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El verbo que casi hizo naufragar el acuerdo contra el cambio climático

Francia cambió "deberá" por "debería" en el capítulo de obligaciones para que EE UU pudiera firmar el pacto de París

Los artífices del acuerdo en ParísFoto: atlas | Vídeo: EFE
Manuel Planelles

Fue ya en el tiempo de descuento, cuando todos daban por seguro que el primer acuerdo global contra el cambio climático se firmaría en la capital francesa. El texto de la propuesta final ya estaba listo para que los 195 países presentes en el plenario de la Cumbre del Clima lo aprobaran.

Pero en la última versión, que incluso fue traducida del inglés a las distintas lenguas oficiales en la ONU, había un problema. En el artículo 4, el que hace referencia a las obligaciones en el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los firmantes, aparecía la palabra "deberán" ("shall", en inglés). En concreto, se decía: "Las partes que son países desarrollados deberán seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de emisiones para el conjunto de la economía". También se establecía que cada firmante "deberá preparar, comunicar y mantener" sus planes de recorte de emisiones de dióxido de carbono.

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Esta formulación, según indican fuentes de las negociaciones, situaba en una posición complicada a EE UU. El grado de vinculación del acuerdo de París ha sido uno de los puntos que han centrado los debates dentro de esta cumbre. El Gobierno norteamericano, con una posición débil en el Senado, ha hecho que del pacto desaparezca, por ejemplo, la vinculación legal de los objetivos de cada país a la hora de reducir las emisiones. Esto no quiere decir que la Administración de Barack Obama no quiera actuar. Como otros 187 países, EE UU ha presentado ante la ONU un plan concreto de mitigación en el que se compromete a recortar sus emisiones entre un 26% y un 28% en 2025. Pero EE UU temía problemas futuros si en el pacto aparecía un objetivo concreto fijado desde fuera.

El sábado, tras detectarse la fórmula "deber" en el texto, la presidencia francesa decidió cambiarlo. Y el texto quedó redactado así: "las partes que son países desarrollados deberían seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de emisiones para el conjunto de la economía". Se cambió "deberán" (shall) por "deberían" (should). Estas dos fórmulas habían estado entre corchetes en los borradores del texto que se habían trabajado durante los últimos días, lo que significaba que no había acuerdo. Según fuentes de la negociación, "en la versión anterior aparecía "should", pero hubo un error en el último texto". "Esto ya estaba acordado", añaden.

La presidencia de la cumbre, que estaba en manos de Francia por ser la anfitriona de la reunión, justificó el cambio como un error suyo a la hora de plasmar el texto. Tras dar unas breves explicaciones, Laurent Fabius, ministro francés de Exteriores, preguntó si todos estaban de acuerdo con el pacto y lo dio por aprobado.

El único país que puso problemas fue Nicaragua, que criticó el cambio y dijo que no podía respaldar el texto final. Pero este país, que ha sido muy duro en las negociaciones, no bloqueó el pacto. Lanzó sus críticas una vez que el acuerdo ya había sido dado por aprobado por la presidencia francesa de la cumbre. 

En ese artículo 4 están resumidas muchas de las tensiones que durante años han impedido firmar un acuerdo mundial del clima. Una era esa vinculación, que tampoco hacía gracia a China e India. Otra es la diferenciación, que se mantiene en el texto final. China e India rechazaban que se les metiera en el mismo bloque que los países desarrollados a la hora de hacer esfuerzos. Finalmente, en el artículo se sitúa a los industrializados como aquellos que deben encabezar los "esfuerzos" y reducir emisiones. Al resto, entre ellos China e India, "se les alienta" a que, "con el tiempo", pongan en marcha "metas de reducción o limitación de las emisiones". Pero teniendo en cuenta "las diferentes circunstancias nacionales". Mantener esta doble velocidad ha sido una de las principales reivindicaciones de los emergentes durante la negociación.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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