuvo el 52,18% de los votos emitidos. Su rival, Maia Sandu, que era apoyada por sectores liberales y conservadores europeos, logró el 47,82%. Más de 1,6 millones de personas, un porcentaje algo superior al 53% del censo electoral, participó en los comicios.
La misión internacional de observadores, bajo la égida de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) consideró que las elecciones estuvieron “a la altura de las exigencias internacionales”, según Arta Dade, coordinadora especial de la misión de observadores a corto plazo. El marco legal fue el adecuado, las libertades fundamentales se respetaron en general, los candidatos hicieron campaña de forma libre y sin restricciones y los debates en televisión contribuyeron a informar a los votantes, según el comunicado de los observadores. Los recuentos de votos se ajustaron al reglamento y fueron accesibles a los observadores, señaló el comunicado de la OSCE que constató algunas deficiencias como la “polarización” de los medios de comunicación, la “retórica intolerante” y el “abuso de recursos administrativos”. Hubo también problemas en la distribución de las papeletas electorales, que fueron insuficientes en algunos colegios situados en el extranjero, en concreto en Italia, Rumania, Francia y Rusia.
Según estimaciones no oficiales, cerca de un millón de moldavos son emigrantes, que residen (de forma legal o ilegal) en Rusia y en Occidente. Antes de conocerse el resultado de las urnas, los analistas en Chisinau— la capital moldava— suponían que el voto en Europa Occidental favorecería a Sandu y el voto en Rusia a Dodón, pero no ha sido así y la elección de este último no se ha visto determinada por este factor. Los colegios organizados en el extranjero eran un total de cien, de ellos 25 en Rumanía y 8 en Rusia. Cada colegio electoral tenía derecho a un máximo de 3000 papeletas. Ambos candidatos se quejaron de la falta de papeletas.
A la una de la tarde del lunes, varios centenares de personas se concentraron ante la sede del Gobierno en Chisinau para rechazar los resultados de las elecciones. La manifestación había sido organizada por una entidad de carácter “unionista” (partidaria de la unión de Moldavia con Rumanía), denominada ODIP (Honor, Dignidad y Patria). Jóvenes que dijeron ser estudiantes de la facultad de relaciones internacionales portaban una gigantesca bandera rumana (semejante a la de Moldavia pero sin el águila que figura en ésta) y gritaban consignas como “Maia, presidente”, “Fuera el Socialismo”, “Engaño” y “Vergüenza”. Sin embargo, la evaluación de la OSCE no confirmó los alegatos de los manifestantes sobre la falsificación electoral masiva y la supuesta ventaja obtenida por Dodón a raíz de los problemas del voto en el extranjero.
En el total del escrutinio, el candidato socialista obtuvo 835.210 votos y Sandu, 765.460 votos. La candidata perdedora es miembro del Partido de Acción y Solidaridad y era apoyada por el Partido Popular Europeo.
Dodón, de 41 años, es economista de formación y fue vicejefe de Gobierno y ministro de Comercio y Economía de 2006 a 2009, siendo presidente del Estado el comunista Vladímir Voronin (2001-2009). En 2011, Dodón fue uno de los protagonistas de la escisión que debilitó radicalmente al Partido Comunista de Moldavia, formación que, con Voronin al frente, era partidaria de un equilibrio entre Rusia y Occidente, y de obtener ventajas de ambos.
Moldavia tiene un sistema político de corte parlamentario. El presidente sólo puede disolver la cámara en casos muy limitados (parálisis de gobierno durante tres meses y tres intentos fallidos de elegir gobierno). Dodón es el primer presidente que se elige por sufragio universal en Moldavia desde hace 16 años, durante los cuales el cargo era votado por el parlamento. En esta cámara domina actualmente una coalición de partidos favorables a la integración europea, que, con ayuda de algunos tránsfugas, sustituyeron a la mayoría comunista gobernante hasta 2009. Esta coalición ha firmado el tratado de Asociación con la UE y ha conseguido que los moldavos viajen sin visado por el territorio Schengen. No obstante, los niveles de corrupción alcanzados en las altas esferas del poder, y sobre todo el robo de 1.000 millones de dólares del presupuesto y la adjudicación del aeropuerto de Chisinau, han dañado a la causa proeuropea en Moldavia.
Antes de las elecciones, Dodón se mostró partidario de un referéndum sobre el Tratado de Asociación, que ha defraudado las esperanzas de los moldavos y que en la percepción popular ha supuesto un deterioro del nivel de vida. Rusia, que era el principal mercado de Moldavia, adoptó medidas punitivas tras la firma del Tratado e impuso restricciones las importaciones agrícolas y de vinos procedentes de Moldavia. En la actualidad, Moscú practica una política selectiva que premia la fidelidad. Así por ejemplo, sigue importando mercancías de Gagauzia, una región autónoma moldava, contraria al Tratado de Asociación y defensora de una mayor integración con Rusia. En esa región, Dodón ha obtenido el apoyo de prácticamente todo el electorado.
Los comicios en Moldavia se han celebrado en un clima de incertidumbre sobre los eventuales cambios que la elección de Donald Trump puede provocar en la política norteamericana tanto ante los aliados europeos como para esta zona del mundo donde permanecen las secuelas de la división de Europa. Moldavia es un Estado neutral que, de hecho, se encuentra dividido en dos zonas, una situada mayoritariamente en la orilla derecha del río Dniéster, que en el pasado fue parte de la Besarabia rumana, y otra, en la orilla izquierda, que, tras pertenecer al imperio otomano y al ruso, se integró en la república soviética de Ucrania.
Durante la agonía de la URSS, el Transdniéster rechazó la unión con Rumanía propugnada por la élite de Moldavia y el resultado fue una breve guerra en 1992 y la división del país en las dos zonas de distinta biografía histórica. Rusia mantiene un contingente militar en el Transdniéster (entre pacificadores y vigilantes de unos viejos arsenales soviéticos).
El personaje clave de la política y los negocios en Moldavia hoy es Vladímir Plajotniuk, oligarca y número dos en el partido Democrático, según coinciden medios de distinta filiación ideológica. Con un hábil juego entre bastidores, Plajotniuk “se ha apoderado del país”, aseguran medios diplomáticos occidentales, según los cuales el objetivo del magnate es sacar partido tanto de Moscú y de Bruselas. Ahora, muchos pronostican que Dodón será el rostro público del equilibrismo Este-Oeste deseado por el oligarca.
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