López Obrador rompe con su hermano por apoyar al candidato del PRI en Veracruz

En México, la política adquiere, a veces, aires trágicos. Hay muertes, pasiones, dramas y también luchas entre hermanos. Uno de los más sonados enfrentamientos, fruto de una larga historia de desencuentros, es el desprecio del dos veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador hacia su hermano Arturo. Un doloroso vínculo que el jueves, si algo quedaba entre ellos, se ha roto definitivamente. “Yo ya no tengo hermanos”, ha proclamado Andrés Manuel en un vídeo en el que fulmina a Arturo por haber apoyado al candidato del PRI en Veracruz.

La descarga llama la atención por su encono. Una metralla que López Obrador lanza con una media sonrisa, sin atisbo de furia, teniendo como telón de fondo un jardín verde e idílico. Arranca su mensaje vinculando a Arturo, un ingeniero civil de escasa fortuna política, con la “mafia del poder”: “Todos en la familia tenemos a alguien que desentona, que gusta de acomodarse y colarse, como se dice en el argot del hampa política. Son aspiracionistas, sin ideales ni principios”.

Dicho esto, el histórico líder de la izquierda mexicana, de 62 años, se atribuye la “misión de transformar el país” y, por ello mismo, la obligación de destruir ese lazo supuestamente indigno y sustituirlo por el de sus votantes y hasta simpatizantes: “Yo ya no tengo hermanos vinculados a los corruptos del PAN y del PRI, ya acabé con eso, borré eso. Ya no estamos para alcahuetear con nadie. Tengo 10 millones de hermanos, hombres y mujeres mexicanos, y primos hermanos como 20 millones”. Remata su invectiva López Obrador con una cita al héroe de la independencia Vicente Guerrero (“la patria es primero”) y, de paso, una acusación directa al presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, por haber “engatusado” a su hermano.

López Obrador rompe con su hermano por apoyar al PRI

El PRI ha mantuvo ayer silencio. También el hermano. En el vídeo que ha desencadenado las iras del aspirante presidencial, Arturo recomienda en apenas 30 segundos el voto para el candidato veracruzano Héctor Yunes Landa como garantía de “paz, tranquilidad y bienestar”. Un mensaje nacido para el olvido si no fuera por su apellido y por la ajustadísima lucha que se libra para lograr la gubernatura de Veracruz.

El Estado, el tercero en población de México, es ahora mismo escenario de un cuerpo a cuerpo entre el aspirante del PRI y su primo Miguel Ángel Yunes, del PRD-PAN. Las sórdidas acusaciones entre ambos y la proliferación de escándalos en una zona ya de por sí corrupta y violenta los han hundido en un sumidero de fango de tal profundidad que ha sido precisamente el candidato de Morena, el partido de López Obrador, quien, para sorpresa de todos, ha emergido como favorito en las elecciones del próximo 5 de junio. En este contexto, las palabras de Arturo, aunque débiles y sin mordiente, han sido entendidas por su hermano como un ataque directo del PRI a sus recién estrenadas posibilidades de triunfo en una de las gubernaturas más poderosas de México.

En este clima electoral, difícilmente el PRI se va a quedar quieto. En febrero pasado, cuando se vivió el penúltimo capítulo de este desencuentro familiar, Beltrones aprovechó para acusar a López Obrador de bordear la locura. En aquellas fechas, también le contestó Arturo. Tras haber sido llamado de traidor por sus simpatías priístas, recordó públicamente cómo en los inicios de su carrera política, Andrés Manuel había recibido la ayuda de sus cinco hermanos, pero que ahora todos menos uno le habían abandonado por su ingratitud: “Estamos hartos. Andrés paga mal el apoyo que recibe. Es candil en la calle y oscuridad en su casa”.