Las divisiones posponen el relevo en la cúpula del Congreso de Estados Unidos
Renuncia el favorito a la presidencia republicana de la Cámara de Representantes al carecer del apoyo del sector más conservador
Nadie quiere ser el líder del Congreso de Estados Unidos. El republicano Kevin McCarthy, favorito para hacerse con la presidencia de la Cámara de Representantes, anunció inesperadamente este jueves la retirada de su candidatura. McCarthy aspiraba a suceder como speaker (el nombre del cargo en inglés) a John Boehner, que hace dos semanas anunció que dimitiría a finales de mes como tercer cargo político del país.
El motivo por el que Boehner renunció es el mismo por el que lo ha hecho su número dos, McCarthy: la oposición del sector más conservador del Partido Republicano. “Si queremos estar unidos y ser fuertes, necesitamos un rostro nuevo”, dijo el congresista por California en una rueda de prensa tras una reunión de los representantes republicanos. Esta reunión debía servir precisamente para emitir un voto preliminar sobre el futuro speaker.
McCarthy, de 50 años, explicó que aspiraba a optar a la presidencia del Congreso, de mayoría republicana, con el apoyo unánime de los 257 representantes republicanos, más allá de los 218 mínimos necesarios. Pero el partido, como admitió, está “profundamente dividido”.
Como Boehner, McCarthy renuncia por la oposición del sector más conservador del Partido Republicano
Un grupo de 40 representantes republicanos, integrantes del Freedom Caucus (Grupo de la Libertad), vinculado al Tea Party, anunciaron la noche del miércoles que no apoyarían a McCarthy sino al representante Daniel Webster.
McCarthy empezó a perder apoyos la semana pasada. En una entrevista en el canal Fox News, sugirió que el comité que investiga el ataque en 2013 al consulado estadounidense en Bengasi (Libia) tiene como objetivo dañar la campaña presidencial de la demócrata Hillary Clinton. Clinton era secretaria de Estado de Barack Obama durante el ataque.
El objetivo oficial de la investigación del Congreso es aclarar los hechos y no entrar en la batalla política. El congresista admitió este jueves que esas declaraciones “no ayudaron”.
La retirada de McCarthy en la pugna por speaker hará que se posponga la votación final, prevista inicialmente para finales de mes. Boehner seguirá en el cargo hasta entonces. No existe ninguna candidatura alternativa sólida. El episodio revela la dificultad de los republicanos, mayoritarios desde enero en el Congreso, para mantener la cohesión entre sus facciones más beligerantes y moderadas. Y llega en un momento en que los legisladores afrontan votaciones presupuestarias clave.
Muchos republicanos miran al congresista Paul Ryan, de 45 años, con sólidas credenciales en asuntos económicos. Ryan fue el candidato a la vicepresidencia estadounidense en la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012. Pero ha rechazado, también este jueves, optar al puesto esgrimiendo que quiere seguir centrado en el comité que dirige de asuntos fiscales.
"Os quiero chicos, pero no lo suficiente para ser vuestro speaker", le dijo a Ryan hace unas semanas al congresista Trey Gowdy, según contó este último al diario The New York Times.
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