_
_
_
_

El deseo de venganza del chico de la panadería

El terrorista de Wurzburgo se radicalizó rápidamente y quiso matar tras la muerte de un amigo

El deseo de venganza del chico de la panaderíaFoto: reuters_live | Vídeo: REUTERS
Luis Doncel

Un adolescente emprende solo, sin familia, un largo y seguramente peligroso viaje de Afganistán a Alemania. Al llegar, pasa más de un año en un refugio para solicitantes de asilo, y luego se traslada con una familia de acogida. Hace unas prácticas en una panadería y tiene muchas posibilidades de obtener un puesto de aprendiz. Entonces, en muy poco tiempo emprende un proceso de radicalización autodidacta, se compromete a actuar como “soldado del califato” del autoproclamado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Un día se sube a un tren con una mochila en la que lleva un hacha y un cuchillo, dispuesto a matar a todos los infieles que se encuentre. A las pocas horas, muere abatido por unos policías.

Más información
La agresión del joven afgano enturbia el debate sobre refugiados en Alemania
Un refugiado afgano atacan a pasajeros de un tren alemán al gritó de "Alá es grande"

Este es el perfil de Riaz A., el afgano de 17 años que el lunes agredió a cinco personas, dos de ellas de extrema gravedad, cerca de la localidad de Wurzburgo, al sur de Alemania. Al describir el proceso de islamización del joven, el fiscal superior de Bamberg, Erik Ohlenschlager, mencionó un hecho que parece haber sido definitivo: la muerte reciente de un amigo suyo en Afganistán. Es esto lo que le llevó a subirse a un tren “con la decisión de matar a pasajeros totalmente desconocidos” al grito de “Alá es grande”. El objetivo, según el fiscal, sería vengarse de lo que los “infieles” hicieron a sus “hermanos, hermanas e hijos musulmanes”.

El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dibujó un panorama que en algunos aspectos coincide con el del terrorista de Niza: los dos se radicalizaron muy rápidamente, en cuestión de semanas. En la habitación del afgano se encontró una bandera del ISIS pintada a mano. Este grupo terrorista asumió ayer el ataque del lunes y publicó un vídeo del que se supone que es el agresor, pero las autoridades alemanas no han encontrado vínculos del agresor con redes islamistas. Sus conocidos lo describían como alguien de creencia musulmana, pero ni radical ni fanático. “Para los que le conocían es totalmente incomprensible lo que ha ocurrido”, añadió el ministro.

Además de la bandera del ISIS, en su habitación se encontró un texto escrito en pastún que parece también un indicio de radicalización. En el escrito se alaba la vida de los musulmanes, y dice que estos deben defenderse. El ministro bávaro dijo que también contenía lo que parecía “un mensaje de adiós a sus padres”. “Rezo por ir al cielo”, escribió el futuro terrorista.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_