Maduro achaca a la oposición los retrasos en el revocatorio
El presidente venezolano afirma que la MUD realizó el proceso "a destiempo” y “lleno de fraudes e ilegalidades”
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cargó este martes contra la oposición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a la que culpó de los retrasos en el referéndum revocatorio por hacerlo “a destiempo” y “lleno de fraudes e ilegalidades”. “El capital que acumularon en las elecciones del 6 de diciembre lo perdieron, lo tiraron a la basura. No tienen ninguna credibilidad ni adentro de ni afuera”, afirmó el mandatario en declaraciones a varios medios y preguntado por EL PAÍS sobre las acusaciones de la oposición de que el Gobierno trata de dilatar los periodos de la convocatoria.
El pasado abril, la MUD —mayoritaria en el Parlamento pero contraria al presidente chavista— inició los trámites para la convocatoria de un referéndum revocatorio contra Maduro según lo dispuesto en el artículo 72 de la Constitución venezolana. Se trata de un proceso complejo dividido en tres fases: petición del inicio del proceso —para lo que es necesario el apoyo del 1% del censo electoral—; recolección del 20% de apoyos a favor de la consulta, y, finalmente, votación revocatoria, para la que es necesaria que la oposición logre más votos que los obtenidos por el presidente en su elección. Entre los próximos días 26 y 28 de octubre, la MUD se enfrentará al reto de recoger un número de firmas equivalente al quinto del censo electoral, con lo que podría forzar el referéndum.
Pero el proceso ha estado salpicado por los cruces de acusaciones y un clima de creciente polarización. La oposición afirma que el Consejo Nacional Electoral (CNE) —dominado por el oficialismo— ha maniobrado para obstaculizar el referendo, exigiendo entre otras cosas que el 20% de apoyos al revocatorio se colecte en cada distrito y no en todo el país. Según la MUD, el objetivo es dilatar los plazos y que la consulta tenga lugar más tarde del 10 de enero de 2017, lo que significaría que, en caso de perder, Maduro debería dimitir en su vicepresidente y no convocar nuevos comicios generales.
El Ejecutivo, por su parte, acusa a la oposición de haber falsificado parte de las firmas recogidas y de utilizar para ello incluso a personas fallecidas. “La oposición venezolana fracasó totalmente y no tiene capacidad para dirigir y gobernar Venezuela. No tiene moral, no tienen proyecto para conducir nuestro país. El fracaso de la oposición es el fracaso de ellos, no le echen la culpa a la revolución del propio fracaso”, criticó Maduro en Estambul, donde ha participado en el Congreso Mundial de la Energía.
Dicho congreso ha supuesto un espaldarazo a las expectativas de Venezuela de reducir la producción petrolera para elevar su precio, ya que el lunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, se sumó a estas demandas, provocando un alza inmediata en la cotización del crudo. “Son señales muy claras de que el nuevo consenso empieza a funcionar. Y eso va a dar estabilidad en el mercado, y va a permitir una recuperación de precios realistas”, dijo. Maduro situó el “precio justo” de esta materia prima en torno a los 70 dólares por barril, 20 por encima de su precio actual, aunque la mayoría de analistas prevén que se estabilice en una franja de entre 40 y 60 dólares. “Las empresas quizás no lo digan públicamente, pero sí nos dicen en privado que aplauden el acuerdo, porque lo que había hasta ahora era un caos que perjudicaba a todos”, añadió el venezolano.
Precisamente esta consolidación de precios del crudo —tras tocar un mínimo de 27 dólares el pasado enero— se ve por parte del Gobierno venezolano como una tabla de salvación para la situación crítica que atraviesa su economía. “La parte más difícil ya la pasamos. Y esto nos ha permitido definir un cuadro estratégico de la agenda económica bolivariana, con quince motores. La recuperación de los precios petroleros nos va a permitir inyectar un poco más de recursos en cada uno de los motores y en la recuperación de la economía”, explicó el presidente venezolano haciendo referencia a un plan destinado a diversificar hacia diferentes sectores la actual economía del país, muy dependiente de los hidrocarburos: “Estados Unidos y la derecha internacional creían que no íbamos a poder pasar esta prueba. La hemos pasado y estamos hoy más fuertes que ayer, para levantar una economía con bases sólidas para el siglo XXI, donde el petróleo sea una palanca complementaria de desarrollo para nuestro país”.
“La recuperación de los precios petroleros nos va a permitir inyectar un poco más de recursos en la recuperación de la economía”
El Ejecutivo venezolano espera que la recuperación económica se inicie en 2017, tras un 2015 en que su Producto Interior Bruto (PIB) cayó un 5,7% y un 2016 que también se prevé cerrar en números rojos. Por el contrario, el Fondo Monetario Internacional estima que la economía de Venezuela sufrirá este año una contracción de hasta el 10% del PIB y el próximo del 4,5%.
Otro de los objetivos del viaje de Maduro a Estambul ha sido reforzar “la alianza” con Turquía, país con el que se firmaron varios acuerdos, entre los que destacan la formación de un fondo de inversión para apoyar proyectos conjuntos —del que por el momento se desconoce su cuantía— o el proyecto de transporte de coque de petróleo venezolano, que interesa a los turcos. Asimismo se acordó el suministro de combustible por parte de la petrolera estatal venezolana PDVSA a la empresa turca de cruceros Global Liman y a la aerolínea Turkish Airlines, que iniciará sus vuelos a Caracas a partir de diciembre.“Turquía es una potencia emergente de las más poderosas, y Venezuela una potencia en construcción. Tenemos la posibilidad de crecer juntos”, afirmó el mandatario chavista sobre su nuevo socio, un país miembro de la OTAN y candidato a la adhesión a la UE pero que en los últimos meses se ha acercado a Rusia.
El presidente venezolano anunció este martes que su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, viajará a Venezuela a inicios del próximo año para consolidar estos nuevos lazos y comparó la asonada militar sufrida por Turquía el pasado 15 de julio con “los golpes continuados enfrentados en Venezuela”. El islamista y conservador Erdogan ha insinuado la participación de “fuerzas externas” en el fallido golpe —presuntamente perpetrado por seguidores de una cofradía musulmana semejante al Opus Dei católico— y algunos de sus ministros han acusado directamente a EEUU de orquestar el complot, tras el cual se ha desatado una persecución muy criticada por las organizaciones de derechos humanos, con al menos 30.000 detenidos y más de 100.000 funcionarios purgados de la Administración. Ya en agosto, Maduro advirtió a la oposición de que “si la derecha [venezolana] pasa la frontera del golpismo” su respuesta haría quedar a Erdogan “como un niño de pecho”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.