México emprende una nueva purga en la fiscalía general
Más de 120 servidores públicos son investigados por diversos delitos, entre ellos enriquecimiento ilícito y extorsión
La fiscal, Arely Gómez, ha emprendido una nueva purga en la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) para intentar limpiar la reputación de una de las instituciones con menos credibilidad en México. A lo largo de cinco meses, la fiscal ha abierto 87 averiguaciones previas que investigan a 126 servidores públicos por enriquecimiento ilícito, extorsión y abusos, entre otros delitos. La operación ha dejado claro que las malas prácticas se encontraban en todos los niveles de la oficina. Hasta el momento están acusados 25 agentes del Ministerio Público, 42 policías investigadores y más de 40 trabajadores, entre ellos cuatro mandos superiores. Gómez también ha decidido cortar la cabeza de los delegados de la PGR en los 32 Estados del país.
Al destapar la cloaca, los investigadores han hallado diversas formas de corrupción. Jefes que condicionaban mandar a sus subordinados de viaje a cambio de una tajada de sus viáticos, policías ministeriales que pedían dinero para no inculpar a alguien o imponerles cuotas a pequeños vendedores de drogas para no aprehenderlos. La visitaduría general de la PGR también encontró excesos de policías ministeriales cometidos en cateos no autorizados por jueces, y empleados que alertaban a presuntos delincuentes de que eran investigados.
Arely Gómez se ha impuesto la limpieza de la fiscalía como una de sus prioridades. Desde que relevó en el cargo a Jesús Murillo Karam, en marzo pasado, las acusaciones en contra de servidores públicos que cometen irregularidades han incrementado un 91%. Cada mes se presentan, en promedio, 21 expedientes, según afirmó el visitador general de la Fiscalía, César Chávez, al periódico El Universal.
La purga ha costado el trabajo a 77 personas desde el mes de abril: 66 agentes del Ministerio Público y 11 policías ministeriales han sido removidos. Son más del doble de destituciones que se hicieron durante el paso de Murillo por la oficina. La limpia no concluye allí. Arely Gómez ya ha preparado el terreno para el nuevo paso de su estrategia. Este fin de semana se reunió con los senadores del PRI, su partido. Dijo que prepara a remoción de los 32 delegados de la Procuraduría en todo el país.
“Pasando el informe presidencial se estarán haciendo los nombramientos de los delegados de la PGR en toda la República”, dijo la exsenadora. Gómez aseguró a los legisladores que el perfil de los futuros servidores, que serán designados a partir del jueves 3 de septiembre, ha sido revisado por varios meses. La fiscal afirma que los candidatos cumplen con los requisitos impuestos por el Centro de Evaluación de Confianza de la PGR, que somete a los interesados a exámenes psicológicos, poligraficos y estudios socioeconómicos que pueden detectar presuntos ingresos ilícitos.
Esta no es la primera vez que se intenta limpiar a la PGR. En 2008, la fiscal Marisela Morales, emprendió la Operación limpieza y acusó a 13 servidores públicos de recibir dinero y trabajar para el narcotráfico. La acusación de delincuencia organizada, una de las obsesiones del mandato de Felipe Calderón (2006-2012), no se mantuvo. Uno a uno, los acusados fueron abandonando la prisión porque los jueces no encontraban sustancia en los señalamientos, lo que redujo la operación a un fiasco más de la PGR.
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