La Eurocámara insta a que las bebidas alcohólicas adviertan de su contenido
Bruselas deberá proponer, antes de 2016, un cambio para que las etiquetas recojan información sobre calorías e ingredientes
El pleno del Parlamento Europeo ha instado este miércoles al Ejecutivo comunitario a plantear, como tarde en 2016, medidas para incluir en las etiquetas de las bebidas alcohólicas a la venta en la UE información sobre los ingredientes empleados en su elaboración y sobre su contenido calórico. La resolución aprobada este miércoles pide, además, una "nueva estrategia comunitaria" en materia de alcohol que persiga la consecución de dos objetivos: la reducción del consumo entre menores y la mejora de la información sobre los riesgos de su consumo sobre la conducción y sobre las mujeres embarazadas. La normativa actual, vigente desde 2011, exime a los productores de cerveza, vino o bebidas espirituosas a informar en las etiquetas de su composición y del aporte calórico.
En el texto aprobado este martes, la Eurocámara pide a la Comisión que comience a trabajara "de inmediato" en esta nueva europea sobre alcohol para "ayudar" a los Estados miembros a lidiar con los daños que se derivan del consumo continuado de esta sustancia. La resolución, adoptada tras una votación a mano alzada, exige que el nuevo marco desde el que los Veintiocho deben afrontar este problema incluya la recopilación de datos fiables, la mejora de la prevención y el tratamiento, la reducción de los accidentes causados por la conducción de vehículos bajo los efectos del alcohol y el análisis de los diferentes patrones de consumo.
El Parlamento reclama, asimismo, a los Estados miembros que protejan a los jóvenes mediante una aplicación estricta de las limitaciones de edad y recomienda que vigilen el efecto de la publicidad del alcohol en la juventud y traten de limitar su exposición a estos anuncios. Los países deben contemplar medidas contra la venta de alcohol muy barato. El Ejecutivo comunitario también deberá abordar el problema de la venta trasfronteriza de alcohol a través de internet, un cuestión que afecta muy especialmente a los países del norte y del este de la Unión.
Por su parte, las autoridades nacionales —tal y como ya hacen la mayoría de Estados miembros— tendrán que emprender campañas de concienciación sobre los peligros asociados al consumo masivo de alcohol, especialmente para los menores, e incrementar sus esfuerzos para reducir la siniestralidad en carretera directamente vinculada a esta sustancia.
En 2011 la presidencia sueca de turno de la UE marró en su intento de introducir cambios en el sistema de etiquetado de las bebidas alcohólicas. Hasta ahora solo Irlanda ha introducido cambios en su legislación en este sentido.
El principal grupo de presión de la industria europea de bebidas espirituosas, Spirits Europe, ha aplaudido este miércoles "la mayoría" de propuestas que recoge el Parlamento Europeo en su resolución. "Apoyamos, muy particularmente, el llamamiento de los eurodiputados para atajar el contrabando y para luchar contra la venta de alcohol en el mercado negro", subraya el director general de Spirits Europe, que agrupa a 32 asociaciones y ocho multinacionales radicadas en el Viejo Continente.
Un artículo publicado este miércoles en el British Medical Journal, una reputada revista médica editada en Reino Unido, reclama un cambio en el etiquetado del alcohol que respalda las tesis de la Eurocámara. Bajo el título “Las bebidas alcohólicas contribuyen a la obesidad y deberían incluir un cómputo de calorías obligatorias” la Royal Society for Public Health plantea, en plena epidemia mundial de obesidad, una serie de cambios que visibilicen la incidencia del alcohol sobre esta patología. “No hay ninguna razón por la que las calorías del alcohol merezcan un tratamiento diferente de las de la comida”, remarca la presidenta de esta institución en el artículo. Ahora, una de las tres instituciones comunitarias también mueve ficha en la misma dirección.
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