BMW advierte a sus empleados de Rolls-Royce del peligro empresarial del ‘Brexit’
El consejero delegado de la empresa alerta en una carta sobre los costes arancelarios a las exportaciones
La compañía alemana BMW ha enviado una carta a sus empleados británicos, quienes fabrican los lujosos automóviles Rolls-Royce, en la que advierte de los riesgos empresariales de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El consejero delegado, Torsten Müller-Otvos, ha advertido a sus trabajadores sobre los altos costes arancelarios a sus exportaciones que la salida del país del club comunitario supondrían para la compañía. Müller-Otvos, según explican los medios locales, duda de que el Reino Unido pueda tener acceso al mercado único en caso de que gane el sí al Brexit (unión de palabras de Bretaña y Exit) en el referéndum que se celebrará el próximo 23 de junio.
"El comercio libre es importante para los negocios internacionales. Rolls-Royce Motor Cars exporta automóviles a toda la Unión Europea e importa un significativo número de componentes [para vehículos]", subrayó el directivo en la carta a los empleados de la fábrica de Goodwood, en el condado de West Sussex, al suroeste de Inglaterra.
"Las barreras arancelarias supondrán mayores costes y precios más altos y no podemos asumir que al Reino Unido se le conceda un comercio libre con Europa fuera de la UE", añadió.
Un sondeo hecho por la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes del Motor (SMMT, siglas en inglés) señala que el 77% de las empresas de este sector está a favor de quedarse en la UE. Los consultados señalaron que el poder contratar mano de obra cualificada y el acceso a mercados del motor en Europa son elementos beneficiosos de la Unión Europea.
El consejero delegado del SMMT, Mike Hawes, dijo este miércoles que el mensaje del sector del motor del Reino Unido es "claro", pues "quedarse en Europa es vital para el futuro de esta industria y asegurar puestos de trabajo, inversión y crecimiento".
Según Hawes, el área del motor emplea a unas 800.000 personas en el país y contribuye con 1.500 millones de libras (1.950 millones de euros) a la economía del Reino Unido.
El Gobierno de David Cameron y las empresas han empezado a alertar sobre las consecuencias de la salida de la UE, si bien los políticos euroescépticos que apoyan el Brexit consideran que el Reino Unido podrá negociar acuerdos comerciales con varios países.
El primer ministro británico apoya la permanencia del Reino Unido en la UE tras una serie de reformas acordadas con los otros 27 Estados miembros.
Cameron cerró el mes pasado en Bruselas un acuerdo que permitirá al Gobierno británico limitar las ayudas públicas a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido durante un periodo de cuatro años, y también excluye al país de cualquier medida destinada a forjar una mayor integración política con Europa.
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