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Obama: “El pacto no se basa en la confianza, sino en la verificación”

El presidente amenaza al Congreso con vetar cualquier intento de bloquear el acuerdo

Foto: AGENCIA_DESCONOCIDA | Vídeo: AFP/Andrew Harnik
Silvia Ayuso

Nunca estuvo el mundo más cerca de una guerra nuclear mundial que durante la “crisis de los misiles” con John F. Kennedy. El presidente estadounidense supo ver la necesidad de negociar con el archienemigo, la Unión Soviética, para evitar una catástrofe atómica de proporciones globales y empezar a contener la carrera nuclear. Por eso fue a Kennedy, un presidente icónico en Estados Unidos y con el que tantas veces se le ha comparado de una u otra forma, al que aludió el actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, para defender este martes el no menos histórico acuerdo tan duramente negociado con otro enemigo, Irán, para evitar otro conflicto nuclear de consecuencias imprevisibles.

“Hace más de 50 años, Kennedy le dijo a los estadounidenses que nunca debemos negociar con miedo, pero que tampoco debemos tener nunca miedo a negociar”, dijo Obama al saludar y dar su visto bueno, desde la Casa Blanca, al acuerdo internacional alcanzado con Irán en Viena para frenar el programa nuclear persa.

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En poco más de 14 minutos, desde la formal Sala Este de la Casa Blanca y flanqueado por su vicepresidente, Joe Biden, Obama desgranó cuidadosamente lo que significa, pero sobre todo lo que no significa, el acuerdo finalizado en Viena.

Lo que significa, dijo Obama, es que se ha puesto un freno clave a “la expansión de armas nucleares” en Oriente Medio, “la región más volátil del mundo”. Por lo tanto, acotó, el acuerdo hace del planeta un lugar “más seguro y esperanzador”. También para Israel, el aliado de EE UU más reticente con la negociación con Teherán, recordó.

“Porque hemos negociado desde una posición de fuerza y de principios, hoy hemos frenado la expansión de armas nucleares en esta región”, celebró Obama. “Gracias a este acuerdo, la comunidad internacional podrá verificar que Irán no desarrolla un arma nuclear”.

El presidente aseguró que el acuerdo cumple “todos y cada uno de los puntos básicos” que exigía Washington. “Se ha cortado cualquier camino hacia un arma nuclear”, aseveró. Y dejó claro además que el cierre del acuerdo no es un acto de buena fe, sino que viene acompañado de un robusto sistema de verificación.

“Este acuerdo no está basado en la confianza, está basado en la verificación”, recalcó. Y en cualquier momento que se considere que Irán deja de cumplir alguno de los puntos, “las sanciones se volverán a imponer rápidamente”, agregó.

Con su discurso, Obama se dirigió a primera hora de la mañana —habló poco después de las siete hora local— al pueblo estadounidense pero, sobre todo, al Congreso norteamericano que tiene ahora que revisar el acuerdo y sancionarlo, algo que algunos legisladores se resisten a hacer.

A ellos, un Obama contento, pero muy serio también, les dijo que tienen que tener en cuenta no solo lo que implica este acuerdo, “sino también lo que pasaría sin este acuerdo”. Que, básicamente, sería que EE UU se quedaría solo ante Irán y sin capacidad ni de imponer sanciones ni de comprobar que Teherán no construye una bomba atómica. Y que podría animar a otros países de la región a seguir el ejemplo iraní. Algo que, a la larga, advirtió Obama, podría llevar a un presidente estadounidense a tener que hacer un uso de la fuerza en la región.

“No aceptar el acuerdo significa que habrá una mayor posibilidad de más guerra en Oriente Medio”, sostuvo.

“Sería irresponsable alejarnos de este acuerdo”, insistió Obama, que recordó que las sanciones se impusieron con el objetivo de forzar a Irán a negociar por la vía diplomática, que es precisamente lo que se ha hecho. “Le recuerdo al Congreso que no hacemos acuerdos de este tipo con amigos”, dijo y reiteró el ejemplo de negociación con la Unión Soviética “cuando esa nación estaba comprometida con la destrucción” de EE UU.

Un argumento en el que insistió horas más tarde en una entrevista con el columnista Thomas Friedman del diario The New York Times, ante quien afirmó que se “equivocan” los que critican el acuerdo alcanzado y le reprochan que no aprovechó lo suficiente su poder para amenazar a Teherán.

“Hemos cortado cualquier camino para que Irán pueda desarrollar un arma nuclear”, insistió el presidente, usando casi las mismas palabras que en su discurso matutino. Y recordó que ese era el único objetivo que unió a la comunidad internacional en torno a las duras sanciones primero y el acuerdo cerrado en Viena ahora.

“La razón de que lográramos unificar a la comunidad mundial en torno al régimen de sanciones más efectivo jamás impuesto (…) fue que el mundo estaba de acuerdo con nosotros en que sería más peligroso para la región, para nuestros aliados y para el mundo que Irán disponga de un arma nuclear. Pero no teníamos ese tipo de consenso global en torno a la idea de que Irán no puede disfrutar de algún tipo de energía nuclear”, puntualizó.

Tampoco estuvo nunca en la mesa de discusiones internacional intentar un cambio de régimen en el país persa, agregó.

“No estamos midiendo este acuerdo en función de si está cambiando el régimen en Irán. Ni por si resuelve todos los problemas que llevan hasta Irán o si con él eliminamos todas sus perversas actividades alrededor del globo”, advirtió Obama. El éxito o no del acuerdo solo se debe medir por si logra impedir que Irán se haga con un arma nuclear. “Esa fue siempre la discusión. Y creo que voy a poder decir, y que vamos a poder demostrar, que por un muy amplio marge este es el camino más seguro para que Irán no se haga con un arma nuclear (…) sin tener que meternos en otra guerra en Oriente Medio”.

Por ello Obama, aunque invitó en su discurso desde la Casa Blanca al Congreso a revisar cuidadosamente el acuerdo, le advirtió a la par de que ejercerá su derecho al veto si el Parlamento trata de ponerle trabas al pacto.

“Vetaré cualquier legislación que impida la implementación exitosa de este acuerdo”, avisó mientras pedía que los legisladores dejen de lado “el politiqueo” y demuestren el mismo “liderazgo que ha unido a diversas potencias del mundo para alcanzar este acuerdo” que evita una “espiral inevitable de conflicto”.

“Este pacto ofrece la oportunidad de movernos en una nueva dirección. Deberíamos aprovecharla”, agregó.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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