Viajar a África para abordar el gran reto

Los retos relacionados con los flujos migratorios que Europa ha conocido en estos últimos años han demostrado claramente que necesitamos un enfoque global que se extienda más allá de las fronteras europeas.

Por este motivo, la Unión Europea ha puesto en marcha una nueva estrategia con el objetivo de establecer un Pacto con los principales países de origen y de paso de los migrantes. El elemento principal de nuestro nuevo enfoque –nacido de una iniciativa italiana– es el establecimiento de colaboraciones a la medida, de “Acuerdos” para mejorar la gestión de los flujos migratorios en función de la situación específica de cada país socio.

La ratio de estas colaboraciones es hacer frente a las cuestiones migratorias de manera solidaria gracias a acciones comunes basadas en intereses compartidos: luchando contra las causas profundas de la migración irregular, interviniendo contra los traficantes, contribuyendo a un mejor control de las fronteras de estos países y mejorando las modalidades de repatriación de los migrantes ilegales.

En el marco de este nuevo enfoque, los días 10 y 11 de noviembre visitaremos juntos Níger, Mali y Senegal. Nuestra misión tiene como objetivo reforzar la colaboración con cada uno de los tres países mencionados para conseguir una mejor gestión conjunta de los flujos migratorios.

Invertir en la paz y en el desarrollo de África no implica un beneficio solo para ese continente. Significa invertir también en nuestra seguridad y en nuestra prosperidad. El futuro de África es, de hecho, uno de los principales retos globales del siglo XXI, dado que en 2050 su población alcanzará los 2.400 millones de personas, con lo que ello implica en términos de, entre otras cosas, presión demográfica y flujos migratorios.

Para aprovechar el potencial positivo de este “dividendo demográfico” sin precedentes, se necesitan buenas políticas y no cierres egoístas. La Unión Europea, líder mundial en ayuda al desarrollo, cuenta con los recursos para promover la creación en África de infraestructuras económicas y sociales que reduzcan el estímulo a la emigración. La ayuda al desarrollo local, regional y nacional puede contribuir a poner fin a las causas profundas de la migración irregular. Además, estamos en condiciones de ofrecer ayuda y programas para la reinserción y la formación de los migrantes que tienen que ser repatriados o que deciden regresar a África. A ello se le añade la colaboración entre las policías europeas y africanas, el apoyo a la cooperación regional africana para la gestión de las fronteras y la lucha contra los traficantes de migrantes.

En esta perspectiva, y avanzando en el impulso dado por Italia, la Unión Europea ha decidido aumentar los recursos financieros dedicados al Trust Fund for Africa, destinándole 500 millones de euros adicionales y acelerando su utilización. Varios proyectos se han puesto, o pronto se pondrán, en marcha en cinco países africanos considerados prioritario para los Pactos. Son, además de Níger, Mali y Senegal, que visitaremos, Etiopía y Nigeria.

La Comisión Europea también ha propuesto –con el apoyo de Italia– el establecimiento de un Plan Europeo externo de inversión, que, cuando sea aprobado por el Consejo y por el Parlamento Europeo, pondrá a disposición –a medio plazo– recursos financieros adicionales para la gestión de los flujos migratorios.

Hasta entonces, es importante obtener resultados concretos lo más rápido posible. El enfoque conjunto establecido con Senegal, Mali y Níger avanza de manera satisfactoria, y está dando ya resultados concretos.

Se trata de los primeros pasos de un compromiso complejo y de larga duración. El reto migratorio, sobre todo en el Mediterráneo, es una cuestión global con la que habremos de convivir. Los países que se encuentran en primera línea del ofrecimiento de auxilio en el mar y de acogida piden a la Unión Europea y a los demás Estados miembros que se comprometan por África con urgencia y con espíritu de solidaridad. Están en juego la cohesión y los valores del proyecto europeo.

Paolo Gentiloni es Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de Italia, y Dimitris Avramópoulos es Comisario Europeo de Migración, Asuntos Internos y Ciudadanía.

Traducción: Eduardo García del Campo