Londres investiga si un cuerpo hallado en una azotea cayó desde un avión

El cadáver de un hombre ha sido hallado en la azotea de un edificio de oficinas de Richmond, al suroeste de Londres, y se cree que pudo haber caído desde un avión de British Airways procedente de Sudáfrica en el que supuestamente viajaba de polizón. El hombre habría caído después de recorrer 12.875 kilómetros desde Johanesburgo, posiblemente encaramado al tren de aterrizaje de un Boeing 747, cuando estaba a punto de llegar a su destino en el aeropuerto de Heathrow el jueves por la mañana. Según los datos del vuelo, después de 11 horas de viaje el aparato debía de estar a una altura de 1.400 pies cuando sobrevolaba el lugar donde fue hallado el cuerpo.

Una hora antes de que la policía encontrara el cadáver de la azotea, otro hombre había sido hallado inconsciente en el tren de aterrizaje de un Boeing 747 de British Airways que acababa de aterrizar en Heathrow procedente de Johannesburgo. El hombre, que se cree que tiene 24 años, fue trasladado al hospital en estado crítico. La policía no confirma la relación entre ambos casos. “En este momento no hay pruebas que relacionen la muerte con el descubrimiento de un polizón en el tren de aterrizaje de un avión en el aeropuerto de Heathrow. Sin embargo, es una de las líneas de investigación para identificar al fallecido y las circunstancias de su muerte”, ha declarado la policía el viernes por la mañana. “Estamos trabajando con la policía y las autoridades de Johanesburgo para determinar los hechos que rodean a este caso tan extraño”, ha dicho British Airways en un comunicado.

De confirmarse la hipótesis, no se trataría del primer caso en que una persona cae desde el cielo a Londres después de haberse colado en un avión y escondido en el tren de aterrizaje. En septiembre de 2012, el mozambiqueño Jose Matada, de 26 años, cayó de un avión procedente de Angola y murió en una calle del oeste de Londres. En aquella ocasión la investigación determinó que en el viaje pudo haber estado sometido a temperaturas inferiores a los 60 grados bajo cero durante 12 horas, y se cree que pudo morir o casi morir antes de golpear el suelo.