La oposición alemana amenaza con llevar el espionaje a la justicia
La Izquierda y los Verdes exigen al Gobierno de Merkel a que entregue información
El grave escándalo de espionaje realizado en forma conjunta por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y el servicio federal de inteligencia alemán (BND), está a punto de convertirse en un grave asunto de Estado que podría provocar una crisis sin precedentes en la historia política del país. Los portavoces de los Verdes y del partido La Izquierda en la comisión parlamentaria, Kontstantin von Notz y Martine Renner, respectivamente, amenazaron este domingo con llevar al Gobierno ante la justicia si no entregaba la lista completa de los selectores, una herramienta informática diseñada por la NSA y que era utilizada por el BND para espiar a políticos y empresas europeas, pero también a Gobiernos amigos como el de Francia y Austria.
“Si no tenemos acceso a la lista vamos a proceder legalmente”, señaló von Notz al periódico Welt am Sonntag. “La señora Merkel debe demostrar si está dispuesta a informar o a seguir encubriendo”, añadió. Renner, del La Izquierda, admitió que existía en el seno de la comisión la certeza de que el Gobierno había mentido, a propósito, al entregar informaciones falsas.
El escándalo de espionaje que estalló el pasado jueves, cuando la versión online de la revista Der Spiegel reveló que la NSA había realizado durante años una exitosa labor de vigilancia y espionaje en Europa gracias a la interesada ayuda de sus colegas alemanes del BND. El escándalo, que ahora amenaza la estabilidad política de la nación y tiene en estado de alerta permanente a la cancillería, se inició cuando los técnicos de la NSA, hace aproximadamente diez años, le entregaron a sus colegas del BND los llamados selectores, que permiten espiar números de celulares, direcciones IP de conexiones informáticas y direcciones de correo electrónico.
Desde entonces la prensa germana ha ido descubriendo, día tras día, nuevas facetas del espionaje realizado en forma conjunta por la NSA y el BND. Uno de los descubrimientos más graves fue el espionaje que se realizó a funcionarios de la presidencia y del ministerio de Asuntos Exteriores francés, a la Comisión Europea, al gobierno austriaco y a empresas europeas emblemáticas como Airbus.
La información, que fue publicada en el periódico Süddeutsche Zeitung y por las cadenas de televisión, NDR y WDR, sacudió la política berlinesa y confrontó al gobierno a la incómoda necesidad de dar explicaciones, algo que aun no ha hecho.
La prensa germana también descubrió que el actual ministro del Interior, Thomas de Maizière, había mentido al Parlamento sobre el caso, un descubrimiento que convenció al temido periódico Bild, de ilustrar una nota al respecto con una foto del ministro con una nariz de Pinocho. El Bild, el rotativo más leído en Alemania, también descubrió que el BND había almacenado para su uso interno, las informaciones obtenidas mediante los selectores y que la NSA también había espiado las comunicaciones de un alto funcionario de la Cancillería.
El escándalo de espionaje adquirió una grave dimensión política cuando se supo que la cancillería había sido informada en 2010 del trabajo que estaba realizando la NSA y el BND para espiar a grandes firmas europeas y alemanas. Aun no está claro si la canciller Merkel fue informada del espionaje. “Seria sorprendente si Merkel no estaba enterada de las operaciones, pero sería aún peor si no hubiera sido informada”, señaló la revista Der Spiegel.
El semanario publicó un largo reportaje sobre el escándalo y escribió en su portada la palabra “traición” para definir la dimensión que está adquiriendo en el país. “El BND y el Gobierno federal contra los intereses alemanes. El más reciente escándalo de espionaje provoca la mayor crisis en el BND y afecta también al centro del poder: Angela Merkel y la Cancillería”, señala la revista, que sugiere que el escándalo puede provocar la primera gran fisura en el fundamento de poder de la canciller. “Sería un momento crucial para ella”, señala la revista.
Las revelaciones periodísticas convencieron a los ejecutivos de Airbus a presentar una querella y la fiscalía general alemana anunció que está estudiando la posibilidad de abrir una investigación oficial para determinar si el BND violó las leyes al colaborar con la NSA y determinar si el servicio de inteligencia alemán cometió un delito al borrar 12.000 capturas de datos que contenían informaciones sobre altos funcionarios franceses, tal como lo revelo Der Spiegel en su último número.
La lista era explosiva y cuando el funcionario que la descubrió, en septiembre de 2013, pidió instrucciones a sus superiores para saber que hacía con ella, recibió una respuesta categórica: “Bórrela”.
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