El petróleo mexicano se desploma y cae a mínimos del año 2008

El precio del petróleo mexicano se desploma, siguiendo la tendencia internacional. El crudo se vende a 29,91 dólares el barril, su cotización más baja desde diciembre de 2008, lo que supone un duro varapalo para las arcas públicas del país, que deben el 30% de sus ingresos al oro negro.

Este lunes ha sido una jornada de caídas generalizadas en el precio del petróleo. También el barril de brent –de referencia en Europa- se ha desplomado. En concreto un 5,3%, y se vende por debajo de los 41 dólares por primera vez desde febrero de 2009. El estadounidense experimenta una bajada de su cotización del 5,8%, mientras que el mexicano supera a ambos con una caída del 6,7% respecto al viernes.

La caída del precio ha sido la respuesta a las diferencias que se manifestaron en la reunión del viernes de la OPEP, en la que no se pudo llegar a un acuerdo para reducir la producción de petróleo. Se imponían así las petromonarquías capitaneadas por Arabia Saudí que prefieren aumentar la extracción y bajar el precio, antes que perder cuota de mercado. Es su particular pelea contra al fracking -extracción de hidrocarburos mediante la inyección de líquidos a gran presión- de Estados Unidos y para ello han tenido que enfrentarse a Venezuela, Ecuador y algunos países africanos, que ven cómo la medida merma sus economías.

De hecho, aunque la OPEP limita la producción a 30 millones de barriles diarios, en noviembre sus estados miembros incumplieron este acuerdo y llegaron a aumentar la extracción hasta los 31,57 millones.

También supone un duro golpe para México, que se enfrenta a un fuerte tijeretazo del gasto público derivado de las caídas que durante los últimos meses se han producido en el precio del crudo. En octubre el Gobierno de Enrique Peña Nieto ya anticipó que para 2016 los presupuestos contarían con recortes por valor de 8.900 millones de dólares.

Además, esta caída ahonda aún más la propia crisis que soporta la petrolera estatal Pemex. En los primeros nueve meses de 2015, experimentó el peor resultado de su historia, al acumular pérdidas por valor de 20.000 millones de dólares, el doble que el año anterior. De hecho, Moody’s rebajó en  noviembre la calificación internacional de la empresa (de A3 a Baa1) y situó en negativo sus perspectivas de futuro.