“Colombia es un país que vive de ilusiones como la paz”
El escritor Plinio Apuleyo Mendoza, opositor a los diálogos con las FARC, cuestiona el acuerdo en materia de justicia
El escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza (Tunja, 1932) ha cuestionado el diálogo de paz con las FARC desde su inicio. Varias de sus columnas de opinión, publicadas en el diario ELTIEMPO, rechazando el proceso con la guerrilla han despertado la reacción del Gobierno, que ha intentado responder, a través de pronunciamientos oficiales, los reparos que ha planteado el escritor.
Apuleyo Mendoza reconoce que se “desencantó” de la izquierda casi al tiempo que su amigo Gabriel García Márquez se acercaba cada vez más a la revolución cubana, a los hermanos Castro. Cuenta que en el momento de polarización política que vive hoy Colombia, “estaría bromeando con Gabo porque él seguramente le diría sí al proceso de paz”. En 1996, con el libro Manual del perfecto idiota latinoamericano, Apuleyo Mendoza se unió al cubano Carlos Alberto Montaner y el peruano Álvaro Vargas Llosa (hijo de Mario Vargas Llosa) para reiterar sus críticas a los modelos de izquierda en la región. Esos que ahora, con el tránsito de las FARC hacia la vida política, Apuleyo Mendoza teme que se consoliden en Colombia.
Pregunta. ¿Qué espera de Colombia después del 2 de octubre?
Respuesta. Habrá celebración, esperanza, pero las bandas criminales y el ELN seguirán armadas, con acceso al negocio del narcotráfico. La verdad es que viene un camino muy confuso para el país, sobre todo porque las FARC aunque dejen la lucha armada no van a dejar de lado el objetivo de llegar al poder.
P. Desde el inicio de los diálogos con las FARC usted manifestó reparos, ¿qué opina ahora que el acuerdo está cerrado?
R. Lo leí con dificultad y tengo muchas críticas. En realidad, nunca estuve de acuerdo con esas conversaciones, que fueron de igual a igual con las FARC, sin tener en cuenta que son un grupo terrorista.
P. ¿Cuál es su mayor crítica al acuerdo?
R. Me parece que hay varias cosas que pueden ser muy peligrosas. Desde luego, la impunidad porque los responsables de crímenes no van a pagar cárcel, tal vez una transitoria reclusión, pero que no es realmente una sanción. Al contrario de esto, vemos que hay militares detenidos, muchos acusados con falsos testigos o de forma injusta. Hay un desequilibrio total: impunidad para los guerrilleros y castigos para los militares.
P. Usted ha seguido el caso de varios uniformados detenidos, ¿qué dicen ellos sobre el acuerdo?
R. Lo consideran injusto. Son militares que golpearon fuertemente a la guerrilla, durante la política de seguridad democrática del expresidente Uribe, y que tras la suspensión del fuero militar empezaron a ser juzgados por la justicia penal ordinaria. Algunos tienen penas hasta de 30 años de cárcel.
P. ¿Qué le parece el plebiscito?
R. Hay una presentación tramposa en esto porque muchos colombianos consideran que el ‘sí’ es por la paz y que el ‘no’ es volver a la guerra. Supongo que por esa razón el ‘sí’ se va a imponer. Yo voto ‘no’ porque, entre otras cosas, me parece peligroso el control que las FARC van a tener en las regiones en donde se van a concentrar para hacer el tránsito a la vida civil. El ‘no’ es solo un voto simbólico, un voto de protesta. Sabemos que el ‘no’ no va a lograr que haya una nueva negociación o que se aplace lo que se ha acordado. Eso es imposible.
P. Ante el triunfo del ‘sí’, ¿cómo cree que quedaría la figura de uno de los grandes opositores al proceso, el expresidente Uribe?
R. Él sabe que será un golpe, pero tiene claro que será momentáneo. Habrá alborozo y júbilo, producido por el triunfo del sí, pero después vendrá la implementación de los acuerdos y una reforma tributaria, que no gustará mucho y que empeorará la imagen del presidente Juan Manuel Santos. Al final habrá un momento en que la opinión pública exija un cambio ante las elecciones presidenciales del 2018. Continuismo del ‘santismo’ no creo que haya.
P. Usted recorrió como periodista varias zonas del país que fueron centro del conflicto, ¿cómo se imaginaba el fin de las FARC como grupo armado?
R. Las FARC perdieron a sus líderes más importantes durante los dos gobiernos de Uribe. El paso que se esperaba era que Santos hiciera una capitulación de la guerrilla, que los sometiera a la justicia, como se hizo con los paramilitares, que entregaron las armas y pagaron penas hasta de ocho años de cárcel.
P. Quienes van por el ‘no’ dicen estar preocupados por el modelo de justicia y el capítulo de participación política, ¿cuál es el mayor temor en ese sentido?
R. Temo mucho que se le esté dando paso a un país como de Venezuela. Las FARC sabrán aprovechar todas las concesiones que les da el acuerdo y con su discurso político, basado en el leninismo y marxismo, podrá abrirse un camino riesgoso para el país.
P. Usted dice que tuvo un momento de “embeleco del sueño revolucionario”, ¿qué lo desencantó de la izquierda?
R. Yo fui siempre muy de izquierda, pero tuve mi primer desengaño cuando, junto a Gabriel García Márquez, viajé por la Unión Soviética. Fue un desconcierto, regresé muy desilusionado del mundo comunista. Después, cuando surgió la revolución cubana la recibí como algo nuevo y le di mi apoyo total. Fui director de la agencia de noticias Prensa Latina hasta el momento en que comencé a ver el viraje que se estaba dando. Me desencantó el monopolio que iba teniendo el partido comunista.
P. ¿Cómo cree que vería Gabriel García Márquez el acuerdo de paz con las FARC?
R. Yo creo que él apoyaría el ‘sí’. Seguramente estaríamos bromeando por las posiciones políticas tan opuestas que siempre tuvimos. Recuerdo cuando yo le decía ‘¿Todavía andas con el ‘barbuchas’?, refiriéndome a la amistad entre él y Fidel Castro, y él me respondía entre risas ¿y tú qué, te estás haciendo de derecha?” Siempre en broma, nunca peleamos por política.
P. ¿Por qué cree que los colombianos votarían ‘sí’ al acuerdo de paz?
R. Al colombiano se le engaña poniéndole a escoger entre la guerra y la paz. Por el hecho de que las FARC se desarmen es comprensible que la gente vote ‘sí’, pero no es justificable porque eso va a tener un alto precio para el futuro del país, además porque tienen una base equívoca y es la de haber hecho una negociación con las FARC de igual a igual. Sin embargo, entiendo perfectamente que la gente vote que sí. Colombia es un país que vive de ilusiones como la paz.
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