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Cerrado el caso por “alta traición” contra dos periodistas alemanes

La Físcalía Federal argumenta ahora que no publicaron "secretos de Estado"

En primer plano, Markus Beckedahl, el fundador de la página Netzpolitik org. A su lado, el bloggero Andre Meister.
En primer plano, Markus Beckedahl, el fundador de la página Netzpolitik org. A su lado, el bloggero Andre Meister.BRITTA PEDERSEN (AFP)

La Fiscalía Federal alemana, en un raro gesto de subordinación al poder político, informó este lunes de que ha cerrado la investigación que puso en marcha en mayo pasado por un presunto delito de “alta traición” cometido por dos periodistas del portal de información Netzpolitik.org a los que acusó de haber publicado secretos de estado.

En un breve comunicado publicado en la página web del organismo, la Fiscalía Federal señala que comparte el criterio del Ministerio de Justicia, que había señalado que los contenidos publicados no eran “secretos de Estado” y que no era necesario continuar con la investigación. Pero la Fiscalía señala que la justicia seguirá investigando los hechos para descubrir quién filtró los documentos a los periodistas, aunque el proceso será responsabilidad de un fiscal local.

El anuncio del cierre del caso puso fin, por el momento, a un escándalo que enfrentó en un mismo campo de batalla, al poder ejecutivo, al poder judicial, que se supone es independiente y a un medio periodístico, que hasta que se reveló el escándalo era prácticamente desconocido. El fragor de la batalla le costó el cargo al fiscal federal, Harald Range. quién tuvo la osadía de acusar al Ministerio de Justicia de haber llevado a cabo una “intromisión intolerable” en la independencia del poder judicial; arruinó la buena imagen del ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, quien primero consintió la investigación y finalmente uso su poder para impedirla y convirtió en héroes a los periodistas Markus Beckedahl y Andre Meister.

La batalla también estaba dañando la imagen del gobierno federal, que fue acusado de forma indirecta por la prensa de estar amparando con su silencio una abierta violación a la libertad de prensa que supuestamente rige en el país. La investigación de la Fiscalía Federal se había iniciado en mayo pasado, pero los periodistas fueron informados por el fiscal de que estaban siendo investigados a mediados de julio.

El caso se hizo publico el 30 de julio, cuando los periodistas anunciaron en el portal que estaban siendo investigados por haber publicado dos informaciones relacionados con sendos proyectos de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, los servicios secretos del interior, relacionados con la creación de una unidad para la vigilancia de Internet y para la detección y análisis de perfiles de radicales y extremistas en las redes sociales. “SI el fiscal federal se sale con la suya, a Markus y a mí nos encarcelarán por dos años”, escribió Meister en Netzpolitik.

Hubo una reacción nacional. Los principales medios alemanes denunciaron la amenaza contra la libertad de prensa, miles de personas protestaron en las calles de Berlín y, en un radical cambio de posición, el ministro de Justicia, apoyado por la canciller Angela Merkel, le retiró públicamente el apoyo al fiscal federal.

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El martes pasado, Range fue cesado de forma fulminante y este lunes, el fiscal interino, Gerhard Altvater, anunció el cierre del caso. La decisión no sorprendió a los dos periodistas investigados, que calificaron la acusación y su soporte jurídico como “indigna”. “Ahora queremos saber si en el curso de la investigación fuimos víctimas de medidas de vigilancia y quienes impulsaron la investigación en el seno del gobierno federal”, dijo el director del portal, Markus Beckedahl.

La oposición política en cambio exige una investigación exhaustiva para averiguar, en primer lugar, porqué el ministro de Justicia permitió que los periodistas fueran investigados por haber cometido el delito de “alta traición”. El ministro Maas también se arriesga a una demanda por haber cometido el delito de “obstrucción de la justicia”, un hecho que ya había sido denunciado por el Fiscal Federal, el martes pasado.

“Influir en una investigación, porque los posibles resultados de la misma no parezcan oportunos, es una intromisión intolerable en la independencia del poder judicial”, dijo Range, una frase que le costó el cargo.

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