Santos pide perdón a las víctimas de la toma del Palacio de Justicia

En el interior del Palacio de Justicia, en la céntrica plaza Bolivar de Bogotá, en el edificio donde hace 30 años la guerrilla del M-19 y el Ejército libraron 28 horas de una sangrienta batalla, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha pedido perdón por uno de los episodios más trágicos de la historia del país latinoamericano. "Lo hago de corazón, no solo para cumplir una orden", ha dicho el mandatario haciendo referencia a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que el año pasado obligó, entre otras medidas, al Gobierno colombiano a disculparse ante las víctimas y familiares de desaparecidos.

"Aquí se vivió la guerra misma, esa guerra de explosiones y ráfagas de fusil que solo parecía ocurrir en los noticieros, en lugares alejados de las ciudades", ha recordado Santos. El 6 y 7 de noviembre de 1985, durante 28 horas, se produjo un sangriento enfrentamiento después de que la guerrilla tomara el edificio con la intención de arrinconar al presidente de la época, Belisario Betancur, ante el incumplimiento, según ellos, de los acuerdos para lograr la paz y negociar, que se habían alcanzado un año atrás. La toma y la posterior retoma por parte del Ejército dejó un centenar de muertos, 12 de ellos magistrados, incluyendo al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía. En aquel momento, en el interior de la corte había más de 300 personas entre magistrados, empleados, visitantes y guerrilleros.

El perdón ha ido acompañado del reconocimiento de "una deuda moral" que, en palabras de Santos, debe ser saldada con "avances significativos en las investigaciones penales, la condena de los responsables, el establecimiento del paradero de los desaparecidos, la adecuada reparación a las víctimas y sus familiares y, sobre todo, el esclarecimiento de la verdad". Cada uno de estos puntos ha sido remachado por los familiares que han participado en el acto antes de que el presidente tomara la palabra. No solo han demandado una justicia que en estos 30 años consideran ha sido insuficiente, también han reclamado la presencia del entonces presidente Betancur. Tras el acto, el expresidente ha enviado un comunicado en el que se ha disculpado: “Pido perdón porque hoy sé que mis actuaciones causaron inmenso dolor a los familiares de las víctimas y tanto dolor histórico al país, y reitero que haría cualquier cosa para aliviarlo”. Para después añadir que siempre ha estado a disposición de la justicia.

Por el momento, solo se ha conseguido la sentencia de 30 años por desaparición forzada contra Alfonso Plazas Vega (general retirado), que lideró la retoma al Palacio; la condena a 35 años al, también militar, Jesús Armando Arias Cabrales y en el 2014 la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Con la identificación de los restos de tres de los desaparecidos el 20 de octubre, han aparecido nuevas preguntas y se ha abierto una nueva línea de investigación. Los restos de estas víctimas fueron encontrados en las tumbas en donde se suponía que estaban Libia Rincón Mora y María Isabel Ferrer, visitantes del Palacio que se creían muertas. Ahora, dos nuevas familias emprenden la búsqueda que otras once llevan haciendo desde hace 30 años. "De conformidad con lo resuelto por la Corte Interamericana, es mi deber reconocer la responsabilidad del Estado por la falta de esclarecimiento judicial de los hechos, por el retardo injustificado en la administración de justicia, por las alteraciones a la escena del crimen, por las irregularidades en el levantamiento de los cadáveres, y por los múltiples errores en la identificación y entrega de los cuerpos", ha dicho Santos a este respecto.

Tras pedir perdón y expresar su solidaridad con los familiares de las víctimas y los desaparecidos, el presidente colombiano ha tenido palabras de cariño hacia Yesid Reyes, actual ministro de Justicia e hijo de Reyes Echandía: "Hoy tenemos un pensamiento especial para su padre y para los demás magistrados, funcionarios y personas que fallecieron, que se encuentran desaparecidas o que fueron afectadas en su integridad personal". Aún se desconoce el paradero de otras ocho personas, casi todos empleados de la cafetería del edificio y visitantes ocasionales. "Reconozco la responsabilidad del Estado colombiano que con estos hechos violó el deber de respeto y garantía a la vida, a la libertad y a la integridad personal y al reconocimiento de la personalidad jurídica consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo primero de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada", ha dicho durante su intervención el mandatario.

En un discurso, como es habitual en el mandatario, con constantes referencias a la paz y el proceso de negociación entre el Gobierno y las FARC en La Habana, Santos ha concluido su mensaje extrapolable a todas las víctimas de la violencia en Colombia: "¡No queremos más desapariciones! Por eso hoy, ante los familiares de las víctimas del Palacio de Justicia, les digo que no vamos a descansar ni vamos a ahorrar ningún esfuerzo para encontrarlos".