México despliega drones para evitar la caza furtiva de huevos de tortuga
El Gobierno vigila por aire los nidos de especies en peligro de extinción como la golfina Soldados y policías llegan a las playas de Oaxaca al inicio de la temporada de desove
México trata de parar el saqueo de huevos de tortuga. La última medida ha sido comprar drones para vigilar los nidos desde el aire. El miércoles empezaron a volar los dos primeros y el lunes se sumarán otros cuatro que han costado cuatro millones de dólares, según la Secretaría de Medio Ambiente.
La temporada de desove, como cada año, ha comenzado en agosto y el Gobierno ha desplegado un operativo en el que participan la Policía Federal, la Procuraduría General de la República y la Marina. La chocante imagen de soldados con fusiles junto a inofensivas tortugas plasma la urgencia de frenar una vieja tradición de recolecta furtiva que pone en riesgo a especies en peligro de extinición.
La estrategia de seguridad se centra en la costa del Estado de Oaxaca, en el Pacífico mexicano. Dos de sus playas, Escobilla y Morro Ayuta, que se extienden a lo largo de 35 kilómetros de litoral, son los principales santuarios mundiales de desove de tortugas marinas, en especial de la especie Golfina. Otro tipo de familias que anidan en México, protegidas por ley, son la carey, la lora, la laúd, la verde prieta y la verde blanca. La única especie de tortuga marina que no llega a las playas mexicanas es la kikila, endémica de Australia.
Se calcula que las tortugas ponen unos 60 millones de huevos cada año en playas mexicanas, tanto del lado del Pacífico como del Golfo de México, pero por su fragilidad apenas alcanza la edad adulta un 0,02%. A ese bajísimo porcentaje de supervivencia se añade la amenaza de los furtivos, que los recolectan y venden, para comer o para usos esotéricos, en mercados de Oaxaca como los de Juchitán o la turística Puerto Escondido, e incluso en México DF, en el mercado de Sonora, famoso por sus tiendas de santería y en el que se ofrecen bajo pedido especial a 20 dólares por huevo.
El objetivo del despliegue de esta temporada, según explicó el miércoles la Secretaría de Medio Ambiente en una rueda de prensa, es tener "una cobertura total" de vigilancia y descubrir a las redes locales de saqueo para lograr sentencias que las disuadan de seguir haciéndolo. Por lo general los furtivos son lugareños de pueblos pobres que encuentran en los huevos una manera de ganar dinero y que, pese a que recoger huevos está penado, los escarban en las playas a plena luz del día.
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