Alemania libera al periodista de Al Yazira detenido a petición de Egipto
Organizaciones como Reporteros sin Fronteras pedían que no se le extraditara a El Cairo
Ahmed Mansur, el periodista de Al Yazira detenido el sábado en Alemania por una orden de arresto internacional, ha sido liberado el lunes. La Fiscalía de Berlín ha informado de que el reportero, una de las caras más conocidas del canal en árabe con sede en Qatar, no será extraditado a Egipto. La información ha sido confirmada por la cadena para la que trabaja Mansur, que tiene nacionalidad egipcia y británica.
La detención del reportero en la noche del sábado en el aeropuerto berlinés de Tegel había generado un aluvión de críticas contra el Gobierno alemán, al que Reporteros Sin Fronteras habían acusado de colaborar con un régimen autoritario como el de El Cairo. Organizaciones como la OSCE o la que reúne a la prensa alemana habían reclamado en la mañana del lunes su liberación. Las autoridades egipcias acusan a Al Yazira de actuar como portavoz de los Hermanos Musulmanes, la organización islamista derrocada en 2013 por el ahora presidente, Abdelfatá al Sisi, entonces jefe del Ejército.
Antes de dar a conocer la liberación de Mansur, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ya había mostrado sus dudas ante el funcionamiento del sistema judicial en Egipto y había asegurado que “por supuesto” Alemania no extraditará a nadie que corra el riesgo de ser condenado a muerte.
Mansur, que ha quedado en libertad sin cargos, fue condenado en ausencia a 15 años de prisión por un tribunal de El Cairo. Se le acusaba de haber torturado a un abogado en 2011 en la plaza Tahrir, el centro de las revueltas populares que derrocaron al presidente Hosni Mubarak. El acusado y Al Yazira niegan las acusaciones, que las atribuyen a un intento del régimen de Al Sisi de acallar a los periodistas críticos. El portavoz del Ministerio de Exteriores alemán añadió que sobre el periodista, uno de los más conocidos en el mundo árabe, pesan además nuevas acusaciones.
El caso Mansur ha puesto el foco de nuevo en las relaciones del Gobierno alemán con el régimen egipcio. La canciller Angela Merkel ya recibió críticas a prinicipos de mes cuando recibió en Berlín a Al Sisi, con el que se negó a reunirse el presidente del Bundestag, el democristiano Norbert Lammert. La visita oficial sirvió, por ejemplo, para que Siemens sellara un contrato de 8.000 millones de euros, el mayor pedido individual firmado nunca por la compañía, para construir en Egipto centrales de gas y parques eólicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.