El Asad intenta asegurar el apoyo de minorías sirias para seguir en el poder

El régimen de Bachar el Asad ha tenido que ordenar la detención del hijo de un primo del presidente sirio que disparó y mató a bocajarro la semana pasada a un coronel en una disputa de tráfico en Latakia, la principal ciudad alauí de la costa mediterránea. El arresto de Suleymán Hilal el Asad fue confirmado el lunes por la agencia estatal de noticias Sana, que no había informado de la muerte del oficial ni de las protestas populares que se registraron el fin de semana en la misma región para exigir el fin de la impunidad en el entorno del mandatario.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una ONG basada en Reino Unido que informa sobre el conflicto en el país árabe, precisó que el familiar del presidente, de 17 años, fue detenido en la carretera entre Latakia y Qardaha, bastión de la familia del presidente. Suleymán Hilal el Asad se enfrentó con el coronel Hasán Mahmud el Seij cuando los vehículos de ambos colisionaron en una intersección de calles de Latakia el pasado jueves. Según versiones de testigos, el mando militar se negó a retirar su vehículo, en el que viajaba con su familia, y el joven le disparó directamente en el pecho causándole la muerte.

Más de un millar de personas se manifestaron el sábado en Latakia para exigir la detención y ejecución del familiar del presidente, en una protesta sin precedentes en una de las pocas regiones del país que el clan El Asad aún mantiene bajo su control. Suleymán es hijo de Hilal, el primo de Bachar El Asad que estuvo al frente de la brigada de defensa costera siria en Latakia hasta su muerte el año pasado en un enfrentamiento con el Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria.

La esposa del coronel muerto había asegurado al diario Al Watan antes de la detención del joven El Asad que el propio presidente le había prometido que se haría justicia. Una delegación encabezada por Bushra el Asad, hermana del jefe del Estado acudió a Latakia para presentarle las condolencias oficiales.

Nasser el Seij, hermano de la víctima, aseguró al mismo diario sirio que el coronel había sido “asesinado a sangre fría” en el incidente de tráfico. El gobernador de la provincia de Latakia también declaró que el presidente El Asad haría cumplir la ley. El coronel El Seij pertenecía a las fuerzas de voluntarios de la Defensa Nacional, integradas en en su mayoría por musulmanes alauíes, rama del islam emparentada con los chiíes, como todos los miembros del clan El Asad. Muchos de estos voluntarios habían amenazado con darse de baja en las Fuerzas Armadas sirias tras el incidente de tráfico que acabó con la vida de uno de sus jefes.

Después de los avances de las milicias rebeldes y de las fuerzas yihadistas de Al Qaeda y el Estado Islámico, el régimen de El Asad solo controla de facto una parte del país, como su feudo de la región de Latakia y la zona de Damasco. El Gobierno de Irán está intentado reactivar una salida diplomática al conflicto, en medio del rechazo de las fuerzas insurgentes y de oposición, y el escepticismo de EE UU y los grandes países suníes como Arabia Saudí y Turquía.